viernes, 4 de agosto de 2017

Partenogénesis


La perpetuación de los animales comprende dos etapas. En la primera, a partir del animal progenitor se forma una unidad reproductora, en la segunda, de dicha unidad reproductora, y mediante el desarrollo, surge un animal que es una réplica del progenitor.
   Según lo que antecede, se pueden distinguir dos tipos principales de propagación animal, que son la reproducción vegetativa y la reproducción sexual o gamética.
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BRACHIONUS, Rotífero de agua
   En este tipo de reproducción la unidad reproductora puede ser cualquier porción del cuerpo del animal paterno; dicha unidad no está especializada exclusivamente para la reproducción, y su tamaño puede variar entre un minúsculo fragmento y el cuerpo completo del animal en que se origina. En este caso los descendientes son genéticamente idénticos al progenitor, y la única fuente de variabilidad posible es la mutación. En la reproducción vegetativa la célula/s de la unidad reproductora se dividirán de forma exclusiva mediante mitosis; en este tipo de división celular las células originales siempre darán lugar a dos células hijas genéticamente idénticas, por lo tanto el individuo resultante es un clon del individuo del que procede.
   Es frecuente en los animales, tanto si son hermafroditas como si no lo son, que los gametos mueran y se desintegren si no han llegado a encontrar un gameto del sexo opuesto para fusionarse con él. Para los espermatozoides esto es siempre así, pero en el caso de los óvulos hay ocasiones en que un óvulo no fecundado no se desintegra y se desarrolla como si hubiera sido fecundado, originando animales adultos, completamente normales en apariencia. Este fenómeno de "desarrollo virginal" de un huevo sin fecundación se llama partenogénesis. La partenogénesis ocurre de forma espontánea en diversos ciclos del momento biológico de los rotíferos, pulgas de agua y otros crustáceos, abejas y otros insectos sociales. La partenogénesis espontánea ha sido encontrada esporádicamente en algunas aves, como pollos y pavos, algunos reptiles etc.
   En muchos animales puede inducirse la partenogénesis experimental por medios artificiales. Por ejemplo los huevos de rana pueden desarrollarse aunque no hayan sido fecundados si se pincha con una fina aguja. El pinchazo simula la entrada de un espermatozoide y el desarrollo comienza.
   La gran diferencia entre la partenogénesis y la reproducción vegetativa estriba en que en la partenogénesis el nuevo individuo se forma a partir de un gameto resultante de un tipo de división celular denominada meiosis, en este tipo de división (más bien son dos divisiones celulares consecutivas), las células resultantes presentan la mitad de cromosomas de la célula original y, por lo tanto, los descendientes desarrollados a partir de ellas, nunca pueden portar el mismo tipo de información genética. En segundo lugar, en la primera fase de la división meiótica, los cromosomas de la célula progenitora sufrieron emparejamiento y entrecruzamiento de sus brazos, dando nuevas combinaciones de genes. Los descendientes de una reproducción en donde intervengan gametos, haya o no haya fecundación, no pueden nunca ser clones del progenitor/es, debido a que la meiosis, que tiene por misión la formación de los gametos, se encarga de barajar y reducir a la mitad los cromosomas de la célula original.
   Mientras la reproducción vegetativa presenta como única fuente de variabilidad genética la mutación, en la reproducción gamética o sexual, la meiosis se encarga de aumentar esta variabilidad, ésta es la razón por la cual los descendientes de uno o dos gametos (en caso de darse la fecundación),  nunca pueden ser clones del individuo del que proceden.

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Varanus komodoensis -Dragón de Komodo

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