5 claves para entender qué ha pasado en las elecciones holandesas
Rutte supera con claridad al ultraderechista Wilders pero tendrá que pactar con otros partidos.
AFP
Mark Rutte celebra su victoria en las elecciones en Holanda
Después de meses de tensiones e incertidumbres tras el Brexit o la
victoria de Donald Trump en EEUU, Europa se ha llevado una alegría. Se
la han dado los holandeses que, con su voto, han rechazado el populismo y xenofobia del ultraderechista Geert Wilders. De nuevo las encuestas han fallado y la victoria se la ha llevado Mark Rutte, que, si consigue formar una coalición de Gobierno -cosa que no parece difícil- revalidará el título de primer ministro.
¿Y cómo quedan las cosas en Holanda? Estas son las claves que tienes
que saber para entender qué ha pasado en la primera gran cita europea
con las urnas.
1. RUTTE GANA, PERO TENDRÁ QUE NEGOCIAR
REUTERS
Los liberales del VVD, del primer ministro Mark Rutte, han conseguido
33 escaños en las elecciones, el 21% de los votos. Pese a su victoria,
el partido pierde 8 escaños respecto a las elecciones de 2012 y se queda
muy lejos de los 76 que se necesitan para formar Gobierno.
Al ser la formación más votada, Rutte tendrá prioridad para intentar
formar Gobierno. Le toca ahora buscar nuevos aliados y ya ha anunciado
que piensa en los conservadores de la CDA y en los liberales,
partidarios de la democracia directa, de D66.
Ambas formaciones han obtenido 19 diputados, con lo que sumados a los
de la VVD llegarían a los 71, cinco por debajo de la mayoría absoluta.
La suma de una cuarta fuerza (por ejemplo, los democristianos de
Cristianos Unidos, con cinco escaños) podría ser la solución.
2. WILDERS, A LA OPOSICIÓN
EFE
Las encuestas no acertaron: el ultraderechista Geert Wilders se ha
quedado en segunda posición, con 20 diputados, el 13% del voto. En plena
ola populista en Europa, Wilders sólo ha conseguido sumar 5 escaños más
desde los anteriores comicios, por lo que será el partido más
importante de la oposición si, como está previsto, no entra en el
Ejecutivo.
En realidad el ultraderechista Wilders nunca estuvo seguro de la
victoria. De hecho, son varios los analistas que venían anticipando que
lo único que quería era un papel relevante en el Parlamento para tumbar
según que leyes propuestas por el Gobierno. De ahí que su previsión
fuera que pasara lo que pasara, "el genio no va a volver a su botella". O
lo que es lo mismo, que aunque su populismo no triunfara, aún quedan
los votantes franceses y alemanes, que pueden tumbar a la Unión Europea.
Sus planes eran un referéndum para iniciar un 'Nexit', la variación
holandesa del Brexit, y después, dando por hecho que saldrá un "Sí",
cerrar las fronteras de los Países Bajos a todos los inmigrantes,
especialmente los musulmanes (proceder de Turquía o Marruecos será un
agravante añadido).
Pero se han quedado en eso, en planes, ya que ningún otro partido del
país comparte sus intereses. De ahí que sea casi un hecho que no entre
en ninguna coalición de Gobierno y se convierta en el partido más
importante de la oposición.
Aun así Wilders, que entre 2010 y 2012 actuó como apoyo externo del
primer ejecutivo de Rutte, ha exigido "un puesto en la futura coalición"
y ha amenazado con que el primer ministro "no se librará" de él.
"Eramos el tercer partido de Holanda. Ahora somos el segundo. La próxima
vez, seremos el primero", ha declarado Wilders 3. DEBACLE SOCIALDEMÓCRATA
EFE
A estas alturas lo que parece más improbable es que los
socialdemócratas del Partido Laborista (PvdA) quieran repetir su
experiencia en el Ejecutivo, tras la histórica debacle cosechada, que
asemeja a otras habidas en el continente en los últimos años.
El PvdA ha gobernado en coalición con los liberales en Holanda los
últimos cuatro años y ha perdido 29 escaños, lo que hace que pase de ser
el segundo partido del Parlamento al séptimo.
De los 38 escaños que tenía se queda con 9 diputados, con lo que los
socialdemócratas pulverizan su suelo electoral, que estaba en los 22
escaños que consiguieron en las elecciones de 2002, y tendrán ahora una
difícil labor de recomposición bajo el liderazgo de Lodewijk Asscher,
que no ha conseguido evitar la caída que pronosticaban las encuestas.
Los malos resultados de los socialdemócratas podrían ir más allá de
Holanda y afectar al futuro del Eurogrupo, presidido por el político del
PvDa Jeroen Dijsselbloem, ministro de finanzas holandés. Su líder,
Lodewijk Asscher, compareció entre lágrimas cuando sólo se conocían los
datos de los sondeos y aseguró que luchará "por una economía justa y una
sociedad decente". 4. LOS VERDES, LA GRAN SORPRESA
REUTERS
Los grandes ganadores en estas elecciones son los verdes de
Groenlinks, que han pasado de los 4 hasta los 14 asientos. Su líder,
Jesse Klaver, de padre marroquí y de 30 años, ha sido comparado con el
canadiense Justin Trudeau o con Barack Obama, y ha basado su campaña en
un discurso inclusivo y en el efecto "bola de nieve" desde las redes
sociales. 5. DENK, LA NOVEDAD
EFE
Frente al discurso racista, xenófobo y anti-Islam del PVV se alzarán los
tres diputados de una formación que ha entrado por primera vez en el
Parlamento. Se trata de DENK ("Piensa", en neerlandés), una formación
creada por diputados socialdemócratas de origen turco, y donde todos sus
dirigentes tienen orígenes en la inmigración. El partido promueve la
tolerancia y la convivencia y propone prohibir el discurso racista en
las instituciones públicas.
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