Einstein y Michelel Besso |
En el período comprendido entre 1940-1955, Besso no cesaba de insistir sobre el problema del tiempo. ¿Qué es la irreversibilidad? ¿Qué relación tiene con las leyes de la física? Y Einstein, pacientemente, le respondía una y otra vez que la irreversibilidad era una ilusión, una impresión suscitada por unas condiciones iniciales improbables. Pero Besso no acaba de considerarse satisfecho. Su último artículo, a los 80 años, intenta conciliar la relatividad general con la irreversibilidad del tiempo. Pero Einstein apenas valoraría este empeño, y su comentario fue: "Estás pisando terreno resbaladizo. No hay irreversibilidad en las leyes fundamentales de la física. Debes aceptar la idea de que el tiempo subjetivo, con su insistencia sobre el ahora, no posee significación objetiva". Al morir Besso, Einstein escribió a la hermana y a los hijos de éste: ."Michele se me ha anticipado en dejar este mundo absurdo. Es algo que no tiene importancia. Para nosotros, físicos convencidos, la distinción entre pasado, presente y futuro es sólo una ilusión, por persistente que sea". [...] Einstein era un solitario que escribía a Besso: "Lo que tanto admiro de ti es que te entiendas bien con tu mujer, mientras que yo no lo he podido conseguir con ninguna de mis dos esposas". Sus relaciones con los dos hijos habidos del primer matrimonio fueron tensas y, más que esto, vivió un período histórico siniestro, marcado por un antisemitismo, latente y luego declarado, y por las dos guerras mundiales. No es de extrañar que, para él, como sucediera antaño con Demócrito y Epicuro, el conocimiento, la ciencia, fuera el medio para liberarse de un mundo turbulento y acceder a un mundo de razón, belleza y paz.
¿Tan sólo una ilusión?
Ilya Prigogine
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