Unas doscientas personas se han concentrado frente al consulado
español en la capital marroquí para denunciar las 15 muertes del Tarajal
del 6 de febrero de 2014
Es la primera vez que se organiza en Marruecos una concentración como esta, que se ha convocado bajo el lema "STOP a la guerra contra los migrantes"
Super y Musa, supervivientes del intento de entrada, dicen que murieron más de 15 personas ese día: "No sabemos aún toda la verdad y eso nos duele también"
Es la primera vez que se organiza en Marruecos una concentración como esta, que se ha convocado bajo el lema "STOP a la guerra contra los migrantes"
Super y Musa, supervivientes del intento de entrada, dicen que murieron más de 15 personas ese día: "No sabemos aún toda la verdad y eso nos duele también"
Varios manifestantes sostienen una pancarta en la que piden "no a la guerra contra los migrantes" en la marcha de denuncia de las muertes de Ceuta del 6 de febrero de 2014. | Foto: Elena González. |
Si eres un inmigrante de Camerún, Mali o Costa de Marfil
no hay muchas ocasiones en Marruecos en las que puedas plantarte en
frente de un cordón de seguridad de agentes de fuerzas auxiliares y
gritar a un metro de sus caras "¡No a las fronteras!, ¡Bossa!, ¡Libertad
y dignidad para el pueblo africano!". Lo habitual, si no quieres que te
metan en un furgón policial, es que al ver un uniforme salgas corriendo
a toda prisa en dirección contraria. Una veintena de agentes de
seguridad y otros tantos más de la policía secreta vigilaban la protesta
pero, por una vez, este sábado en Rabat los inmigrantes no tuvieron que
correr.
Unas doscientas personas se han concentrado
frente al consulado español en la capital marroquí para denunciar las
muertes del Tarajal del 6 de febrero de 2014, arropados por
organizaciones europeas y marroquíes de defensa de los derechos humanos y
asociaciones de migrantes subsaharianos en Marruecos. Han participado
Voix des Migrants, Gadem, No Borders Morocco, Alecma y Watch the Med
Alarm Phone, entre otros. Es la primera vez que se organiza en Marruecos
una concentración como esta, que se ha convocado bajo el lema "STOP a
la guerra contra los migrantes" y que se ha replicado en ciudades como
Ceuta, Melilla, Madrid, Barcelona, Estrasburgo o Berlín.
'Super', de Camerún, ha viajado a Rabat desde Nador,
junto a la frontera con Melilla, para participar y "denunciar la
impunidad de las muertes de nuestros compañeros", explica a eldiario.es.
A sus 34 años y sus "yo qué sé, diez mil" intentos de llegar a Europa,
sigue intentándolo, igual que aquel 6 de febrero en el Tarajal. "Dicen
que murieron 15 personas, pero fueron muchos más", asegura. "Nosotros
siempre nos contamos antes y después de un intento y aquel día, después
de que arrestaran a los que quedábamos en tierra, faltaba mucha gente". A
su lado, Musa, de Níger, también superviviente del Tarajal, asiente,
pero no hay evidencias sobre el destino de sus compañeros desaparecidos,
los que no están en la lista oficial de muertos. "Murieron más de 15.
No sabemos aún toda la verdad y eso nos duele también", insiste Super.
Dos manifestantes posan con un cartel en rechazo "a la guerra contra los migrantes". | Foto: Elena González. |
"Estaban Takolé, Oncle, Kenzo, Custo, Keita...muchos
amigos muertos", enumeran. No era la primera vez que Super perdía a un
amigo o a varios. Llegó a Marruecos en 2001, consiguió cruzar a Europa,
le deportaron y volvió a suelo marroquí en 2005. "En 2005 y 2006 cuando
nos cogían, nos llevaban al desierto, cerca de Mauritania. Allí también
murió mucha gente", recuerda. Después de un intento de saltar la valla,
junto a Ceuta y Melilla, Marruecos ya no abandona a los inmigrantes en
la frontera con Mauritania, pero les traslada lo más lejos posible,
también hacia el sur, en territorio marroquí.
Dos años después de las muertes del Tarajal,
el investigador marroquí sobre migraciones, Hassan Ammari -uno de los
organizadores de la convocatoria- cree que no hay mucho que haya
cambiado: "La UE insiste en seguir construyendo barreras, los países del
sur siguen ejerciendo de gendarmes, pero mientras ellos insisten, los
inmigrantes también van a insistir en saltarlas. Después de esta
experiencia, no tienen nada que perder. Se juegan el todo por el todo".
Con el megáfono entre las manos, Ammari va dirigiendo los eslóganes que
corean los jóvenes inmigrantes, casi todos hombres, que han llegado de
Tánger, de Meknés, Casablanca, Nador y Oujda. "¡Parad los asesinatos!
¡Parad la hipocresía!", gritan al unísono.
Momento de la marcha de inmigrantes subsaharianos en Rabat para denunciar las muertes del 6 de febrero de 2014 en la frontera de Ceuta, | Foto: Elena González. |
Después de ver a sus compañeros morir en el agua, Super
sigue viviendo en los montes de Nador y Musa sigue peleándose con la
oficina de ACNUR en Marruecos para conseguir su estatuto de refugiado.
"Después del 6 de febrero me desanimé un poco, pero hay que seguir
adelante", explica Super. Vive de "hacer la salam", como llaman los
inmigrantes en Marruecos a la mendicidad: acercarse a los marroquíes con
un as salam u alaikum (que la paz sea contigo) para pedir dinero.
Musa se las arregla en Tánger con pequeños trabajos. Cada cierto tiempo
decide firmemente que se vuelve a Níger, pero cree que su vida corre
peligro allí, así que la firmeza sólo dura un par de semanas y vuelve a
planear el salto a Europa. Lleva así dos años, entre la esperanza y la
frustración. Mira hacia el consulado español en Rabat, donde ondean las
banderas española y europea: " Si en España ya han cerrado el caso de las muertes de Ceuta, nada va a cambiar, pero aquí estoy".
Ammari cree que es importante que los inmigrantes en Marruecos se
organicen para pedir que se respeten sus derechos. Por eso, dice, es
importante esta convocatoria. "Perdemos a los jóvenes en el mar, en las
vallas. Son barreras que ni siquiera se construirían para los animales, y
las levantan contra seres humanos, con una Europa responsable de estos
crímenes. Y queremos que se movilicen para defender su causa".
Entretanto, Super se vuelve a los bosques de Nador y Musa a Tánger. Van a
seguir intentándolo.
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