La obesidad es ya uno de los problemas más serios de salud pública
en los países desarrollados, y cada vez más en algunos países en
desarrollo. En los últimos 33 años se ha producido un alarmante
incremento de las tasa de obesidad, tanto en adultos (28% de incremento)
como en niños (47%). Y el número de obesos ha crecido de 857 millones
en 1980 a 2.100 millones en 2013.
Los datos proceden de un macroanálisis publicado esta semana por la revista The Lancet,
realizado con datos recogidos en los últimos 20 años. En él se muestra
que en la actualidad, un 62% de la población obesa vive en países en
desarrollo. En el mundo desarrollado, hay mayor tasa de obesos entre la
población masculina, pero en los paíeses en desarrollo se da más entre
mujeres. Y hay países como Tonga donde la población obesa es más del 50%
del total. La gran parte de esos obesos (671 millones) vive en apenas
10 países: EEUU (más del 13% del total), China e India (un 15% entre los
dos), Rusia, Brasil, México, Egipto, Alemania, Pakistán e Indonesia. El
mayor aumento de estas tasas de obesidad se produjo entre 1992 y 2002,
especialmente entre personas de entre 20 y 40 años.
En este informe, España se mantiene en la media mundial, con una
prevalencia de entre el 20% y el 30% de la población adulta, tanto en la
masculina como en la femenina. En niños, España se mantiene por debajo
de la media (entre 7,5% y 10%).
Según asegura la directora del estudio, Emmanuela Gakidou
(Universidad de Washington, EEUU), “a diferencia de otras amenazas a la
salud global, como el tabaco, la obesidad no está decreciendo: los datos
demuestran que el aumento en la prevalencia de la obesidad es
sustancial, está diseminada y se ha disparado en poco tiempo”. Los
investigadores reclaman un plan de acción internacional para frenar lo
que ya es la primera causa de muerte en los países desarrollados, por
encima del tabaco.
Desnutrición en Somalia
Esta misma semana, en una noticia con mucho menos eco mediático, la
ONU alertaba de que unos 200.000 niños menores de cinco años podrían
morir por desnutrición severa en Somalia
antes de fin de año a menos que la ONU reciba fondos de emergencia para
evitarlo. Según explica Unicef (Fondo de Naciones Unidas para la
Infancia), sólo han recibido 15 de los 150 millones de dólares que
solicitó para proveer servicios sanitarios vitales a más de tres
millones de mujeres y niños en la nación.
El último informe de la FAO sobre desnutrición,
publicado en 2012, advertía de que casi 870 millones de personas en el
mundo, lo que equivale a una de cada ocho, sufren de desnutrición
crónica. La mayoría de las personas desnutridas vive en los países en
desarrollo y equivale al 15% de su población, mientras que 16 millones
de los que se encuentran en esa situación viven en los países ricos. Y
aunque, al revés de lo que ha ocurrido con la obesidad, la cifra global
de personas con hambre se redujo de forma dramática entre los años 1990 a
2007, desde entonces, el progreso en la reducción de esos casos se ha
desacelerado y estancado. La crisis ha aumentado la desnutrición, y no
ha frenado la obesidad
Fuente: http://esmateria.com/2014/05/31/un-mundo-de-obesos-y-desnutridos/
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