El expresidente boliviano Evo Morales ganó con "alta
probabilidad" sin cometer fraude los comicios presidenciales de octubre
pasado, tras los cuales fue obligado a abandonar el poder por los
militares, según un análisis estadístico del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, en inglés).
Los investigadores, pertenecientes al Laboratorio de Ciencias y Datos Electorales del MIT,
estudiaron la tendencia del escrutinio antes y después de que se
interrumpiera el conteo rápido al 84 %, punto en el que los opositores a
Morales denunciaron el inicio del supuesto fraude, que acreditó después
la Organización de Estados Americanos (OEA).
El MIT aseguró en su informe que "el análisis estadístico y las conclusiones de la OEA parecen profundamente defectuosas".
Cuando el recuento se interrumpió, el izquierdista Morales
encabezaba el escrutinio con unos ocho puntos sobre su principal
opositor, el conservador Carlos Mesa, que hubiese obligado a celebrar
una segunda vuelta según el sistema electoral boliviano. Al reanudarse
el conteo Morales alcanzó el margen suficiente -10 puntos- para ser
reelegido en primera vuelta.
Sin embargo, las elecciones quedaron anuladas bajo la sospecha de fraude y Morales fue obligado por los militares a abandonar el poder.
Los investigadores del MIT afirmaron en su análisis, publicado por The Washington Post, que es "altamente probable que Morales superase
el margen de 10 puntos porcentuales", al defender que la tendencia
alcista que impulsaba al entonces mandatario era anterior a la
interrupción del conteo rápido.
"Nuestros resultados son claros. No parece haber una diferencia
estadísticamente significativa en el margen antes y después de la
interrupción del conteo preliminar", dijeron.
Además, los investigadores incorporaron a su análisis cerca de
1.000 simulaciones con los resultados previa interrupción para
pronosticar el escenario final y concluyeron que "Morales podía esperar
al menos una ventaja de 10,49 puntos respecto a su más inmediato
competidor".
"De nuevo, eso sugiere que el aumento en el margen de Morales
después de la interrupción puede explicarse por completo con los votos
ya sumados", afirmaron.
Los investigadores del MIT fueron muy duros con
el informe de la OEA que denunció un fraude estadístico -además de otras
irregularidades- y que sirvió para legitimar la salida del poder de
Morales y dar paso a un Gobierno de facto presidido por la conservadora
Jeanine Áñez.
Al menos 34 miembros de tribunales electorales fueron detenidos acusados de supuesto fraude en los días posteriores.
La OEA calificó de "cambio drástico y difícil de justificar" los
resultados tras la interrupción y denunció "irregularidades" y
"manipulaciones" que hacían imposible saber el margen real entre Morales
y Mesa.
Pero el MIT indicó que la OEA "no cita ninguna investigación previa que demuestre que son válidas sus asunciones".
"Según el criterio de la OEA para el fraude, es posible que las
elecciones estadounidenses en las que los votos que se cuentan más tarde
tienden a inclinarse hacia los demócratas también puedan clasificarse
como fraudulentas", aseguraron los investigadores del MIT.
"El fraude electoral -concluyeron- es por supuesto un problema
grave, pero confiar en criterios no verificadas como prueba de fraude es
una seria amenaza para cualquier democracia".
¿Será el fundador de Wikileaks extraditado a EE.UU.? Un tribunal en
Londres lo discutirá a partir del lunes. Información y antecedentes en
siete preguntas y respuestas.
¿Cómo se ganó Assange el descontento de EE. UU.?
En
2010 Wikileaks publicó cerca de medio millón de documentos clasificados
de Estados Unidos sobre las guerras de Irak y Afganistán, que de igual
forma documentaron los crímenes de guerra cometidos por las tropas
estadounidenses. La imagen pública de estas guerras cambió a partir de
esto. En 2011, Wikileaks roporcionó otra visión poco halagadora de la
política exterior estadounidense: la plataforma de denuncias publicó un
cuarto de millón de despachos secretos de las embajadas estadounidenses.
Como resultado, varios políticos estadounidenses describieron a Assange
como un "terrorista de alta tecnología" que debe ser perseguido por
todos los medios.
En 2017, el ministro de Asuntos Exteriores,
Mike Pompeo, llamó a Wikileaks "agencia de inteligencia enemiga no
estatal". En ese momento Pompeo todavía era director de la CIA. Ya en
2010, un tribunal secreto presentó un cargo igualmente secreto contra
Assange. Los cargos en su contra solo han sido públicos desde mayo de
2019, y solo en el procedimiento de extradición se conocerán las
acusaciones a detalle a partir del lunes. Los críticos ven la
persecución de Assange como un serio ataque a la libertad de prensa.
Mas de 130 politicos, periodistas y artistas en Alemania exigen la liberacion de Assange
¿Que cargos se presentan contra Assange?
En
abril de 2019, el Departamento de Justicia de Estados Unidos acusó al
australiano de 48 años de haber ayudado a hackear las computadoras del
gobierno. Esto puede ser castigado con un máximo de cinco años de
prisión. La ley de extradición permite procedimientos judiciales
posteriores únicamente sobre la base de las acusaciones enumeradas en la
solicitud de extradición. Probablemente debido a que las autoridades
estadounidenses consideraron insuficiente un máximo de cinco años de
prisión, la lista se amplió a 18 cargos en mayo de 2019, incluida la
violación de la Ley de Espionaje de 1917. Ahora se amenaza con un máximo
de 175 años de prisión.
Se dice que Julian Assange ha recibido
informacion de su fuente Chelsea Manning no solo de forma pasiva.
Supuestamente apoyó activamente a Manning y la instó a hacer más
filtraciones. Según el ex asesor jurídico del New York Times, James C.
Goodale, para los periodistas de investigación persuadir a las fuentes
para que revelen más información forma parte de su labor periodística
diaria, y se les debe permitir que sigan haciéndolo. En opinión de
Goodale, el gobierno de EE. UU. está intimidando a los periodistas de
investigación con su postura.
Intimidación como palabra clave: La
misma Chelsea Manning, por cierto, ha estado bajo custodia durante casi
un año. En contra de su voluntad, se le obligara a testificar contra
Julian Assange ante el tribunal del jurado. Además, debe pagar una multa
diaria de 1.000 dólares. Ella se niega.
Detenida desde el 8 de marzo de 2019: Chelsea Manning testificará contra Assange, y se niega.
¿Cuáles son las condiciones actuales de detención de Julian Assange?
Assange
ha estado detenido en la prisión de máxima seguridad de Belmarsh, cerca
de Londres, desde la terminación forzada de su asilo en la embajada
ecuatoriana. Según el relator especial de las Naciones Unidas sobre la
tortura, Nils Melzer, Assange muestra síntomas claros de tortura
psicológica, también consecuencia de la estancia de siete años en las
estrechas habitaciones de la embajada ecuatoriana. Recientemente, el 18
de febrero, cerca de 200 médicos de más de una docena de países habían
advertido a través de una carta abierta en la revista médica Lancet
sobre un mayor deterioro en la salud de Assange. Si Assange muere en
custodia, los médicos escribirían que fue "efectivamente torturado hasta
la muerte". Mientras tanto, se supone que el fundador de Wikileaks está
un poco mejor.
¿Tiene Julian Assange acceso a abogados?
Assange
debe ser extraditado a Estados Unidos, pero no tiene acceso a sus
abogados estadounidenses. Su abogada británica denuncia de que no tiene
suficiente tiempo con él para revisar las pruebas y los archivos.
Assange no cuenta con una computadora: todos los intercambios se hacen
por correo. De acuerdo con Nils Melzer, a Assange no se le permitio
tener ningún acto legal en su celda hasta octubre. En conclusión: se le
niega el derecho basico de preparar su propia defensa.
El asunto
del contacto con abogados también incluye lo siguiente: cuando Assange
tenía asilo en la embajada ecuatoriana, fue sometido a la vigilancia
permanente de la empresa de seguridad española Undercover Global
(UC-Global). Como quedó establecido en Madrid durante un juicio contra
el fundador de UC-Global, David Morales, la embajada fue intervenida por
todos lados. La conversación con los abogados de Assange tambien fue
grabada, y presumiblemente compartida por Morales con sus clientes
americanos. Esto como tal ya no proporcionaría las condiciones para un
juicio justo.
¿Por que Assange busco asilo en la embajada de Ecuador durante siete años?
El
periodista de investigación quería evitar la extradición a Estados
Unidos. Formalmente, evadió la extradición a Suecia. En 2010 Suecia
emitió una orden de arresto contra Assange con el fin de interrogarlo
sobre la acusación de violación como parte de una investigación
preliminar. Assange siempre se habia ofrecido a ser interrogado en la
embajada de Londres, a traves de enlace de video o incluso en la propia
Suecia, siempre y cuando la extradicion a EE.UU. fuera descartada.
Assange no fue interrogado en Londres hasta seis años más tarde, en
noviembre de 2016, y solo después de que el Tribunal Supremo de Suecia
amenazara con abandonar el caso si la fiscalía seguía retrasándolo.
Según el relator de tortura de la ONU, Melzer, Suecia mantuvo
deliberadamente las acusaciones en el limbo durante años para arruinar
la reputacion de Assange y mantenerlo en asilo en la embajada.
¿Qué se sabe del juicio por violación en Suecia?
El
hecho es que las dos mujeres, en cuyo testimonio la justicia sueca basó
su acusación, nunca han hablado de violación. La única razón por la que
fueron a una estación de policía en Estocolmo en agosto de 2010 fue
para obligar a Assange a hacerse una prueba de SIDA.
Después de
interrogar a las mujeres, la fiscal en Estocolmo, que inicialmente
estaba a cargo del caso, declaró inicialmente que las declaraciones de
las mujeres eran creíbles. Pero los eventos descritos no proporcionaron
ninguna evidencia de delito. Solo la fiscal Marianne Ny de Gotemburgo,
retomó el "caso". Emitió la orden de arresto europea para interrogarlo.
Oficialmente, no se han presentado cargos contra Assange.
El caso
no se cerró completamente hasta noviembre de 2019, con el mismo
argumento que el primer fiscal de Estocolmo: las declaraciones de las
mujeres no proporcionaron prueba alguna de delito.
¿Qué le espera a Assange en caso de ser extraditado a EE. UU.?
Un
juicio en Alexandria, Virginia. Según la ley de Estados Unidos, los
jurados deben reflejar la estructura de la población del estado. El
Pentágono está a solo 20 minutos en coche, el cuartel general de la CIA a
media hora, y hay otras instalaciones de la Comunidad de Inteligencia
en la cercanía. El jurado tendrá mayoría de representantes de estas
instituciones. El caso será visto por la Juez Leonie Brinkema, conocida
por su mano dura. Se permite el uso de pruebas secretas. Aquí los
acusados saben que tienen pocas posibilidades de ser absueltos. Por lo
tanto, la mayoría de ellos hacen un trato con los fiscales: se declaran
en parte culpables, y reciben una sentencia más leve a cambio. Julian
Assange en cualquier caso no puede esperar un juicio justo ante este
tribunal y ciertamente no habrá piedad.
Focas cangrejeras 'Lobodon carcinophagus' nadando bajo un iceberg en la Antártida. La foto del francés Greg Lecoeur ha sido la ganadora del Underwater Photographer of the Year Award. Vía@BoixRichte
El Mobile Social Congress sigue adelante pese a la cancelación del MWC.
La autora analiza la importancia de abordar un cambio urgente en el
sector de la electrónica.
Un año más, en su quinta edición, el Mobile Social Congress
(MSC) tiene lugar en Barcelona. Un congreso paralelo al Mobile World
Congress donde se dan a conocer los impactos sociales y medioambientales
del sector de la electrónica, demandando a fabricantes y organismos
políticos un cambio urgente en el sector con el objetivo de conseguir
una electrónica ética y sostenible.
A pesar de la cancelación del Mobile World Congress de este año, el
MSC sigue en pie. Defendemos la importancia de mantenerlo ya que es
imprescindible seguir dando a conocer estos impactos y alternativas
para conseguir soluciones. Y es que realmente pensamos que todo esto
debería de preocuparle al Mobile World Congress más allá del coronavirus,
pues hay muchas más personas afectadas por estos impactos del sector de
la electrónica, aunque no sea algo contagioso. Sólo en la República
Democrática del Congo se habla de más de seis millones de muertes desde
1998 en el conflicto que se vive en torno a la extracción de los
llamados minerales de conflicto para la fabricación de dispositivos
electrónicos.
Desde el MSC tratamos los impactos de todas las fases del ciclo de vida
de los productos electrónicos. Empezando por la extracción de los
minerales, siguiendo por la fabricación, uso, y por último fin de vida.
Los minerales son extraídos en países ricos en recursos naturales, muchos de ellos países en vías de desarrollo como la República Democrática del Congo.
Estos recursos son explotados y las personas que trabajan en las minas,
incluidos niños, lo hacen en unas condiciones de trabajo duras y
peligrosas. Suelen ser minas militarizadas por el continuo conflicto que
se vive en torno a esta extracción. Y esto está acompañado de
violaciones, deforestación, residuos tóxicos y reducción del hábitat de
animales como gorilas en peligro de extinción.
La fabricación se da principalmente en el sudeste asiático. En fábricas donde a menudo no se respetan los derechos humanos,
produciendo aceleradamente en unas condiciones difíciles de soportar
que han llegado incluso a acabar en suicidios. Además, son comunes las
enfermedades por la manipulación de tóxicos, así como los vertidos de
desechos hacia los ríos y entornos de las fábricas.
El impacto de la fase posterior de uso no es cuanto menos
despreciable. Somos dependientes continuos de nuestros dispositivos
electrónicos. Nos exponemos al control y manipulación de nuestros datos
y de nuestra privacidad. Impactos sociales y sobre nuestra salud, pero
también en el medio ambiente derivados de la energía consumida tanto
localmente como remotamente a través de servidores que usamos con
nuestros clics.
Por último está la fase de fin de vida del producto. Continuamente nos quejamos de que nuestros dispositivos cada vez duran menos.
Generalmente los diseños de los fabricantes no suelen estar pensados
para durar lo máximo posible, que debiera ser el objetivo. De hecho las
reparaciones en muchos casos son más costosas económicamente que su
renovación, y está demostrado que hay fabricantes que controlan la
obsolescencia de sus productos.
Derivado de lo anterior, se calcula que se generan al año aproximadamente 50 millones de toneladas
de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos en el mundo, de los
cuales unos 10 millones de toneladas proceden de Europa. Además, sólo se
reciclan adecuadamente un 20% aproximadamente.
Gran parte de estos residuos son exportados a países en vías de
desarrollo, o sea que podemos decir que extraemos los recursos de estos
países y luego se los devolvemos en forma de desechos.
Auténticos vertederos gigantes como Agbogbloshie en Ghana,
donde las personas, muchas de ellas niños, extraen los metales pesados
poniendo en riesgo su salud por el alto nivel de toxicidad de estos
productos. Los desechos electrónicos además se acumulan en el medio
ambiente, teniendo un grave impacto en el entorno y en la salud de las
personas y animales que conviven en las zonas.
Está claro que es urgente replantear el sistema para conseguir una electrónica ética y sostenible
a lo largo de todas las fases del ciclo de vida de estos productos. Y
para ello, jugamos un papel importante tanto personas consumidoras como
fabricantes y organismos políticos. Por ello, la sensibilización, entre
ellas la del MSC, es el primer paso para seguir demandando una solución.
Escuelas de California tienen publicidad en sus pasillos para paliar los recortes. Las notas de un colegio de Florida lucen el logotipo de McDonald’s. El abogado Tim Wu explica por qué la atención sale tan cara
Peter van AgtmaelMagnum Photos
En 2011, el distrito escolar de Twin Rivers, en el centro de
California, tuvo que afrontar una situación complicada. Aunque nunca
había sido pudiente, se vio profundamente afectado por la crisis
inmobiliaria de principios de la década de dos mil y el colapso financiero del Gobierno estatal.
Para la década siguiente, los colegios estaban recortando no solo en
actividades extraescolares, sino también en ciertas necesidades básicas,
como la calefacción. Un día, en invierno, un alumno publicó una
fotografía del termostato de la clase, que marcaba 44 grados Fahrenheit
(unos 6,7 grados centígrados).
Así estaban las cosas cuando una empresa llamada Education Funding Partners
(EFP) contactó con el consejo de Twin Rivers. EFP ofrecía una manera
tentadora y novedosa de ayudar a resolver los problemas financieros del
distrito por medio de lo que llamaban “el poder de los negocios para
transformar la educación pública”. La empresa, que actuaría como
corredor de bolsa, prometía procurar al distrito hasta 500.000 dólares
anuales de inversión privada. Y, según recalcaron, sus servicios no
tendrían coste alguno. “Dado que EFP se financia exclusivamente gracias a
aportaciones empresariales, en el fondo lo que hace es prestar servicio
a los distritos de forma gratuita”, explicaba la oferta.
A cambio de esa generosidad gratuita, el consejo realmente no tenía
que hacer nada. Solo debía entender algo: que los activos con los que
contaban de por sí los colegios eran más lucrativos que cualquier
actividad para recaudar fondos. Esos activos, en resumidas cuentas, eran
los propios alumnos, a quienes la educación obligatoria convertía en
público prisionero. Si los colegios podían captar su atención con el fin
de educarlos, ¿por qué no vender parte del pastel para mejorar la
experiencia educativa? Lo que proponía EFP, más concretamente, era que
Twin Rivers permitiera la presencia de publicidad empresarial dentro de
los colegios. Más aún —explicaba EFP—, uniría a los estudiantes de Twin
Rivers con los de otros distritos escolares de todo el país para apelar a
marcas más importantes y con bolsillos más llenos (las de la lista
Fortune 500).
EFP prometía al distrito dinero gratis, pero su oferta a los
anunciantes empresariales era igual de seductora: “Abriremos las puertas
de los colegios”, decía, y prometía “acceso de verdad y un engagement o
vinculación profunda por parte del público del entorno escolar”. Los
anunciantes llevaban tiempo codiciando tener acceso directo a los
jóvenes, que son muy impresionables y más influenciables. Establecer una
relación cordial con Coca-Cola o con McDonald’s a edades tempranas
puede proporcionar beneficios que duren toda la vida o, como se dice en
el sector, “dirigir las decisiones de compra y generar conciencia de
marca”. A fin de cuentas, eso era lo que EFP brindaba a sus clientes:
“Un sistema sin parangón para entablar relación con el mercado del
sector educativo”; es decir, la oportunidad de moldear a los
consumidores del futuro.
Twin Rivers no tardó en empezar a entenderlo. “Necesitamos ser
innovadores con respecto a los bienes que tenemos y descubrir cómo
atraer más ingresos”, afirmó una portavoz. En otras regiones del país,
la posibilidad de abrir los colegios a la publicidad comercial había
suscitado un debate público. No ocurrió así en Twin Rivers, donde los
administradores parecieron asumir como un deber la firma del acuerdo,
que tuvo lugar en 2012. “Con la crisis económica, los estudiantes
confían en que encontremos, ahora más que nunca, la forma de sacar el
máximo partido a nuestros recursos”, aseguró el director ejecutivo. EFP,
por su parte, prometió que todos los mensajes serían “responsables” y
“educativos”. Y así fue como se abrieron de par en par las puertas de
los colegios.
Twin Rivers no es más que uno de los numerosos distritos escolares de
Estados Unidos —sobre todo, de zonas pobres o de clase media— para los
que vender el acceso a sus alumnos se ha convertido en una de las
fuentes principales de ingresos. Algunos colegios cubren de anuncios las
taquillas de los estudiantes o el suelo de los pasillos. En Florida, un
consejo escolar aprobó un acuerdo para poner el logo de McDonald’s en
los boletines de calificaciones (quien sacara buenas notas se ganaba un
Happy Meal). En los últimos años, muchos colegios han instalado en los
pasillos pantallas enormes que combinan anuncios internos y publicidad.
El lema del proveedor de una de las pantallas reza así: “Lleva a tu
colegio a la era digital: tiene ventajas para todos”.
Lo que quizá resulte más escandaloso sobre la introducción de
publicidad en los colegios públicos es que no ha despertado ninguna
controversia en los agentes implicados, sino que se ha entendido como
una solución lógica. Existe la creencia de que los acuerdos resultan
ventajosos para todos: reportan unos ingresos que habría sido casi una
irresponsabilidad rechazar. Sin embargo, las cosas no han funcionado
siempre de esa manera. Hubo un tiempo en que, debido a la costumbre o a
las limitaciones tecnológicas, muchos ámbitos de la vida —el hogar, la
escuela y sus correspondientes interacciones sociales— eran sagrados y
estaban resguardados de la publicidad y del comercio. No obstante, a lo
largo del último siglo hemos aprendido a aceptar una situación muy
diferente, según la cual en la medida de lo posible se explotan
comercialmente casi todos los ámbitos de la vida. Como adultos, no
estamos casi nunca en una posición inalcanzable; siempre tenemos cerca
algún tipo de pantalla; rara es la vez que no se apela a nosotros o se
nos vende. Desde esta perspectiva, lo único que está haciendo la
administración escolar es dar a los alumnos una lección de realidad al
exponerlos a lo que, al fin y al cabo, es normal para los adultos, pero
¿de dónde ha venido esta normalidad? Y ¿hasta qué punto es normal?
La situación actual es la consecuencia del espectacular e
impresionante auge de una industria que hace un siglo apenas existía: la
de los comerciantes de atención. Desde sus inicios, la industria de la
atención, en sus múltiples variantes, ha exigido y acaparado cada vez
más horas de nuestra vida, siempre a cambio de nuevas ventajas y
distracciones, por medio de un gran acuerdo que ha transformado nuestra
vida. En el proceso, tanto a escala social como a escala individual,
hemos aceptado una experiencia vital que está mediada en todas sus
dimensiones (económica, política, social y cualquiera otra que se te
pueda ocurrir) de una manera nunca vista en la historia de la humanidad.
Y, aunque al considerar cada acuerdo por separado pueda parecer que
todo el mundo gana, la suma de todos ellos ha llegado a ejercer una
influencia más ambigua pero muy profunda en nuestro modo de vida.
¿Quiénes son exactamente estos comerciantes de atención? La industria
es relativamente reciente. Su origen se remonta al siglo XIX, cuando se
crearon en Nueva York los primeros periódicos que dependían por
completo de la publicidad, y cuando en París un nuevo tipo de arte
comercial, deslumbrante, captó por primera vez la atención de la gente
por la calle. Sin embargo, el auténtico potencial de este modelo de
negocio que transforma la atención en ingresos no se entendería del todo
hasta principios del siglo XX, cuando los responsables de la propaganda
de guerra británica —y no las entidades comerciales— descubrieron el
poder de la atención de las masas.
El teléfono móvil al que llama está apagado o fuera de cobertura...
Phoneboxes: los dispositivos digitales no son bienvenidos en Isla de Man
A medio camino entre Inglaterra e Irlanda se encuentra la Isla de Man, una amalgama de postales marítimas, castillos medievales y bellos paisajes rurales. Para disfrutar de lo que este maravilloso destino ofrece, es necesario activar los cinco sentidos y, sobre todo, desactivar el teléfono móvil.
Para conseguir que los visitantes puedan alcanzar la desintoxicación digital durante su estancia en la isla y disfrutar tanto de su compañía como del entorno, se han instalado las Phoneboxes, unas cajas en las que abandonar con seguridad el smartphone hasta nuevo aviso.
Más de uno se preguntará: ¿Cómo me oriento si Google Maps? ¿Cómo voy a capturar mi viaje sin mi móvil? Que no cunda el pánico, dentro de las Phoneboxes encontrarás alternativas más tradicionales: Una guía completa de la Isla de Man; una cámara; un paquete de postales, cartas y sellos; un mapa de la isla; libros para identificar aves y plantas; prismáticos y lupas; un diario de viaje y un bloc de notas; un inspirador itinerario; y, por último, una guía para alcanzar la desintoxicación digital. Las cajas estarán ubicadas en retiros rurales específicos, de manera que los visitantes no tengan la tentación de recurrir a ellas tan fácilmente. Los lugares escogidos han sido Knockaloe Beg FarmyGlen Helen Glamping.
El JOMO está empezando a dominar el mundo, y las cifras hablan por sí mismas: según aseguran las encuestas, un 83% de los británicos piensa que medidas como estas son necesarias para el bienestar.
En cuanto al ámbito laboral, el 52% de los británicos revisa regularmente los correos electrónicos del trabajomientras está en el extranjero y el 54% continúa trabajando por miedo a acumular trabajo o ver disminuido su rendimiento.
Por otro lado, los smartphones también están afectando a
nuestra forma de viajar: el 29% de los británicos afirmaron que la
distracción digital es la principal razón por la que no pueden
desconectar durante las vacaciones; mientras que un 73% ha confesado de que su estado de ánimo se ve afectado negativamente cuando sus compañeros de viaje pasan demasiado tiempo conectados. Equitación, senderismo, deportes acuáticos, contemplar la vida salvaje, probar la cocina local...
Gozar de una estancia primaveral en Isla de Man libre de móviles es más
que posible, sólo tienes que reservar tu plaza mandando un correo
electrónico a phoneboxes@hopeandglorypr.com. ¿Te unes a la desconexión?
Manifestantes en todo el país han bloqueado vías del tren en solidaridad
con el pueblo Wet’suwet’en, que se resiste a la construcción de un
multimillonario gasoducto a través de su territorio.
Activista indígena mohawk, durante una manifestación en solidaridad con los Wet’suwet’en. Foto: CHRIS HELGREN/Reuters
Cientos de activistas, en su mayoría pertenecientes a Primeras
Naciones canadienses, se han unido, en solidaridad con el pueblo
indígena Wet’suwet’en, a una oleada de protestas. Los nativos
protestan desde hace más de un año contra la construcción de un
gasoducto en su territorio, en la zona occidental del país. Los
manifestantes bloquean varias líneas ferroviarias en todo el país desde
finales de la semana pasada.
El pasado jueves, la empresa estatal de ferrocarriles (CN) anunció
la cancelación de los servicios de transporte de mercancías al este de
Toronto, en la provincia de Ontario, al este del país y a miles de
kilómetros de las tierras Wet’suwet’en. VIA, una empresa ferroviaria
privada, también anunció que suspendía todos sus servicios. También hay
bloqueos en la provincia de Quebec y en la Columbia Británica, a menudo
en reservas indígenas. Se calcula que centenares de miles de pasajeros se han visto afectados por suspensiones y retrasos en los servicios ferroviarios.
«Estas protestas no deberían verse como manifestaciones contra los
gasoductos. En realidad son protestas de pueblos indígenas en todo el
país para decir que no queremos que el gobierno use a la policía montada
para atacar violentamente a personas que viven en sus propios
territorios», afirmó la activista indígena Pamela Palmater en declaraciones a CTV.
El origen de la protesta
La protesta tiene su germen en el conflicto que mantienen los cinco
clanes del pueblo Wet’suwet’en con la empresa GasLink. La compañía
pretende construir un gasoducto de unos 670 kilómetros, conocido como Coastal GasLink, para conectar los campos de fracking
del nordeste de la Columbia Británica con el terminal de exportación de
gas licuado de Kitimat, en la costa de la provincia. GasLink recibió la
adjudicación del gasoducto en 2012, y comenzó los trabajos de
construcción en septiembre de 2019. La obra costará unos 6.000 millones
de dólares canadienses (unos 4.175 millones de euros) y se considera la
mayor inversión privada de la historia del país
Gaslink pertenece a TransCanada, la misma empresa que construye el polémico oleoducto Keystone XL
en Estados Unidos. El gas que transportaría el nuevo gasoducto
pertenece a la empresa LNG Canada, propietaria de la terminal de
exportación.
El pueblo Wet’suwet’en, por su parte, es propietario de unos 22.000
kilómetros cuadrados en el centro de la Columbia Británica. A pesar de
que varios representantes del pueblo han dado su consentimiento a la
construcción del Coastal GasLink, los cinco jefes hereditarios que
gobiernan la pueblo se niegan a la misma.
La clave está en que la empresa ha llegado a un acuerdo con los líderes
que establece la ley canadiense, pero no con los que dicta la ley del
propio pueblo Wet’suwet’en. La división ha sido aprovechada por GasLink,
que asegura que tiene el visto bueno de los pueblo indígenas. La
empresa también ha obtenido el permiso de otros 20 grupos nativos, pero siempre a través de las leyes de Ottawa, y no las de los pueblos nativos.
El conflicto gira alrededor de una carretera forestal que se adentraría en el territorio Wet’suwet’en. Esta es el único punto de acceso para las personas que trabajan en la construcción del gasoducto.
Para evitar el acceso de los trabajadores a la obra, los propietarios de la tierra establecieron varios campamentos a lo largo de la carretera. Uno de ellos actúa como punto de control. Canadá, de parte de la empresaEl 31 de diciembre de 2019, una jueza canadiense se pronuncia a
favor de GasLink, y conmina a los Wet’suwet’en y sus aliados a permitir
el acceso de los trabajadores. Sin embargo, cinco días después, los
jefes hereditarios emiten una orden de desahucio contra la empresa
de transporte de gas. En los días siguientes, la policía montada
constata la aparición de barricadas y árboles cortados impidiendo la
circulación por la carretera.
El conflicto entre la empresa y el gobierno del pueblo indígena sigue
intensificándose hasta que el 5 de febrero, las dos partes, así como el
gobierno de la provincia, anuncian el colapso de todas las
negociaciones. Dos días después, la policía montada
carga, antes del amanecer, contra el campamento y realiza siete
detenciones. Las autoridades Wet’suwet’en denuncian la carga como una
invasión con violencia por parte de la policía canadiense. «Ya estamos
hartos de diálogos, discusiones y negociaciones mientras nos apuntan con
un arma. Canadá viene a colonizar. La reconciliación ha muerto»,
afirmaron en un comunicado.
Inmediatamente después de la actuación policial, el pueblo
Wet’suwet’en comenzó a recibir apoyos. Organizaciones internacionales
como Greenpeace y 350.org mostraron su solidaridad con la resistencia
indígena, e instaron al gobierno de Justin Trudeau a retirar a la
policía montada de la zona. También se unieron a la campaña de
solidaridad las autoridades del pueblo vecino, Nación Gitxsan.
Los Gitxsan estuvieron, precisamente, entre los primeros en bloquear
las vías del tren que cruzan su territorio, una acción que se ha
extendido por todo el país desde entonces.
El economista y político ecuatoriano Alberto Acosta posa para la cámara el día de la entrevista
Tiene la talla de un poema de Cernuda: enjuto y espigado. Camisa a
cuadros bajo una chaqueta negra abierta, zapatillas informales y
calcetines de colores. La cercanía y la sonrisa las trae de fábrica. Y
eso que esta entrevista le rompe la siesta con la que aún se repone del jet lag.
El economista y político ecuatoriano Alberto Acosta (Quito, 1948),
exministro de Energía y Minas (enero-junio 2007) y expresidente de la
Asamblea Nacional Constituyente (noviembre 2007-junio 2008) en el primer
Gobierno de Rafael Correa, lleva apenas unas horas en España. Pero ya
viene de hablar en un máster de Madrid y se prepara para hacer lo propio
en Bilbao el día siguiente, con motivo del ciclo de jornadas Más allá del desarrollo: teorías, enfoques y experiencias para abrir nuevos caminos, organizadas por el instituto Hegoa, de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU). Su ponencia se titula Los buenos convivires en clave posdesarrollista.
Un paradigma, el posdesarrollo, que lleva años repensando y cuyo último botón de muestra es Pluriverso. Un diccionario del posdesarrollo
(Icaria, 2019): “No estamos pensando en una visión hegemónica
dominante, sino en una pluriversidad. Desde lo local y hacia arriba se
abren diferentes espacios de acción, y ahí es dónde estamos viendo la
mayoría de alternativas al sistema”.
¿Qué matices aporta el concepto de ‘buenos convivires’ al buen vivir o vivir bien?
Parte de aceptar la idea básica del buen vivir, destacando que no
podemos asumir una propuesta como mandato único y global indiscutible,
como fue la del desarrollo. El buen vivir hay que analizarlo y
proponerlo en plural, pues depende de cada territorio y de cada
comunidad. No puede haber una visión única y con receta que se imponga.
¿Implica eso que en los buenos convivires tienen cabida, por
ejemplo, los modelos implementados por Rafael Correa en Ecuador y por
Evo Morales en Bolivia, propuestas calificadas por el profesor Antonio
Luis Hidalgo Capitán de ‘estatistas’?
Asumir el buen vivir estatista es poner al mismo nivel una propuesta
de buen vivir que fue vaciada de contenido en los Gobiernos progresistas
de Rafael Correa en Ecuador y de Evo Morales en Bolivia. El buen vivir
fue vampirizado; se le sacó el contenido, se quedó solo el cascarón y
sirvió como una herramienta de propaganda e instrumento de poder. Pero
eso no tiene nada de buen vivir, es simplemente un membrete que servía
para impulsar propuestas desarrollistas. No coincido con Capitán: el
buen vivir en esencia es pragmático, no es un concepto, son vivencias,
experiencias, valores y prácticas. Son prácticas sin teoría y filosofías
sin filósofos profesionales.
Afirmas que hace falta una matriz energética global diferente a la actual. ¿Es una propuesta factible?
Existen matrices energéticas diferentes. Sabemos muy bien que no
podemos seguir la misma senda de la matriz energética sustentada en los
combustibles fósiles. Pero hay que tener mucho cuidado con las falsas
soluciones, como la de la energía sustentada en el litio. Aunque no se
trata solo de la matriz energética, sino de todo lo que representa; por
ejemplo, hay que ir poniendo en cuestionamiento la idea del automóvil
individual. Y lo mismo hay que hacer con el tema agrario, pensar cómo
vamos a garantizar la producción de alimentos con otra matriz energética
más descentralizada, más radial y más basada en la energía solar.
Hablar de otro tipo de organización energética es hablar de otro tipo de
producción y de consumo, y hay que hacerlo transformando la energía en
un derecho, que no sea solo una mercancía.
¿Cómo contemplas el momento actual por el que atraviesa América Latina?, ¿puedes hacer un retrato para toda la región?
Un solo retrato sería complicado, porque cada realidad es diferente.
Pero quizá sí podamos dar unas pocas pinceladas gruesas que nos permitan
establecer una suerte de mínimos comunes denominadores. Empezaría con
una aproximación, realizada por el actual ministro de Universidades del
Estado español, Manuel Castells, quien habló de una suerte de creciente
frustración, particularmente en las nuevas generaciones. La promesa del
bienestar para todos que nos ofreció la Modernidad no vale, no funciona.
Otro punto referencial son los límites que tienen los extractivismos.
Todos los países de América Latina han apostado por economías
sustentadas en la exportación de recursos naturales y todos se
embarcaron en lo que la socióloga Maristella Svampa llama ‘el consenso
de los commodities’; ahora que eso desaparece como opción para
resolver los problemas, las economías tienen graves dificultades y las
sociedades empiezan a convulsionarse. También podríamos sacar otra
conclusión desde la lógica de los extractivismos, y es que lo que han
hecho es ahondar cada vez más en economías y estados rentistas, en
sociedades clientelares y en gobiernos autoritarios. Luego, en cada
caso, hay que ver las explicaciones.
Además, estamos viviendo una etapa de profundas transformaciones y
ebulliciones, en algunos casos hasta sorpresivas, como en Chile: el
ejemplo por excelencia del neoliberalismo, su logro mayor, comienza a
hacer aguas por los cuatro costados. Y el caso de Ecuador incluso para
mí, que soy ecuatoriano, fue una sorpresa porque la movilización de
octubre de 2019 fue tan potente, tan vigorosa, que logró parar el avance
del neoliberalismo. Las movilizaciones de octubre demuestran la
capacidad para reorganizarse, de volver a la ofensiva y de liberar
procesos interesantes.
Es muy complicado hacer una sola lectura, porque por ejemplo tenemos
el caso de Bolivia, con un gobernante con logros y éxitos en casi 14
años en funciones, pero que en 21 días cae su Gobierno. ¿Qué pasó? Lo
mismo se puede decir del caso de Brasil: ¿cuántos años estuvo el PT
(Partido de los Trabajadores)? El Gobierno fue derrotado en las urnas
con relativa facilidad, aunque en este caso está el tema de que a Lula
da Silva le echaron de la carrera, a pesar de que sacaron de la pobreza a
30 millones de personas y se suponía que eso iba a darle fortaleza. En
líneas generales se puede hablar de que el neoliberalismo tiene sus
límites y entra en crisis; pensemos en la Argentina de Macri. Pero los
progresismos también tienen sus crisis.
Al respecto de estos cambios de rumbo político, en América Latina se habla de un fin de ciclo.
Yo no hablaría de fin de ciclo, sino de agotamiento del ciclo. Los
progresismos demuestran en la práctica que no son gobiernos de
izquierda, porque lo único que terminan haciendo es modernizar el
capitalismo, no hay transformación de la matriz productiva. Tanto
gobiernos progresistas como gobiernos neoliberales lo que hacen es
ahondar en los extractivismos, con claras tendencias reprimarizantes de
la economía. El caso de Brasil es el más paradigmático. En ninguno de
esos países hay un intento serio de ruptura de la lógica de acumulación
del capital. No hubo transformaciones y se perdió una oportunidad
histórica.
¿Esa ausencia de ruptura por parte de los gobiernos progresistas explica de algún modo el auge de la extrema derecha?
Nunca hubo un afán de golpear la estructura de poder concentrada, de
profundo raigambre colonial, oligárquica y ahondada con la lógica
neoliberal.
¿La falta de voluntad política es la clave para que no se produzcan dichas transformaciones?
El problema puede ser la falta de voluntad política, pero la presión
social tampoco estaba, porque esos gobernantes, que devinieron en
regímenes caudillistas, lo que menos querían era que esa sociedad
siguiera organizada y autónoma; y eso es otra gran lección. Faltó la
participación de esos grupos autónomos y esos movimientos sociales que
son los que crearon las condiciones para la llegada de los gobiernos de
los regímenes progresistas.
Pero, ¿la gente está dispuesta a dar ese paso y asumir las consecuencias de los buenos convivires?
En muchas partes la gente vive eso, esa experiencia existe. Va a ser
muy complejo hacer el buen vivir con una propuesta de política estatal,
tiene que surgir desde lo comunitario, concreto y específico, porque el
Estado, per se, es una institución de dominación. Y el Estado actual se nutre de la lógica del sistema capitalista.
Antes mencionabas Ecuador, ¿cómo está la situación tras las protestas de octubre?, ¿está debilitado el Gobierno?
Ecuador está muy complicado, porque el Gobierno defraudó a amplios
segmentos de la población. Lenin Moreno fue vicepresidente de Correa
seis años, fue el candidato impuesto por Correa y tuvo todo el
espaldarazo del Gobierno para ganar las elecciones en 2017, pero
prácticamente desde el inicio de su gestión tomó distancia de Correa. En
una primera etapa abrió una serie de expectativas, inclusive para los
movimientos sociales: mayor respeto a la libertad de expresión, a la
libertad de organización, y abrió quizá la puerta para la recomposición
de propio movimiento indígena, que con Correa estaba permanentemente
perseguido, criminalizado y debilitado. Pero Moreno se plegó en muy
pocos meses a los grupos más tradicionales y terminó, hace ya un año y
pico, en las garras del neoliberalismo y del FMI. Este año habrá que
definir las candidaturas, las elecciones son en marzo de 2021 y estamos
en fase preelectoral; pero no hay ahora mismo ninguna otra opción ni
alternativa real dentro del juego democrático.
Ya fuiste candidato a la presidencia de Ecuador para las
elecciones de 2013, por la Unidad Plurinacional de las Izquierdas, una
coalición de partidos y movimientos sociales. ¿Te planteas volver a
serlo?
No, no.
Para analizar a mandatarios como Moreno, Correa y Morales, en
tu discurso sobrevuela el término de ‘régimen caudillista’. En ese
sentido, mantienes que lo sucedió en Bolivia fue un golpe de Estado al
que el propio Evo abrió la puerta.
Sin lugar a dudas.
Es una postura compartida con matices por pensadoras como
Rita Segato o Silvia Rivera Cusicanqui, muy criticada por buena parte de
las izquierdas. ¿Podrías explicarla?
Morales generó algunas condiciones muy preocupantes de debilitamiento
del movimiento indígena boliviano. Es el caso de imponer la carretera a
través del TIPNIS (Territorio Indígena y Parque Nacional
Isiboro-Sécure), atropellando a las comunidades indígenas y a las
condiciones que él mismo aceptó. Esa es una de las explicaciones por las
que el Gobierno se debilita rápidamente, en apenas 21 días. Y luego hay
otras cuestiones adicionales: no podía haber sido candidato por cuarta
vez y lo impuso, generó condiciones para el debilitamiento
institucional. Hubo un referéndum que perdió pero que no aceptó,
buscando una salida que fue afectando a la institucionalidad
democrática. Y, sin lugar a dudas, hubo una manipulación del proceso
electoral; lo mismo que hizo Correa: no respetaron las reglas del juego.
En la Constitución de Ecuador de 2008 prohibíamos la reelección
indefinida, y Correa la reintrodujo. En esos contextos, sin dejar de
lado que haya una ruptura del marco institucional en el caso de Bolivia,
y por eso hablo de golpe de Estado, quienes alimentaron las condiciones
fueron los propios gobernantes.
Y llegados a este punto, ¿qué solución propones en Bolivia?
¿Nuevas elecciones con el MAS (Movimiento al Socialismo) de Morales pero
sin Morales?
Esa es una pregunta más difícil. Tendrá que ser una solución
democrática que deberían resolver los propios bolivianos. La gran
lectura no es quedarnos pensando solo en las elecciones; la solución
está en la construcción de otro mundo desde abajo, en la construcción de
otra historia desde abajo, en volver a los orígenes, a lo comunitario y
en tratar de reconstruir estos países con una mayor presencia y
participación de las comunidades, de los barrios y de las comunidades
campesinas.
Pero mientras se construye desde abajo, ¿qué? ¿Abandonar la lucha por el poder político y que sea cooptado por la derecha?
Pero ese poder no estaba en función de una transformación
estructural. Ese poder de Evo Morales, o de Correa, es el que pacta con
los extractivismos, con las grandes empresas transnacionales, mineras,
gasísticas o petroleras. Incluso el Gobierno progresista del PT no hizo
ninguna transformación, ni siquiera una buena reformar agraria, a pesar
de que contaba con el respaldo del Movimiento de los Sin Tierra, uno de
los movimientos sociales más poderosos de América Latina.
A pesar de estos cuestionamientos, creo que tenemos un montón de
experiencias valiosas que nos llevan a varias conclusiones: el poder no
está en las urnas o, al menos, no está solo en las urnas. Y esa es una
cuestión en discusión ahora en Ecuador. El movimiento indígena,
envalentonado y quizás sobredimensionando su capacidad política
nacional, apuesta más por las elecciones y va a perder poder; porque
tuvo poder y ejerció poder en octubre de 2019 cuando paró al
neoliberalismo, pero no sé si ahora tendrá ese poder para ganar
elecciones. Yo fui candidato, y muchas veces he estado en esos procesos,
y muchas veces nos enfrascamos en los procesos electorales y terminamos
agotándonos, tenemos tremendas derrotas electorales y no construimos
fuerzas capaces de detener la avalancha de este tipo de gobiernos
neoliberales y de derechas. Lo ideal sería no descuidar la organización,
la capacidad de respuesta desde abajo y entender que el poder está más
en las plazas, en las calles y en los campos que en las urnas. Ese es un
reto.
En el momento actual, en América Latina, mencionaría dos casos: las
grandes movilizaciones en Colombia y las de Chile, dos países que nos
están sorprendiendo. La pregunta es ¿qué está pasando en América Latina?
Es una ebullición, sí, pero de qué tipo. Creo que la primera conclusión
es que ya no nos sirven las aproximaciones tradicionales, aquellas
lecturas encasilladas de blanco o negro. Y eso tiene que ver con el
hecho de que las organizaciones sociales y políticas tradicionales están
perdiendo el control de lo que sucede y volveríamos lo que dije antes
de la pérdida de expectativas, de las frustraciones.
En esa discusión de pérdida de fuerza e identidad por parte
de los actores tradicionales de la política, como el Estado y los
sindicatos, pensadores como Enrique Dussel y Ernesto Laclau proponen la
categoría ‘pueblo’. ¿Compartes esa idea? ¿Tiene el pueblo suficiente
peso político y suficiente capacidad transformadora?
Sí tiene peso, pero tal vez es demasiado general. Me quedo con la
categoría que le escuchaba a la socióloga Maristella Svampa ‘sociedad en
movimiento’. Habría que pensar más esto desde los barrios y desde las
propias comunidades; la gente ya no espera que venga ningún iluminado a
que le resuelva los problemas, comienza a buscar respuestas propias. Y
se moviliza en muchos casos sin tener un escenario positivo convocante,
se moviliza porque está frustrada.
Pero esa frustración que mencionas con frecuencia también da
alas a la extrema derecha, con casos como el de Jair Bolsonaro en
Brasil.
Ese es el gran problema. Es también terreno para los fascismos. En el
caso de Bolsonaro no es la única explicación, pues hay que ver todo lo
que significó la teología de la prosperidad, que apuesta más al
individualismo. En el caso de Ecuador, octubre provocó un terremoto en
términos sociales. Hubo cosas positivas, pero hubo otras tremendamente
preocupantes y emergió algo que ya existía, pero con una fuerza que yo
no había visto antes: el nauseabundo racismo. Impresionante. Se ahondó
en las tendencias patriarcales y xenófobas, en este caso contra
venezolanos y venezolanas. En ese escenario aparecen los reclamos por
los gobiernos autoritarios. Todo está en una relación dialéctica. el
movimiento indígena es potente, pero también la respuesta es
tremendamente reaccionaria. Y el Gobierno de Moreno, que es un gobierno
mediocre y muy irresponsable que se entrega al FMI, hace lecturas que le
llevan a conclusiones muy preocupantes: aumentar los movimientos
represivos para evitar que otro movimiento de octubre se repita, así que
se compra gran cantidad de equipos para la policía y las fuerzas
armadas.
Las fuerzas armadas son otro elemento que podemos anotar, pues tienen
un papel cada vez más poderoso y peligrosamente presente en toda
América Latina. Retrocedemos 40 años. Y se ve por todos lados: ¿quién
sostiene en Chile a Sebastián Piñeira?, ¿y en Colombia a Duque?, ¿y en
Venezuela a Maduro?, ¿quién participó en el golpe contra Evo? En América
Latina hay elementos positivos y preocupantes, luces y sombras en un
proceso de ebullición.
En ese retrato de América Latina, el “agotamiento del ciclo” y
el regreso de las derechas que señalas, ¿están relacionados con
situaciones de degradación ecosistémica, como la de la Amazonia?
Se exacerba con Bolsonaro, pero hay elementos de más fondo: la
ampliación de los extractivismos viene de antes. Independientemente de
gobiernos progresistas o neoliberales, hay una ampliación de los
extractivismos y se tiende a reprimarizar las economías. Volvemos a ser
lo que fuimos siempre: países producto, países que están atados a la
evolución del mercado mundial. Estamos quemando el planeta para sostener
la ilusión del desarrollo y no hay tal desarrollo; nos vamos a dar
cuenta cuando ya no haya planeta.
Está ocurriendo algo extraño y fascinante. Una de las estrellas más brillantes que hay en el cielo se está apagando.
Betelgeuse es la undécima estrella más brillante del firmamento. Durante las últimas semanas ha perdido más de la mitad de su brillo.
Betelgeuse es una estrella que podéis reconocer como el "hombro" derecho de la Constelación de Orión.
Desde las observaciones de Sir William Herschel en 1836, sabemos que Betelguese es una estrella variable: su brillo cambia según varía el tamaño y la temperatura de la estrella, pero jamás habíamos observado una caída tan profunda en su luminosidad.
Los astrónomos se han puesto a trabajar con los telescopios más potentes del mundo para intentar resolver el misterio.
A la izquierda tenéis una fotografía de la superficie de Betelguese en enero de 2019. A la derecha, en diciembre de 2019.
Una primera hipótesis es que se trate de una célula de convección. Me explico: en el interior de Betelgeuse, el gas más caliente sube a la superficie, allí se enfría y vuelve a bajar.
El gas más frío emite menos luz y por eso crea regiones más oscuras.
Esas células oscuras se quedan a veces bloqueadas en la superficie por los fuertes campos magnéticos.
Es posible que se haya creado una enorme región de gas frío en la mitad inferior de la estrella y por eso la veamos más oscura...
Pero los científicos también tienen otra hipótesis alternativa. Mirad esta otra fotografía.
Aquí Betelguese es el puntito dentro del círculo negro. Las zonas brillantes que véis alrededor es una enorme nube de polvo cósmico expulsado por la estrella.
Quizás lo que está ocurriendo es que parte de ese polvo haya sido lanzado en nuestra dirección, de tal forma que bloquea parte de la luz y por eso vemos a Betelgeuse más oscura.
Pero nos queda una última cosa por comentar...
Como "super-gigante roja", sabemos q el final de Betelguese será una enorme explosión.
Dada su cercanía, ¡se convertiría en un objeto tan brillante como la Luna! Ocurrirá en algún momento entre ahora y los próximos 100.000 años. ¿Tendremos la suerte de presenciar esa supernova?
Sigue militando a sus 84 años, aunque ahora se ve más
bien como un "letrero" para atraer a gente con ganas de seguir su camino
cuando sus luces se apaguen. José Mujica (1935, Montevideo) fue
presidente de Uruguay desde 2010 a 2015, un breve periodo en el que se
aprobaron leyes impensables en otros países de estas mismas latitudes
como la regulación del mercado de la marihuana, el matrimonio
igualitario o la despenalización del aborto. Pese al desgaste interno,
Mujica se convirtió rápidamente en un icono internacional, señalado como
ejemplo de que la izquierda puede gobernar y, a la vez, conservar altas
dosis de autenticidad.
Fue guerrillero tupamaro,
estuvo 12 años en la cárcel como preso político durante la dictadura,
fue diputado, ministro, presidente del gobierno y ahora de nuevo
senador. Mujica recibe a eldiario.es en su modesta vivienda. Rodeado de
libros, fotografías de líderes como Fidel Castro y de pequeños tesoros
como una réplica del diario que el Che Guevara escribió en Bolivia,
cuenta que sueña con que América Latina tenga "una voz común" en el
mundo que viene.
En estos últimos 15 años, la
coalición con la que gobernó, el Frente Amplio, ha logrado importantes
avances en derechos laborales, reducción de la pobreza o libertades
civiles. ¿Por qué perdieron entonces las últimas elecciones?
Existen
varios factores. En Uruguay, como en todas partes, está operando la
maduración del fruto de la cultura que ha sembrado el capitalismo, que
necesita hacernos compradores compulsivos para perpetuarse y garantizar
la acumulación. Confundimos felicidad y progreso con comprar cosas
nuevas sin plantearnos si somos más o menos felices y gastamos gran
parte de la peripecia de nuestra vida para conseguir esos medios
económicos que nos permiten hacer frente a esa demanda. Siempre vamos
como el burro que persigue la zanahoria.
Además, hay
inconformismo. Tenemos autos como nunca tuvimos y cosas por estilo, pero
no nos alcanza. Y no es lo único. Operan también fuerzas muy
conservadoras que están en contra de las políticas sociales, de las
políticas de reparto, de las miserables políticas que intentamos hacer
para mitigar las desigualdades de nuestras sociedades. Hay gente
convencida de que la justicia es una rémora intelectual y que hay que
aceptar las desigualdades.
En
el país ya hubo ensayos anteriores (de coaliciones), aunque no tan
grandes como este, y después se rompieron. Están apurados por lograr
antes de romperse. Veremos qué pasa. Están operando algunas metodologías
que han aparecido en América Latina.
¿A qué se refiere?
Hay
una tendencia de las fuerzas conservadoras a sustituir los viejos
golpes de Estado por campañas publicitarias, hay una domesticación de la
justicia, una judicialización de la política, tratando de sacar partido
de actos que puede haber más o menos cuestionables, que son
insignificantes en Uruguay, pero existen. Las fuerzas más conservadoras
siempre se han presentado con un halo de moralina y después son la cosa
más podrida que ha existido. Siempre ha sido así a lo largo de la
historia.
José Mujica, en su vivienda durante la entrevista con eldiario.es.
María García Arenales
En el caso de Bolivia la mecha se prendió por un supuesto fraude electoral. ¿Hubo golpe de Estado?
Sí.
Supongamos que fue justa la mecha que se prendió, pero no tiene nada
que ver con todo lo que vino después. En Bolivia, hay una persecución
escandalosa y una resistencia a que la situación se vuelva a encauzar
que rompe los ojos. Es probable que las debilidades del partido al que
pertenece Evo [Morales] le obligaron a forzar una candidatura que puede
ser criticable y que no está bien, pero eso no justifica lo que vino
después. Lo que vino después es espantoso. Ha habido una represión feroz
en Bolivia y los organismos internacionales no dicen nada. La OEA no
dice nada, nadie dice nada, hacen gárgaras con la democracia.
Es
curioso. Cuando alguien medianamente de izquierdas se equivoca o comete
un error es espantoso, cuando gente notoriamente de derechas hace
barbaridades miran para otro lado. Es lo mismo que con Venezuela. Yo
tengo mis discrepancias, pero jamás puedo acompañar la política de
sanciones económicas, porque ya tenemos experiencia. Le pasó a España en
la época de Franco y quien sufrió fue el pueblo español, que pasó
hambre y todo lo demás. La humanidad debe desterrar las sanciones
económicas a un país porque no lo pagan los Gobiernos, lo pagan los
pueblos, que no tienen responsabilidad.
¿Qué opina del proyecto de Juan Guaidó y del Gobierno de Nicolás Maduro?
Guaidó
está haciendo turismo internacional. Tiene mucho apoyo internacional,
pero tiene un problema de gallo enano. En Venezuela es un presidente
decorativo, es todo un papelón. Yo no veo otro camino que una buena
negociación o algo por el estilo, pero a los gritos y al ataque, no. El
problema es encontrar una salida para que el pueblo venezolano no siga
sufriendo, eso es lo primero y no lo otro. Hay una terquedad, dos bandos
que están atrincherados, pero se está conformando una economía paralela
a medida que pasa el tiempo. Teóricamente en Venezuela deberían estar
todos muertos de hambre y no, están mejor hoy que hace un año porque se
van generando mecanismos por aquí y por allá.
La
ceguera de la política internacional no es proclive a solucionar
problemas difíciles, quiere solucionar con imposiciones los problemas
difíciles. Los grandes conflictos tienen siempre dos vías: o se arreglan
militarmente porque uno de los bandos queda derrotado, o el otro camino
es una negociación política. Debe haber una negociación política porque
en el largo plazo no hay un chavismo, hay varios chavismos. Y mire lo
que le voy a decir, con el paso de los años, el chavismo en Venezuela
puede desembocar en algo parecido al peronismo en Argentina, que es un
híbrido entre política y religión, con hondas raíces populares. Lo peor
que hay en la alta política es no aceptar la existencia de realidades
con las cuales hay que lidiar. Hay tantos chavistas, o más, fuera del
Gobierno que los que hay en el Gobierno.
Hace
unos días estuvo de visita en España. ¿Cuál es su opinión sobre el
nuevo Gobierno de coalición progresista de PSOE y Podemos?
Es
difícil, pero me sorprendió porque España estuvo de hecho como un año y
pico sin gobierno y la economía creció un poco, ni mejoró ni empeoró,
es como para hacerse anarquista. Parece que no se precisa tanto
gobierno, las cosas andan solas (risas). No sé… quiero mucho a España,
mi juicio puede estar torcido por el afecto que le tengo. Hay problemas
como en todos los lados, pero yo después de España viajé a Río de
Janeiro y es como cambiar de mundo. Una ciudad gigantesca llena de gente
pobre durmiendo en la calle, con problemas sociales a patadas. Yo sé
que Europa no está contenta, que está disconforme, pero si mirara al
otro lado del charco… Somos complicados los humanos.
Pero también es cierto que en Europa las cosas están complicadas…
Sí,
claro. La señora Merkel nos parecía hace 15 años una vieja conservadora
y ahora la vemos como lo más sensato que hay en Europa. También es
cierto que hay una ultraderecha que se escuda con poses nacionalistas.
Está el Brexit, hay fuerzas que apuntan a deshacer el esfuerzo del
acuerdo europeo por su integración, que para mí fue un esfuerzo
fantástico impulsado por políticos conservadores pero con una visión
geopolítica larga. Falta susto. Eso surgió porque a un lado estaba la
Unión Soviética y al otro, el desafío americano. Hubo gente que tuvo la
claridad de decir no y se puso a construir un acuerdo y terminar con la
guerra y todo lo demás. No es poca cosa, pero la gente tiene poca
memoria histórica. Hay una férula nacionalista que es peligrosa para esa
construcción en un mundo donde aparecen en el horizonte monstruos
geopolíticos. Porque China es un Estado multinacional milenario, porque
la India está ahí y es otro, porque el mundo que va a venir no va a
tener piedad con los más chicos.
Hace unas semanas, unas declaraciones suyas sobre el feminismo generaron críticas. Dijo que el feminismo puede ser "bastante inútil" y no puede "sustituir a la lucha de clases".
Sí,
claro, a muerte, lo pienso así. El feminismo es una reivindicación
importantísima. Pero pará, que hay feministas pitucas [pijas,
adineradas] que tienen sirvientas a las que explotan, que pelean por sus
derechos empresariales y están a la cabeza en las representaciones
políticas. Hay mujeres esclavizadas en los barrios pobres, donde el
patriarcado es más fuerte que en ningún lado. Esas son las que me
preocupan, no solo por ser mujeres, sino por ser pobres y estar
discriminadas por ello. Tal vez en Europa no se den nuestras
condiciones, yo tengo una visión muy latinoamericana. Las que tienen
plata siempre se las van a arreglar, como con el aborto [ilegal], que
castiga a las mujeres pobres, porque las otras pueden acudir a clínicas
que en la clandestinidad operan preciosamente, pero pagando. Que me
perdonen las militantes europeas, cada cual habla en relación al medio.
Yo
reconozco la existencia del patriarcado y el derecho de la mujer, pero
quiero señalar también que hay un problema de educación y hay una
responsabilidad de la mujer en la educación desde los párvulos. Si no
vamos convenciendo a la masa de mujeres más humilde para que opere en
favor de la justicia, no lograremos un cambio efectivo. En las
superestructuras se está dando un cambio y se da por el lado de las
universidades, la capacitación de la mujer… Pero abajo, en la sociedad
pobre, precisamos una maestra que eduque distinto a las niñas y los
niños. Que si la nena quiere subir un árbol la deje o que no tenga que
vestir de rosado. Necesitamos ese cambio. Pero no la podemos asustar,
porque si yo intelectualmente comprendo que una mujer tiene todo el
derecho a gritar la libertad de hacer con su cuerpo lo que se le cante,
si lo digo en esa sociedad, me bajan la cortina y no me escuchan. En
lugar de ayudar a progresar, tengo una respuesta conservadora, y eso es
muy fuerte, sobre todo donde hay un peso religioso. No es tan fuerte en
Uruguay porque es el país más laico de América Latina, pero en el
conjunto de la región sí.
A las que están con bronca les doy un abrazo.
¿Hay algún líder en América Latina que le represente?
Probablemente
hay, yo qué sé. La idea de representación es más o menos, pero tengo
afinidad con el presidente de México –Andrés Manuel López Obrador– al
que tengo mucho respeto, y soy amigo del que está en Argentina –Alberto
Fernández–. Soy amigo de Evo, viejo amigo de Lula… soy amigo de aquellos
que luchan por mitigar las desigualdades. He tratado de cultivar la
relación con gente que piensa distinto. Por ejemplo, traté de ayudar con
el proceso de paz al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, hice
todo lo que pude. En el primer gobierno fui amigo de Sebastián Piñera…
aunque uno tenga diferencias, debe cultivar la relación porque tenemos
intereses comunes.
Los latinoamericanos somos una
nación no conformada que fundamos muchos países porque surgimos de la
independencia cuando se organizaba el mercado mundial y quedamos más
conectados con Europa y con el mundo desarrollado que entre nosotros. Lo
que está por hacerse es que algún día podamos hacer una macro
nacionalidad federal que respete las identidades locales que existen.
Porque, si no, vamos a ser un juguete en el mundo que viene. Deberíamos
aprender portugués obligatoriamente en la escuela y tener un horizonte
de acuerdo federal que nos permita respetar lo local, pero tener una voz
común en el mundo que viene. Yo no lo voy a ver, pero lo sueño.
Respecto
a EEUU, ¿qué opina sobre el giro a la izquierda que parece tomar el
partido demócrata con perfiles como el de Bernie Sanders o Alexandria
Ocasio-Cortez?
Es interesante. Estados Unidos
es tan grande y diverso… hay un mundo universitario muy fuerte, muy
importante, que tiene un peso incuestionable. Y se está dando otro
fenómeno rarísimo, el fracaso de liderazgo de generaciones intermedias.
Hay una cantidad de ancianos que son muy respetados por los jóvenes.
Sanders no es precisamente un nene y sin embargo es el preferido de los
jóvenes. Hay que analizar ese fenómeno.
¿Cree que puede tener una posibilidad real la izquierda en EEUU?
Creo que sí, hay una visión más rica, menos confrontativa. Los lobbies
tienen un peso terrible, pero hay derechas y derechas. Lo de Trump no
es solo una derecha, es una especie de fantasía porque (Charles) de
Gaulle y (Konrad) Adenauer eran de derecha, pero no puedo compararlos
con el señor Trump. La democracia representativa queda como cuestionada.
Si en un país tan importante como EEUU eligen un personaje como este, ¡mamma mía!, lo que está cuestionada es la propia metodología de la democracia representativa.
Sin embargo, Trump tiene muchas opciones de ser reelegido.
Sí, las tiene, porque por ahora la economía anda bien y eso al parecer es muy importante en esa sociedad.
EEUU es uno de los países donde más ha crecido la brecha entre ricos y pobres.
Sí,
como siempre. Ha habido un cambio importante en la economía
norteamericana en los últimos años. El 10 o 12% de la población hace 40
años tenía el 30 o 35% del PIB norteamericano y ahora mucho menos gente
tiene mucho más del PIB, hay un proceso brutal de concentración de la
riqueza. Acá se mide la pobreza con números y eso es falso. El concepto
de pobreza requiere un análisis histórico y social. Ese fuerte proceso
de concentración de la riqueza aumenta la distancia entre la cúspide
económica y el común de la gente. Hay vastísimos sectores de clase media
que quedan estancados y con peligro de derrumbarse y eso produce un
inconformismo fuerte también. Este no es un problema de justicia social,
sino de seguridad.
Y Uruguay, ¿qué males no ha podido resolver todavía?
No
puede haber gente pobre. Si bien Uruguay tiene una franja que es mucho
más baja de lo que hay en América Latina, acá no tendría que haber gente
pobre, y no me refiero solo a pobreza material, sino a pobreza de acá –
dice señalándose a la cabeza– que es la más dura. Uruguay tiene medios
para eso. Tenemos un país que podría mantener a 50 millones de
habitantes. Somos tres y medio y no sabemos lo que vamos a hacer. Es un
país rarísimo, hay más vacas que gente, cuatro por habitante, ¿dónde se
ha visto eso? (risas) y otras tantas ovejas. Entonces uno se pregunta:
"¿Quiénes son los pobladores de Uruguay?"'. Los pobladores son unos
animales grandes y un montón de gente que está estorbando a los bichos.
Si las vacas votaran…
En 2018
usted renunció al Senado para tomarse, según dijo, "una licencia antes
de morir de viejo". Pero en las elecciones pasadas volvió al Senado con
la lista más votada dentro del Frente Amplio. Tampoco ha dejado de
acudir a eventos oficiales y de viajar al exterior. ¿Cómo lo hace con 84
años?
Toda mi vida he sido un militante
social, soy una especie de campesino frustrado, me encanta la tierra,
amo la naturaleza. Saqué la cuenta y llevo 71 años militando, así que
estoy como programado. Sigo militando. Ahora voy a ir al Senado, creo
que no resisto mucho tiempo porque me aburro, pero siempre he dicho que
el mejor dirigente no es el que hace más, sino aquel que cuando
desaparece deja gente que lo supera con ventaja.
Las
causas sociales y populares se van metamorfoseando. Cambian, pero siguen
existiendo. La única manera es perpetuar la lucha por mejorar la
sociedad y eso significa tener gente capaz y comprometida. Hay que
generar instrumentos colectivos y comprometer gente. Ahora estoy
sirviendo como un letrero para que llegue gente que puede servir y que
van a quedar cuando al letrero se le apaguen las luces. Los letreros
están sujetos al almanaque. La única cosa democrática que existe en el
mundo que arregla todo eso es la muerte.
¿Se imaginó una vida tan intensa como la que ha tenido?
No,
se dio porque no nos quedamos quietos. También nosotros cambiamos, nos
insertamos en un mundo con determinadas reglas, soportamos, nos dimos
cuenta de que no íbamos a hacer ninguna revolución pero que teníamos que
seguir luchando porque sobraban injusticias. Yo no le puedo plantear a
la gente común del pueblo un mundo utópico cuando me van a decir: "Mirá,
mañana tengo que pagar la luz". Hay que atender los problemas que tiene
la gente y eso por un lado nos mediatiza, pero también nos humaniza.
Estamos en esto.
La mayoría sentimos que nuestra vida avanza conforme las
decisiones que tomamos. En función del entorno social, podemos vernos
más o menos coaccionados, pero en último término somos nosotros quienes
decidimos. Nuestro futuro es una ramificación de elecciones y en función
de estas tejemos el camino. Pero, ¿y si todo fuera una ilusión? Tenemos
la sensación de que tomamos decisiones, pero esa percepción de la
realidad puede ser errónea. Con este breve artículo buscamos dar un
punto de vista alejado de los eternos debates filosóficos sobre la
materia, existiendo otras disciplinas que se han planteado la misma
cuestión y han llegado a sus propias conclusiones.
El mecanicismo que dominó buena parte
del siglo XX percibía el mundo como resultado de la interacción de las
diferentes entidades del mundo material. En este modelo, el principio de
causalidad de todo suceso quedaba determinado por la física clásica, lo
que chocaba directamente con la libertad humana, pues el libre albedrío
no podría darse en un marco donde la acción no venía dada por la
elección, sino por una relación causa-efecto predefinida. Pierre-Simon Laplace
creó una entidad ficticia conocida como el Demonio de Laplace para
explicar este fenómeno, conocido a su vez como determinismo causal o
cientifico. Según él, si este ser tuviera el conocimiento de la
ubicación exacta en un momento determinado de cada átomo del universo,
podría obtener sus valores pasados y futuros gracias a la mecánica
clásica, proveniente de las leyes de Newton.
Obviamente, obtener este conocimiento de todas las partículas del
universo está fuera de nuestro alcance y tampoco existe un Demonio de
Laplace al que vender nuestra alma para solicitárselo. Lo importante de
esta idea es entender que, de obtener estos datos, podríamos conocer la
evolución pasada y futura de estas partículas. Esto quiere decir que no
existe el azar, que el futuro está predeterminado.
«Una inteligencia que un momento
determinado conociera todas las fuerzas que animan la naturaleza, así
como la situación respectiva de los seres que la componen, si además
fuera lo suficientemente amplia como para someter a análisis tales
datos, podría abarcar en una sola fórmula los movimientos de los cuerpos
más grandes del universo y los del átomo más ligero; nada le resultaría
incierto y tanto el futuro como el pasado estarían presentes ante sus
ojos». Pierre-Simon Laplace
Quizás es más asumible aplicar este
razonamiento a los fenómenos meteorológicos, a la trayectoria de los
cuerpos celestes o al movimiento de las placas tectónicas, pero ¿son
acaso distintas las conexiones neuronales? Las sinapsis nerviosas, al
igual que las pilas comunes, tienen lugar debido a una serie de procesos
químicos y eléctricos; neurotransmisores y potenciales de acción en las
primeras, e hidróxido de potasio y corriente continua en las segundas.
En conclusión, los cálculos matemáticos utilizados para prever lo que
tardará en rotar Mercurio alrededor del Sol, pueden usarse para predecir
el comportamiento humano.
Muchas personas no comulgaban (ni
comulgan) con esta visión determinista del mundo. La capacidad de elegir
es el rasgo particular que marca la línea divisoria entre nosotros y el
resto de los animales. ¿Es asumible su pérdida? Algunas religiones
teístas como el cristianismo instan a que obremos bien, a que elijamos
el camino correcto discerniendo entre el bien y el mal. ¿Qué lógica
tendría que estas decisiones estuvieran predeterminadas? ¿Tendría
sentido una recompensa o castigo si no podemos elegir? Credos más
recientes como el liberalismo tienen sus cimientos aposentados sobre la
libertad del individuo, defendiendo esta en todas sus vertientes
(económica, política, social, etc.). ¿Qué ocurriría si la premisa básica
no fuera real? René Descartes expuso con el dualismo
cuerpo-alma una clara diferencia: se debe hacer una escisión entre el
soma y la psique, la cual no está sujeta a las leyes físicas. De acuerdo
con esto, las decisiones no están condicionadas de antemano y las leyes
newtonianas solo podrían aplicarse a aspectos puramente somáticos y no
conductuales. El alma es lo que hace que el libre albedrío vuelva a ser
nuestro rasgo característico.
Sin embargo, la ciencia más reciente no
apoya estas visiones, pues se ha comprobado que la estimulación
eléctrica de nuestro cerebro condiciona las acciones (y por tanto
decisiones) posteriores. Así pues, la decisión es resultado de un
proceso interno que no es decidido; la iniciativa que creemos tener al
escoger no es tal, pues tampoco nosotros iniciamos intencionadamente
este proceso.
El quid de la cuestión radica en ser
capaces de confrontar nuestro propio sentimiento de libertad. Si te
preguntan por qué haces lo que haces, dirás que porque así lo eliges,
porque eres libre. Pero la libertad no puede resumirse (aunque es
cotidianamente entendida de esta manera) como la capacidad de actuar
según nuestros deseos. Un animal sediento desea beber y bebe. Aun si
pudiéramos elegir nuestros deseos, estos no son más que sensaciones
resultantes de reacciones químicas y, desde luego, no son libres. Se
podría creer que es libre albedrío decidir no comer pese a tener hambre,
pero si mi pensamiento es el de no comer aún con hambre, ese
pensamiento es fruto de una respuesta química predeterminada y la
percepción de libertad un significado que le hemos dado a esta
sensación. Ir en contra del instinto de autoconservación o del principio
de placer de Freud no nos hace libres, pues no somos
inalterables y nos adaptamos a las circunstancias. La flexibilidad
cognitiva permite que una norma general no se convierta en absoluta,
pero es la bioquímica quien lo decide; además, dicha flexibilidad no
implica libre elección. Un ordenador puede presentar un abanico de
posibles respuestas a un problema, siendo una más adecuada que las demás
en términos de tiempo o consumo energético, entre otros. Sin embargo,
al tratarse de un sistema flexible, la Inteligencia Artificial (IA)
puede dar varias resoluciones al conflicto presentado. Si esta IA no es
autónoma (y de serlo tuvo que programarse), la decisión la determinan
los comandos que ingresemos en la consola de control. En el caso de los
seres humanos, esos comandos que inician (y no al revés) el proceso de
decisión no son libres, pues no podemos controlarlos al igual que no
podemos controlar los movimientos peristálticos del estómago.
Se ha comprobado en varios experimentos
la existencia de actividad neuronal antes de que el paciente tome una
decisión. El escáner cerebral puede detectarla incluso antes de que el
paciente manifieste su elección, antes de desear lo que hará después. Y
aunque efectivamente toma una decisión, esta no es tal y como nosotros
la entendemos. La reacción bioquímica nos hace sentir que deseamos algo,
y ante este estímulo interno respondemos llevando a cabo la acción que
queremos, pudiendo satisfacer o no el deseo que inicia el proceso.
Dentro del abanico de opciones posibles elegimos, por eso creemos actuar
con libertad.
Algunas instituciones han empezado a
rentabilizar estos descubrimientos, como la Agencia de Defensa
estadounidense DARPA, que dio luz verde en el año 2013 a la iniciativa
BRAIN (Brain Research through Advancing Innovative Neurotechnologies),
con la que se han desarrollado los primeros implantes cerebrales para
mejorar la memoria. Estos dispositivos generan impulsos eléctricos que
replican el mecanismo biológico por el cual se forman los recuerdos. Con
el paso de los años la tecnología se ha ido afinando, dando lugar a un
nuevo programa de aplicación militar conocido como TNT (Targeted Neuroplasticicty Training)
que busca optimizar el rendimiento de los soldados. También se han
utilizado para tratar exitosamente trastornos como la depresión, entre
otros.
Como vemos, las decisiones libres que
creemos tomar no son más que la interpretación romántica de un suceso
que escapa a nuestro control, pero perfectamente modificable y
controlable por fuerzas externas si estas tienen el conocimiento
necesario. Los seres humanos necesitamos darle un significado a nuestros
actos, y admitir que somos meros algoritmos puede resultar inadmisible e
incluso insultante.
«La palabra sagrada «libertad» resulta ser, al igual que «alma», un
término vacuo que no comporta ningún significado discernible. El libre
albedrío existe únicamente en los relatos imaginarios que los humanos
hemos inventado». Yuval Noah Harari.