En la ciudad de San Francisco, en California, los vecinos llaman al teléfono de atención ciudadana alrededor de 65 veces al día para denunciar las heces humanas que se acumulan en calles y aceras. En total se han registrado 14.597 llamadas por esta razón al teléfono 311 de atención al ciudadano entre el 1 de enero y el 13 de agosto, según publica el San Francisco Chronicle.
Ahora, las autoridades de la ciudad han decidido tomar cartas en el asunto para tratar de solventar el problema que San Francisco tiene con los excrementos. A partir del mes que viene, un equipo de cinco empleados del departamento de obras públicas recorrerá las calles del barrio más afectado por este problema, el de Tenderloin, en un vehículo equipado con un limpiador a vapor. Patrullarán por las callejuelas limpiando los montones de heces antes de que los ciudadanos tengan la oportunidad de quejarse sobre ellos.
El problema de de las heces se ha convertido en un asunto clave para la nueva alcaldesa London Breed, que creció en una casa de protección oficial en San Francisco. «Diría que hay más heces en las aceras de las que nunca haya visto creciendo aquí», dijo a la NBC en una reciente entrevista. «Es un gran problema, y no solo estamos hablando de caca de perro, hablamos de heces humanas».
Las heces amontonándose en las aceras son un síntoma de un problema mucho mayor. San Francisco está en plena emergencia de su mercado de viviendas. El alquiler medio por una vivienda de dos habitaciones es de 3.090 dólares al mes, más del doble que la media nacional de 1.180 dólares y un reciente informe averiguó que solo un 12% de las familias de la ciudad pueden permitirse comprar una casa allí.
Debido a diversos factores, entre los que se incluyen una escasez de viviendas asequibles y carencias en el sistema de cuidado mental estadounidense, hay más de 7.400 personas que están sin hogar en la ciudad y muchas de ellas ni siquiera tienen acceso a cuartos de baño u otras necesidades básicas.
En febrero, el equipo de investigación de NBC Bay Area pasó tres días vigilando 153 bloques del centro de San Francisco para ver qué encontraba. La búsqueda reveló jeringuillas, basura y heces en concentraciones comparables a las de algunos de los barrios chabolistas más pobres del mundo.
El problema de las heces no solo es antiestético, sino que además es potencialmente peligroso.
Cuando la materia fecal se seca, algunas de las partículas que contiene se transportan vía aérea y pueden contagiar virus como el rotavirus, la causa más común de diarrea grave en niños de hasta 5 años. Respirar esos gérmenes puede ser fatal, según el Doctor Lee Riley, experto en enfermedades infecciosas en la Universidad de California en Berkeley. Hace un año en Los Ángeles, un brote de hepatitis A fue relacionado con la falta de retretes accesibles para los 50.000 sintecho de la ciudad.
En San Francisco, Breed y el director de Obras Públicas, Mohammed Nuru, concibieron la idea de la «brigada anticaca» mientras hablaban sobre la suciedad de la ciudad. «Estamos intentando ser proactivos», declaró Nuru al Chronicle. «De hecho estamos saliendo a buscarla».
Fuente: https://insurgente.org/tapense-las-narices-si-deciden-abrir-esta-noticia-se-introduciran-en-la-ciudad-yanqui-de-san-francisco-donde-abunda-la-mierda/
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