EFE |
La velocidad a la que están desapareciendo los insectos es ocho veces mayor que la de los mamíferos, aves y reptiles, señala un informe. Su extinción puede destruir el medioambiente. Planteamos cinco preguntas y una solución para revertir el problema.
¿Es muy grave?
Es extremadamente grave. Según algunos indicadores, la
crisis en torno a la pérdida de biodiversidad es aún más profunda que la
del cambio climático. Desde los albores de la civilización, la humanidad ha provocado la desaparición del 83% de los mamíferos salvajes. En los últimos 50 años, la población de mamíferos, aves, reptiles y peces ha disminuido en un 60%.
¿Qué es la sexta extinción masiva?
Muchos científicos creen que la aniquilación actual de la fauna silvestre
en todo el mundo marca el inicio de la desaparición masiva de especies
en la Tierra. En los últimos 4.000 millones de años se han registrado
cinco desapariciones masivas como consecuencia de impactos de
meteoritos, largas edades de hielo y erupciones volcánicas de gran
magnitud. Sin embargo, la extinción actual no es el resultado de
fenómenos naturales sino de la actividad de los seres humanos.
¿Y cuál es la situación en el caso de los insectos?
Los estudios más actuales sobre la situación de los insectos a escala mundial evidencian que su situación es todavía más grave,
ya que la proporción de especies de insectos en declive es el doble que
para los vertebrados. La desaparición de los insectos se ha producido
de forma gradual en el último siglo pero todo indica que en las últimas
décadas ha empeorado.
¿Es relevante?
Sí. Hay
más de un millón de especies de insectos, en comparación con solo 5.400
especies de mamíferos, y son la piedra angular de todos los ecosistemas
terrestres. Sin ellos, se produciría lo que los científicos llaman una
"cascada trófica de toda la cadena", en la que los efectos de la
desaparición de insectos afectarían a toda la cadena alimenticia,
arrasando a los animales de los eslabones superiores. Sin ecosistemas
saludables, no hay aire y agua puros.
¿Por qué no nos hemos percatado antes?
Si
bien es cierto que si vamos al campo en automóvil todos nos podemos
percatar de que en las últimas décadas ha disminuido la cantidad de
insectos en los parabrisas, para sacar conclusiones científicas sólidas
es necesario una investigación rigurosa y prolongada en el tiempo.
En
este sentido, se ha hecho relativamente poco. Por su pequeño tamaño,
los insectos a menudo son difíciles de identificar, y lo cierto es que
son mucho menos carismáticos que los elefantes o las águilas. Para
empeorar la situación, precisamente ahora que es cuando necesitamos más
información, los investigadores señalan que se están produciendo
recortes en los cursos de entomología.
¿Qué podemos hacer?
En
última instancia, la desaparición de fauna y flora guarda relación con
el tamaño de la población humana y la cantidad de tierra que utiliza
como alimento, así como por el consumo de energía y otros bienes. Es
importante proteger el hábitat natural como también lo es reducir el
impacto de la agricultura industrial basada en productos químicos.
Combatir el cambio climático también es clave, especialmente para las
numerosas especies de insectos en los trópicos.
Así que sería de ayuda que los ciudadanos exigieran a los gobiernos que
adopten medidas, como también contribuiría a revertir la situación que
coman menos carne y productos lácteos de cultivo intensivo y reduzcan
los desplazamientos en avión.
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