viernes, 8 de diciembre de 2017

Nuestro camino en la carretera del progreso

Resultado de imagen de manifestaciones fascistas en polonia

60.000 Nazis toman las calles de Varsovia a favor de la Independencia de Polonia

....
   Poco después de 1989, la limpieza étnica en los Balcanes y Ruanda, así como el resurgir de partidos de extrema derecha en Italia y Austria, y de grupos neonazis antiinmigrantes en la nueva Alemania reunificada, nos mostró que íbamos a enfrentarnos a políticas autoritarias, enconados prejuicios étnicos y nacionalismos extremos, cuandoquiera y dondequiera que se dieran las condiciones para su reaparición, por muchas veces que nos hubiéramos dicho "nunca más". Las guerras en Chechenia, Afganistán, África y América del Sur de la década de 1990 revelaron la existencia de grandes cantidades de personas, bandas armadas, traficantes de armas, traficantes de seres humanos, señores de la droga, mafias y empresas privadas de seguridad que estaban arrebatando el monopolio de la violencia a Estados tambaleantes... precursores de los terroristas y "lobos solitarios" del siglo XXI, que quieren borrar las desdibujadas fronteras entre lo civil y lo militar.
   El fácil acceso a las armas de asalto en Estados Unidos siempre tuvo posibilidades de ayudar a la privatización de la violencia. El asesinato de 168 personas en Oklahoma City por Timorhy McVeigh, el 19 de abril de 1995, parece ahora un primer indicio del submundo de rabia política, teorías conspiratorias y paranoia que hoy estalla. En un artículo para el periódico de una ciudad pequeña escrito en 1992, McVeigh, por entonces un joven veterano de la Primera Guerra del Golfo, previó aterradoramente nuestro presente demagógico:

   ¿El racismo va en aumento? Sin duda alguna. ¿Es esto el desahogo de las frustraciones estadounidenses? ¿Es una frustración válida? ¿Quién tiene la culpa de semejante follón? En el punto en el que el mundo ha visto vacilar al comunismo como sistema imperfecto para organizar a la gente, la democracia parece dirigirse por la misma vía. Nadie está viendo el "gran" cuadro.

   La crisis financiera asiática de 1997, que hundió a varios países en el caos y el sufrimiento masivo, demostró, más de un decenio antes de la crisis económica euro-americana de 2008, que las finanzas móviles y especulativas podían ser tan desvastadoramente impredecibles y hostiles al orden sociopolítico como las armas de guerra. La irrupción del odio fundamentalista del 11/S quebró brevemente las celebraciones de un mundo benignamente globalizado por el capital y el consumo, exponiendo ese paraíso al infierno de la inseguridad a escala global...

Pankaj Mishra

No hay comentarios:

Publicar un comentario