Francisco Louça fue coordinador del Bloco Esquerda durante siete años |
Muy crítico con la deriva neoliberal europea y el euro, explica a El Salto las medidas que está tomando Portugal para salir de la crisis contradiciendo las exigencias del FMI. Pero también avisa: "El fin del Quantitative Easing [el plan de compra de activos del Banco Central Europeo] provocará una nueva recesión en Europa".
A España llegan noticias que apuntan a que Portugal está saliendo de la crisis con medidas antiausteridad, ¿qué hay de cierto y qué limitaciones tiene?
El Gobierno, desde hace dos años, empezó una política moderada de expansión económica, pero con un efecto político y social muy fuerte: el alivio de la gente. En Portugal ya no se tiene la presión y la incerteza de que les van a bajar los salarios y las pensiones. Más bien al contrario, se están incrementando. El salario mínimo se ha incrementado un 20%, lo que ha producido un aumento en la demanda agregada y por lo tanto un aumento en el empleo. Tampoco habrá más privatizaciones. Fue una de las cosas que se cerró en el acuerdo de gobierno. También hay un aumento de las exportaciones y el turismo y, aunque estos dos factores nos vienen dados por el exterior, tienen un impacto importante en la economía. Toda una serie de factores que producen una reconstrucción del poder de decisión política que, por ejemplo, permiten que se paren las privatizaciones.
Ahora bien, es moderado y limitado porque en el sector financiero, que por la presión de la Troika y de la vertiente neoliberal europea está totalmente privatizado, a excepción del principal banco nacional, está en manos extranjeras. Un 80% de nuestra banca está en manos de españoles, chinos, americanos... Un porcentaje de los más altos de Europa. Esto sí que lo tuvo que aceptar el Gobierno de Portugal. Por lo que es cierto que hay un crecimiento económico, pero con muchas limitaciones en temas estructurales como la deuda externa y la vulnerabilidad al exterior y del sistema bancario.
¿Por qué Portugal es capaz de hacer un cambio que Grecia no ha podido?
Grecia aceptó un plan de destrucción de su seguridad social y de subidas de impuestos, en unas condiciones políticas muy excepcionales. Aquí el Partido Socialista, al contrario que hizo el PASOK en Grecia, pactó con la izquierda por primera vez en su historia. Fue una alianza que les obligó a no subir impuestos y parar privatizaciones. Esto les ha dado unos resultados económicos positivos que han hecho que el Partido Socialista se afiance en el centro y que, según los sondeos, volvería a ganar. La izquierda se mantiene muy fuerte y la derecha se ha destrozado.
Hemos visto como en el Reino Unido, después del Brexit, el Partido Laborista de Corbyn ha sacado su mejor resultado en años, ¿es esta una vía a seguir por la izquierda europea?
La situación de Reino Unido es especial porque no están en el euro. Además es una gran potencia industrial y financiera, por lo que no tiene la misma presión que Portugal o España. Es muy significativo ver cómo tienen la oportunidad de intentar darle la vuelta a tantos años de neoliberalismo, pero no creo que sea un escenario que puedan imitar otros países.
¿Qué crees que pasará cuando Mario Draghi, tal y como ya ha anunciado, deje de comprar deuda, suba los tipos de intereses y finalice el Quantitative Easing (QE)?
No está decidido cómo va a ser todavía, pero es que además se juntan dos decisiones muy importantes: la sustitución de Draghi y el fin del QE. Las dos pueden conjugar en algo muy peligroso. Porque una subida en los tipos de interés sumado al fin de la política monetaria con el QE provocará una recesión en Europa.
El euro, que ya crea desigualdades, es una máquina de destrozar economías de países con problemas de balanza exterior o de deuda importantes. Si hay una política monetaria recesiva tendremos inmediatamente una nueva crisis en el sur de Europa.
¿Cuál sería el paliativo para no caer o poder sobrevivir en esas crisis?
La única posibilidad es tener un margen de maniobra para defenderse. Se debe tener preparado un plan b para salir del euro, tener un banco central independiente que pueda tener una política monetaria propia que estimule la economía, todo ello sin las restricciones que nos están siendo impuestas. Esto necesita mucha preparación técnica, pero también una preparación social y política que logre una mayoría democrática en cada país. Pero no hay una salida volviendo a las mismas privatizaciones y recetas de antes. Además, las próximas privatizaciones, ya que no queda casi nada público, serán la salud y la seguridad social.
Esos tipos de interés también afectarán al pago de la deuda. Portugal tiene una deuda del 120% de su PIB.
Algo más, pero vamos a disminuirla a final de año con unos pagos anticipados al FMI. Pero esa es la deuda pública, la parte privada es mayor incluso que la de Grecia. Una subida de los tipos de interés a la hora de refinanciar esas deudas se traducirá en una pérdida enorme de los recursos de Portugal que llevarán a una austeridad aún mayor.
¿Qué plan tenéis para esta deuda?
Hay un grupo de trabajo del Bloco Esquerda con los grupos parlamentarios socialistas para proponer un plan de reestructuración. Tenemos un plan técnico detallado, firmado por el Partido Socialista, que plantea un método para reestructurar la deuda existente con una tasa de interés más baja, a la vez que se aumentan los plazos. Esto permitiría que el valor actualizado de la deuda disminuya al 90%, lo cual no llegaría todavía para el tratado presupuestario europeo, pero sería una disminución de casi un 40% de la deuda. Ahorraríamos unos 60.000 millones de euros en deuda.
En algunos países donde crece la desigualdad vemos como la extrema derecha está creciendo. En Portugal no ha pasado.
No, en Portugal no tienen ningún papel. Creo que hay que tener en cuenta las condiciones estructurales. En Portugal no hay ese sentimiento de crisis de régimen, como la que está sufriendo España con Catalunya. Hay una base popular muy fuerte de la izquierda, entre el Bloque Esquerda y el Partido Comunista suman casi un 20% de los votantes, por lo que las bases populares se sienten representadas. No hay una presión por la inmigración muy fuerte, es más, Portugal tiene una gran emigración. Hay muchos portugueses por Europa que sufren esas presiones, como le pasa a españoles o griegos. Pero todo esto hace que haya una concepción distinta del problema y no es que no haya racismo, que lo hay, pero no es un contexto diferente el de la clase obrera española.
Con todos los acontecimientos que están ocurriendo ahora mismo en Europa, ¿cómo ves Portugal y Europa en diez años?
Es muy difícil pronosticar, en diez años sufriremos una o dos nuevas crisis financieras globales. La última crisis nos costó un retroceso de 10 años, más paro estructural, precarización laboral, más desigualdad social y de género. Esto lleva a una financiarización de la política y a la desconfianza en la democracia, porque la gente puede llegar a pensar que para qué van a votar si no sirve de nada, lo cual nos puede llevar a poderes políticos mucho más jerárquicos y agresivos, como podemos ver en la respuesta de España a Catalunya.
Eso es lo que pasa ahora mismo y seguirá pasando si no hay una izquierda social con un proyecto alternativo que sea integrador, movilizador, que de confianza a la gente. Que pueda ofrecer un gobierno basado en la lucha popular y en una respuesta anticapitalista.
Fuente: https://elsaltodiario.com/portugal/francisco-louca-entrevista-bloco-esquerra-sufriremos-nuevas-crisis-financieras-globales
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