Un informe del organismo internacional propone utilizar la política fiscal para atajar el problema de la obesidad y la diabetes
Una revista científica ha revelado esta semana que Coca-Cola y Pepsi pagaron a organizaciones médicas para tapar sus vínculos con estas enfermedades
Un 39% de los adultos tenía sobrepeso en 2014 y la obesidad afecta a más de medio billón de personas en el mundo
El último informe
de la Organización Mundial de la Salud (OMS) propone a los países que
suban los impuestos a las bebidas con azúcar para reducir su consumo y
así ayudar a atajar el problema de la obesidad, la diabetes del tipo dos
y las afecciones de los dientes.
Un 39% de los adultos tiene sobrepeso
México y Hungría como ejemplos
Una revista científica ha revelado esta semana que Coca-Cola y Pepsi pagaron a organizaciones médicas para tapar sus vínculos con estas enfermedades
Un 39% de los adultos tenía sobrepeso en 2014 y la obesidad afecta a más de medio billón de personas en el mundo
La OMS pide emplear la política fiscal para reducir el consumo de refrescos. EFE |
El organismo hace
esta petición un día después de que una revista científica
norteamericana revelara que dos de los principales fabricantes de
refrescos, Coca-Cola y PepsiCo, financiaron a 96 organizaciones promotoras de la salud en EEUU con el objetivo de minimizar la concienciación sobre el vínculo entre las bebidas azucaradas y la obesidad.
Dice la OMS que emplear la política fiscal en este
sentido, con incrementos de al menos el 20% en el precio de venta de
refrescos y zumos, podría traducirse en un descenso en la misma
proporción del consumo, según el informe 'Fiscal policies for Diet and
Prevention of Noncommunicable Diseases (NCDs)'.
"El
consumo de azúcares libres es el principal factor que influye en el
aumento de la población con obesidad y diabetes", ha dicho el doctor
Douglas Bettcher, director del departamento de la OMS encargado de este
área. “Si los gobiernos gravaran estos productos, podrían salvar vidas,
además de ahorrar en costes de sanidad e invertirlos en otros servicios
de salud".
El descenso del consumo de estos productos
implica una caída en la ingesta de azúcares libres (monosacáridos, como
la glucosa, y disacáridos) añadidos y de otros que naturalmente
presentan los concentrados de zumo, por ejemplo.
Un 39% de los adultos tiene sobrepeso
En 2014, un 39% de los adultos mayores de edad tenía sobrepeso. La
prevalencia de esta enfermedad se ha duplicado desde 1980: el 11% de los
hombres y el 15% de las mujeres (que suman más de medio billón de
personas) presentaban obesidad.
Se estima, además que
42 millones de niños y niñas menores de 5 años estaban por encima de su
peso o eran obesos en 2015, lo que supone un incremento de 11 millones
en los últimos 15 años. Casi la mitad de estos menores vivían en Asia
(48%) y uno de cada cuatro en África.
El número de
enfermos de diabetes también se ha multiplicado entre 1980 y 2014,
concretamente por cuatro: de 108 a 422 millones. La patología fue la
causa directa de muerte de 1,5 millones de personas solo en 2012.
“Nutricionalmente, las personas no necesitan tomar azúcar. La OMS
recomienda que, si se consumen, deben constituir menos del 10% del
aporte de energía. Esto es menos de una ración (250 ml) de una bebida
azucarada normalmente consumida al día", resumen el doctor Francesco
Branca, director del Departamento de Nutrición para la Salud y el
Desarrollo de la OMS (WHO, por sus siglas en inglés).
El informe del organismo señala que hay grupos más sensibles al
gravamen de estos productos, como personas jóvenes o que normalmente
consumen comidas poco saludables o familias con bajos ingresos. La
subida del precio de consumo dificultaría especialmente a estos
colectivos, dice la OMS, el acceso a estos productos.
México y Hungría como ejemplos
La Organización Mundial de la Salud recomienda, en general, utilizar la
política fiscal para castigar el consumo de productos poco saludables
y, en el sentido contrario, favorecer la elección de alternativas más
sanas. El organismo calcula, por ejemplo, que una reducción del precio
de las verduras y las frutas de entre un 10 y un 30% impulsaría su
consumo.
México ya aplica un impuesto extra a las
bebidas no alcohólicas con azúcares añadidos y Hungría grava los
productos con altos en niveles de azúcar, sal o cafeína. Otros como
Reino Unido, Sudáfrica o Filipinas han anunciado que lo harán
próximamente.
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