Cientos de españoles huían en el 36 del terror franquista y 
encontraron la salvación en el arrojo humanitario de un militar luso: 
Antonio Augusto Seixas
El teniente Seixas creó un campo de refugiados donde acumuló a 1.020 personas "sin el conocimiento oficial del Gobierno portugués"
Un reguero de refugiados españoles escapa del terror 
golpista. Atienden la frontera con Portugal como única salida. Y como 
ratonera enrejada al empuje de las tropas rebeldes de Franco y el cerco 
tangible de la dictadura de Salazar. Condiciones extremas que hacen 
improbable la peripecia desesperada del exilio. La historia, en cambio, 
deja una cláusula atada a un nombre: el teniente Seixas. Desobedeció a 
su Gobierno y salvó la vida a 1.020 republicanos.
Traspasar a raia para seguir vivo
Todo, "con el consentimiento" de Seixas
Fuente: http://www.eldiario.es/sociedad/Schindler-portugues-salvo-millar-republicanos_0_566944095.html
El teniente Seixas creó un campo de refugiados donde acumuló a 1.020 personas "sin el conocimiento oficial del Gobierno portugués"
| Antonio Augusto Seixas. ARQUIVO E BIBLIOTECA MUNICIPAIS DE SINES | 
Conocido como el Schindler portugués, la hazaña humanitaria de Antonio 
Augusto Seixas antecede sin embargo a la realizada por el empresario y 
espía alemán. Cuando el 'ángel' luso se jugaba el pellejo en el 36, 
Oskar Schindler siquiera pertenecía al partido nazi encabezado por Adolf
 Hitler. Pero ambos acabaron salvando la vida a más de un millar de 
personas. Cada uno.
Fracasado el golpe de Estado de julio de 1936, las 
fuerzas rebeldes optan por un camino sin retorno: aniquilación del 
adversario social y político. Genocidio. El ejército de África siembra 
en los pueblos un luto interminable. Miles de asesinatos en Sevilla, 
Cádiz y Huelva, la masacre de Badajoz…
El avance 
inexorable de la guerra produce "un estado de pánico generalizado que 
llevó al abandono masivo de las poblaciones", cuenta el historiador 
Francisco Espinosa Maestre. "En cuestión de semanas miles de personas se
 encontraron en la terrible situación de no saber qué hacer ni a dónde 
ir".
Traspasar a raia para seguir vivo
Traspasar  a raia
 supone entonces agarrar alguna opción de seguir vivo. Pero en el 
horizonte está la trampa de Oliveira Salazar. Mirar atrás supone caer 
cosido a balazos en una tierra que Francisco Franco agujerea con fosas 
comunes. La diáspora reúne a "unas ocho mil personas" que buscan 
refugio. Y en plena encrucijada humanitaria emerge el arrojo de Seixas.
 El goteo de emigrados llega al campo de concentración de
 Coitadinha y a Russianas. Hasta que el Gobierno portugués da la orden: 
"evitar que passem mais espanhois". El teniente Seixas enfrenta las 
órdenes de Salazar y con las tropas a su mando llega a rechazar 
falangistas y proteger "a dos mujeres y tres niñas" que pasaban la Raya 
perseguidas por "civis espanhois armados".
| El Schindler portugués salvó a un millar de republicanos. ARQUIVO E BIBLIOTECA MUNICIPAIS DE SINES | 
Cuando 
llega el 9 de octubre del 36, en Coitadinha hay 616 personas que deben 
embarcar en Lisboa rumbo a Tarragona. Es la cifra oficial, que desbarata
 el propio Seixas. Por sorpresa, comunica, aparecen centenares de 
refugiados "escondidos serra longo frontera portuguesa". El total son 
1.020 republicanos, dice el Schindler luso. Con la ayuda de gentes de 
los pueblos cercanos había creado otro campo de refugiados paralelo en 
Choça do Sardinheiro.
Todo, "con el consentimiento" de Seixas
"En el informe del teniente Seixas la presencia de estos refugiados no 
fue comunicada oficialmente" con anterioridad, explica la antropóloga 
Dulce Simöes. La concentración "más significativa" tuvo lugar en 
Russianas, además de "la finca la Coitadinha". Todo "con el 
consentimiento" de Antonio Augusto Seixas. Y "sin el conocimiento 
oficial del Gobierno portugués".
Luego, asegura que 
su intención "era expulsar a los refugiados de Choça do Sardinheiro" 
cuando recibiera de las autoridades españolas "la palabra de honor de 
que no se les haría nada malo". Seixas había encarado al Gobierno de 
Salazar, el mismo que desde el golpe militar elabora listas con quienes 
"manifiestem concordancia com os excessos cometidos em Espanha pelas 
forças esquerdistas".
La figura de la leyenda lusa de
 la guerra civil española fue rescatada por el historiador Francisco 
Espinosa Maestre en su libro  La columna de la muerte. Allí relató aquella aventura olvidada. Dulce Simöes toma el relevo de los sucesos fronterizos en  A guerra de Espanha na raia luso-espanhola. Resistencias, solidariedades e usos da memoria.
Y ahora, en el 80 aniversario de la partida de los 1.020 refugiados 
republicanos que tuvieron en Seixas a un precedente del Schindler de la 
Alemania nazi, las  Jornadas Transfronteiriças 'Memórias da guerra de Espanha na frontera do Baixo Alentejo – 80 anos depois (1936-2016)'
 certifican su memoria. Una cita que vuelve a unir el triángulo 
humanitario que Barrancos (Baixo Alentejo), Oliva de la Frontera 
(Badajoz) y Encinasola (Huelva) formaban en el 36.
La acción del teniente "al proteger a los refugiados de Russianas sin el
 reconocimiento del Ministerio de Guerra", apunta Simöes, provoca una 
investigación militar. Los informes del teniente exponen el caso "de la 
manera más convincente posible", recuerda Espinosa Maestre. Pero el 4 de
 noviembre es castigado "con dos meses de inactividad y pasado a 
situación de retiro".Fuente: http://www.eldiario.es/sociedad/Schindler-portugues-salvo-millar-republicanos_0_566944095.html
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