No es que nos sobre el dinero, es que nuestro espíritu
creativo a veces nos ciega por completo. Poco nos importa correr el
riesgo de que, al ir a pagar en alguna tienda, nos manden a freir
espárragos porque hemos tenido a bien plasmar nuestro arte en el billete
de 50 euros que llevábamos encima. Si el arte está de por medio, pocos
son capaces de aplacar su entusiasmo. Si no, que se lo digan al artista griego Stefanos que ha creado una serie de obras pintadas en billetes de 100, 200 y hasta 500 euros. ¿Quién dijo miedo?
Si alguien se preguntaban si de verdad existían los famosos ‘Bin Laden’, como hay quien llama a los billetes de quinientos euros, ya puede darlo por confirmado. Estaban en manos de Stéfanos que estaba dibujando en ellos escenas de la revolución que, imaginaba, tendría lugar en Grecia.
Ni siquiera la victoria de Syriza parece haber calmado las intenciones
de algunos que veían a la muerte a las puertas de un edificio
gubernamental, a unos jóvenes saltando unas vallas que protegían una
iglesia, escapando de un edificio de corte moderno o, por qué no,
ahorcando a sus líderes.Él lo considera un acto de rebeldía, pero es una revolución desde la comodidad del sillón. Al plasmar su arte encima de los edificios que aparecen en los billetes puede permitirse, como él mismo cuenta, “bombardear propiedades públicas desde la comodidad de mi casa”. Un lujo al alcance de cualquiera (al menos, en los billetes de 5, 10 yhasta 20 euros), que solo Stefanos ha tenido a bien aprovechar.
Tampoco es necesario cruzar al otro lado del mar Mediterráneo para encontrar quien trata de reflejar en las monedas el cambio político que le gustaría que se produjese. En España, no hace mucho, se pusieron en circulación los ‘Podeuros’. Hubo quien, preveyendo un futuro cambio de signo político en el Gobierno, ya hizo algunos cambios en las monedas en las que aparecía el monarca Juan Carlos I para que, en su lugar, pudiéramos ver al líder de Podemos.
Fácil y sencillo, ¿verdad? Una melena, una coleta y una perilla… y ¡voilá! Poco son los recursos artísticos que hicieron falta para sustituir al rey de España por Pablo Iglesias. Aunque, claro está, si fuera este último quien tuviera que protagonizar la imagen de las monedas, su actitud sería diferente. Un posición mucho más atrevida a la par que amenazante.
Como ya os contamos por estos lares, el artista norteamericano James Stephen George Boggs logró convencer a taxistas, maîtres, panaderos, fruteros… y colocarle los billetes que él mismo dibujaba. Su estratagema dio tan buen resultado que, según sus cálculos, llegó a pagar con hasta 700 billetes que él había fabricado de puño y letra, de forma que llegó a ahorrarse la friolera de 35.000 dólares.
No sabemos quién tenía más dinero, si el bueno de James Stephen para jugársela tan a la ligera o quien le atendía por decantarse por los billetes de mentira y no por los verdaderos.
La broma llegó hasta tal punto que incluso las autoridades bancarias del país norteamericano tuvieron que intervenir para pedir a los fans que dejasen de garabatear en los billetes.
No son pocos los que, con las leyes en su contra, tienen a bien cambiar las figuras que aparecen en los billetes. El artista James Charlie se ha jugado el tipo para cambiar a los George Washington Abraham Lincoln, Benjamin Franklin y compañía por personajes de ficción. Poco parece importale que, según las leyes estadounidenses, quien haga cualquier trastada con las monedas en circulación podría ser multado e incluso podría pasar algunos meses en prisión.
A Charles no parece importante demasiado esta cuestión, pues ha sustituido a la imagen de los presidentes de la historia de Norteamérica por figuras de la talla de Jimi Hendrix, Mr. T del Equipo A, Iggy Pop, la Princesa Leia o Van Gogh con su oreja pegada con una tirita. Comenzó haciendo de los presidentes estadounidenses files seguidores de la banda Kiss, incluyendo en sus retratos el típico maquillaje de los componentes de la legendaria banda.
No sabemos si tendría valor a pagar con un billete en el que apareciese el rostro de, por ejemplo, el maestro Yoda. Por lo pronto él los vende para ganarse la vida. De ahí a lo que hagan con ellos sus nuevos dueños, cualquier sabe.
Fuente: http://blogs.publico.es/strambotic/2015/03/rebeldia-monetaria/
No hay comentarios:
Publicar un comentario