jueves, 18 de junio de 2020

Alinnaata

https://de.wikipedia.org/wiki/Kangerluk
...
Los qivittut o "vagabundos de montaña" son individiuos con el corazón roto que renuncian a la sociedad y huyen a las montañas, donde se vuelven salvajes y solitarios, y nadie los vuelve a ver. Se dice que adquieren poderes sobrenaturales o que adoptan el lenguaje de las criaturas que comen, como los cuervos o los urogallos. En Groenlandia, lo salvaje es un estado emocional, a menudo simbólico del rechazo de una comunidad; está tan definido por la soledad como por el aislamiento geográfico. Se cuentan muchas historias de qivittut. Una de ellas, del sur de Groenlandia, habla de Alinnaata. Huyó de un marido cruel que no la dejaba comer. "Fue imposible encontrarla". Tras una búsqueda larga e infructuosa, su comunidad tuvo que renunciar. Nadie pudo relcamar la recompensa que ofrecían unos misioneros, aunque la suma aumentase varias veces. Era una persona que no deseaba dejar huellas para que la siguieran. Tiempo depués, unos cazadores que navegaban en kayak por un fiordo remoto vieron que el agua ya no era clara y que la brisa sonaba como "un enjambre de abejas". En la orilla encontraron prendas de ropa de mujer vuelta del revés y el cuerpo desnudo de Alinnaata: "A simple vista parecía un animal". Los brazos se le doblaban en ángulos antinaturales, y tenía la cabeza girada, con la nuca descansando en un hombro.
   Levantaron el cuerpo retorcido de Alinnaata con una piel de foca y se la llevaron para enterrarla.
   Cuando llegaron al lugar del entierro, depositaron sobre ella y sus pobres ropas un papel con una cita de las Sagradas Escrituras que les habían dado los misioneros. Una vez enterrada, la cubrieron con piedras. Los misioneros les habían prohibido cantar himnos, así que no le cantaron himnos. Se limitaron a apilar piedras sobre su tumba.
   Los deudos pudieron haber guardado silencio, pero no lo hizo así la tumba. Tras el entierro, cada vez que cambiaba el tiempo, se oían ruidos en la sepultura, como los de la llamada del gavión atlántico....

La biblioteca del hielo
Nancy Campbell

No hay comentarios:

Publicar un comentario