“En
aquella época, este campo de estudio estaba muy menospreciado porque
durante décadas se habían hecho muchísimos anuncios de exoplanetas y
todos resultaron ser falsos”, recuerda Mayor. La luz de su astro
titilaba indicando que había un mundo descomunal, del tamaño de Júpiter,
orbitando la estrella, pero era imposible.
Las leyes de la física predecían que para descubrir un planeta así eran
necesarios 10 años de observación, el tiempo que tardaría un planeta
así en dar una vuelta completa a su estrella. Este lo hacía en solo
cuatro días. Era un planeta que no podía existir, pero ahí estaba. "Estábamos seguros de la calidad de nuestra medición, pero no tanto de la interpretación", admite Mayor.
El descubrimiento del primer exoplaneta
fue confirmado ese mismo año. Mayor y Queloz inauguraron un nuevo campo
de la astrofísica. No solo existen en el universo planetas
inconcebibles fuera de nuestro sistema solar, sino que son legión, pues desde entonces se han descubierto 4.057 exoplanetas, algunos de ellos del tamaño de la Tierra y con capacidad de albergar vida.
Mayor cuenta que ayer a las 11:45 de la mañana se le
ocurrió abrir el ordenador. Pinchó en un enlace y se enteró de que le
habían dado el Nobel. “Empezaron a llegar cientos de mensajes. Respondía
a uno y llegaban cinco más. Cerré el ordenador y no lo he vuelto a
abrir”, explica a EL PAÍS este astrofísico suizo de 77 años, ganador del Nobel de Física 2019
junto a Queloz por el descubrimiento del primer exoplaneta y James
Peebles por su contribución a la cosmología. Ayer, recién llegado a
Madrid para visitar el Centro de Astrobiología e impartir una
conferencia en Almagro, Mayor, profesor emérito de la Universidad de
Ginebra, respondió a las preguntas de este periódico.
Pregunta. La Real Academia de Ciencias
sueca le ha otorgado el premio por mostrar “el sitio que ocupa la Tierra
en el cosmos". ¿Cuál es ese sitio?
Respuesta. Las estadísticas dicen que hay
miles de millones de planetas en nuestra galaxia, la Vía Láctea.
Muchísimos son como la Tierra. Parte de ellos está a la distancia
precisa de su estrella para que haya una temperatura adecuada y se dé la
química compleja necesaria para que aparezca la vida. Basados en esto,
las probabilidades de que haya vida en el universo son descomunales.
Ahora lo importante es buscar los exoplanetas que están más cerca de
nosotros para que podamos captar más fotones y analizar la química de su
atmósfera.
P. ¿Encontraremos vida en esos planetas?
R. Al menos sabemos cómo hacerlo. Podemos
detectar los biomarcadores en la atmósfera que demuestran que hay vida
en ellos. Eso sí, nos faltan los instrumentos para analizar la luz del planeta,
algo muy complicado porque siempre hay una enorme cantidad de luz
emitida por la estrella y es difícil separarlas. Yo estoy convencido de
que existe vida en muchos lugares del universo.
P. Los planetas extrasolares, incluso los
considerados habitables porque pueden albergar agua líquida, son
entornos muy expuestos a la radiación estelar…
R. Pueden ser formas de vida más simples
que nosotros. Los elementos químicos son siempre los mismos, pero hay
tantas posibilidades de diversidad. Piensa por ejemplo en la Tierra, lo
diferentes que son los animales que viven sobre la tierra de los que
están en el océano, o en un desierto, o en un bosque... ¿Cómo es
realmente la vida en otros planetas? Es una cuestión preciosa y enorme
para la próxima generación.
P. Giordano Bruno, que fue quemado por la
Iglesia en el siglo XVII, propuso que hay muchos otros sistemas solares
en el universo, lo que no encaja con el relato cristiano de la creación
¿Cuál es el sitio de Dios en el universo?
R. La visión religiosa dice que Dios
decidió que solo hubiese vida aquí, en la Tierra, y la creó. Los hechos
científicos dicen que la vida es un proceso natural. Yo creo que la
única respuesta es investigar y encontrar la respuesta, pero para mí no
hay sitio para Dios en el universo.
P. ¿Qué posibilidad hay de que algunos de esos miles de planetas con vida sean Tierras como la nuestra?
R. Encontrar vida evolucionada, una
civilización, es una pregunta completamente diferente. Es mucho más
difícil, por ahora no hay forma de responderla. Yo puedo pasar feliz el
resto de mi vida intentando responder solo la pregunta de si hay vida
más allá de la Tierra.
P. El primer exoplaneta que usted
descubrió estaba a unos 50 años luz y es un gigante gaseoso como
Júpiter. El exoplaneta terrestre más cercano a la Tierra, Próxima b, descubierto en 2016, está a 4,5 años luz ¿Será posible algún día explorar alguno de estos mundos?
R. Nunca podremos ir. Los humanos tardamos
tres días en viajar hasta la Luna. La luz solo necesitó un segundo.
Imagina un planeta a 12 años luz. La luz tarda mil millones de segundos
en llegar. Multiplica tres días por mil millones, es demasiado tiempo.
Es una fantasía pensar que podemos ir hasta allí. Existe un proyecto
para enviar minisatélites a Próxima acelerados con láser hasta casi la velocidad de la luz.
Es muy difícil, pero incluso si lo consigues, un artefacto a esa
velocidad que pase durante una fracción de segundo junto al planeta no
podrá captar nada interesante. ¡No aprenderemos nada! Nuestra única
opción es desarrollar métodos remotos de detección basados en la
química.
P. Muchos de los exoplanetas terrestres
descubiertos están en torno a estrellas enanas rojas, diferentes de
nuestro Sol. ¿Afecta esto a la posibilidad de que haya vida?
R. Hemos descubierto unos cuantos cientos
de planetas usando la técnica de velocidad radial. El año pasado mi
equipo comenzó a operar un nuevo espectrógrafo llamado Esspreso que
puede conectarse a cuatro telescopios de ocho metros de diámetro en
Paranal, Chile. Con este instrumento ya tenemos la capacidad de detectar
un planeta de masa baja [similar a la Tierra]. Además el E-ELT nos dará
una enorme capacidad para detectar biomarcadores en planetas
terrestres.
P. ¿Están en estrellas como el Sol?
R. La mayoría de los esfuerzos actuales se
basan en estrellas más pequeñas, porque la zona habitable está más
cerca del astro y es más fácil analizarla. Pero personalmente creo que
la zona habitable está tan cerca de la estrella que puede haber un
enorme bombardeo de partículas estelares, lo que puede hacer difícil que
haya vida. Yo me inclino por buscar en las estrellas enanas naranjas,
que son un punto intermedio entre las enanas rojas y nuestro Sol, con
una masa de unos 0,7 soles. Para el futuro apuesto por estas estrellas.
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