La detención de un prelado español de 'la Obra' evidencia la 
encarnizada lucha en el interior de la Curia romana entre los 
detractores y partidarios de Francisco
El ordenador 'hackeado' es el del revisor general de la Santa Sede, jefe directo del religioso ahora detenido, que se enfrenta hasta a 8 años de cárcel
Entre los documentos robados está la reforma estructural que quiere hacer el Papa: quitar a los obispos de puestos clave para acabar con la "casta episcopal"
 
Austeridad y descabalgar altos cargos
Una lujosa comida
Fuente: http://www.eldiario.es/sociedad/Vatileaks-robo-Vaticano-Papa_Francisco-Vallejo_Balda_0_447955899.html
El ordenador 'hackeado' es el del revisor general de la Santa Sede, jefe directo del religioso ahora detenido, que se enfrenta hasta a 8 años de cárcel
Entre los documentos robados está la reforma estructural que quiere hacer el Papa: quitar a los obispos de puestos clave para acabar con la "casta episcopal"
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| Gerardo Filocamo | 
 Ángel Lucio Vallejo Balda, detenido este lunes por la Gendarmería vaticana
 acusado de sustracción y filtración de documentos secretos del 
Vaticano, es un hombre dicharachero, atento, preparado, según quienes le
 conocen. Tenía todo en su mano para convertirse en uno de los hombres 
de confianza del Papa Francisco, quien le nombró secretario de la 
Prefectura de Asuntos Económicos de la Santa Sede, el organismo desde el
 que el español pudo pilotar la reforma de las finanzas de la Santa 
Sede. Sin embargo, la designación del cardenal australiano George Pell 
como "superministro" de Economía vaticano, acabó condenando a este 
sacerdote, prelado de honor de Su Santidad.
Ahora, 
Vallejo Balda (Villamediana de Iregua, La Rioja, 1961), miembro del Opus
 Dei, podría enfrentarse a una pena de entre cuatro y ocho años de 
prisión por su "traición", en palabras del portavoz de la Santa Sede, el
 padre Lombardi. Está acusado de robar documentos referentes a la 
economía y los planes de reforma de Francisco.
El trasfondo de la polémica, que algunos ya dibujan como
 una reedición del famoso Vatileaks que concluyó con la dimisión de 
Benedicto XVI, parecería propia del escritor Dan Brown, si no fuera por 
su incontestable verosimilitud. Una feroz lucha de poder entre dos 
concepciones de Iglesia, el Opus Dei y los jesuitas; los sectores más 
reaccionarios de la Curia y los vientos aperturistas que Bergoglio trajo
 de Argentina.
Una cuestión de dinero, pero también 
de poder. En el Vaticano a nadie se le escapa que los que cayeron este 
lunes son peones en una batalla en el seno del Vaticano. Además de 
Vallejo Balda, fue detenida la italiana Francesca Chaouqui. Es una 
brillante economista, consultora de Ernst&Young y que en el pasado 
ya fue relacionada con el periodista Gianni Nuzzi, que utilizó la 
información del mayordomo de Benedicto XVI para hacer explotar el 
escándalo de Vatileaks. Chaouqui ha quedado en libertad tras colaborar 
en la investigación iniciada por las autoridades vaticanas.
Con todo, este escándalo de revelación de secretos es 
solo un movimiento más dentro de la encarnizada lucha en el interior de 
la Curia romana entre los detractores y partidarios de Francisco. Unos 
enemigos que ya filtraron en su día al periodista Sandro Magister -el 
mismo que perdió su acreditación ante la Santa Sede por adelantar la 
encíclica Laudato Si- la carta de 13 cardenales criticando la 
metodología del Sínodo, o que hicieron circular el falso rumor de que 
Francisco tenía cáncer de cerebro.
Austeridad y descabalgar altos cargos
Según ha podido saber  eldiario.es, dos de los grandes objetivos de la reforma curial propuesta por el Papa chocan frontalmente con  los intereses de los sectores más reaccionarios de la Curia.
 En primer lugar, por la apuesta por la austeridad, ya que Francisco 
quiere que se controle cada euro que sale de las arcas vaticanas. En 
segundo término, por la eliminación de cargos curiales, y de su rango.
En un futuro, el deseo del Papa es que los trabajadores de los 
organismos vaticanos no sean obispos, para eliminar la "casta episcopal"
 de la que Bergoglio ha hablado en más de una ocasión. Y eso, en una 
estructura tan jerárquica como la de la Iglesia romana, supondría el 
final de los privilegios de los grupos más conservadores. Especialmente 
del Opus Dei, quien vivió sus años de mayor influencia durante el 
pontificado de Juan Pablo II y que ahora vería mermada su relevancia en 
beneficio de la Compañía de Jesús.
No hay que olvidar
 que el actual Papa es el primer pontífice jesuita de la historia. La 
Obra, de hecho, no ha tardado en desvincularse del eclesiástico español 
en un  comunicado,
 en el que muestra su "sorpresa y dolor", ante la noticia, al tiempo que
 asegura que la orden "no dispone de ninguna información sobre el caso".
| Ángel Lucio. EFE | 
Lucio Ángel Vallejo Balda, acusado de filtrar documentos relacionados 
con las reformas económicas y la modificación del aparato curial, estaba
 en una suerte de "limbo" laboral, después de que las competencias de la
 Prefectura de Asuntos Económicos fueran asumidas por la Secretaría de 
Economía, dirigida por Pell. Ello causó una profunda desazón en el 
religioso, quien en febrero de 2014 difundió que iba a ser nombrado 
número dos del "superministerio" vaticano creado por el Papa para 
ocuparse de gestionar todas las actividades económicas y administrativas
 de la Santa Sede, algo que no se produjo.
Una lujosa comida
En mayo de 2014 participó en un lujosa comida a la que asistieron 
religiosos, empresarios y periodistas italianos en la azotea de la 
prefectura vaticana de Asuntos Económicos durante la canonización de los
 papas Juan XXIII y Juan Pablo II, un acto que no contó con la simpatía 
del Papa Francisco, según se hicieron eco entonces los medios italianos.
Desde entonces, el actual superior jerárquico del sacerdote español era
 el revisor general de la Santa Sede, Libero Milone, cuyo ordenador fue 
hackeado hace unos días. La investigación de este caso ha llevado a 
descubrir que los documentos, además serían publicados en dos libros que
 verán la luz la próxima semana. Se trata de 'Avarizia', de Emiliano 
Fittipaldi, periodista de L'Espresso, y 'Via Crucis' de Gianluigi Nuzzi.
El Vaticano ha recordado en un comunicado de prensa que la divulgación 
de noticias y documentos es un delito previsto en la ley del Vaticano y 
ha resaltado que "publicaciones de este tipo no ayudan de ninguna manera
 a establecer claridad y verdad, sino más bien generar confusión e 
interpretaciones parciales y tendenciosas".
 Asimismo, ha señalado al respecto que estos robos de documentos "también
 esta vez, como ya en el pasado, son fruto de una grave traición de la 
confiada del Papa y, por lo que se refiere a sus autores, de una 
operación para obtener beneficio de un acto gravemente ilegal de entrega
 de documentación reservada, operación en la que las implicaciones 
legales y posiblemente sanciones están bajo estudio de la Oficina del 
promotor, en vista de las posibles medidas adicionales, recurriendo, si 
es necesario, a la cooperación internacional".
Fuente: http://www.eldiario.es/sociedad/Vatileaks-robo-Vaticano-Papa_Francisco-Vallejo_Balda_0_447955899.html
 
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