sábado, 5 de enero de 2013

Química del Carbono y compuestos orgánicos en el universo

    La principal reacción mediante la que estrellas como nuestro Sol obtienen su energía es la fusión de cuatro átomos de hidrógeno en un núcleo de helio (He), un proceso llamado "combustión nuclear del hidrógeno". A medida que las estrellas envejecen, su hidrógeno se acaba consumiendo y agotando, y la estrella se dilata convirtiéndose en un gran objeto llamado  gigante roja. Es en esta clase de estrellas donde comienza la segunda etapa de producción de energía y elementos mediante un proceso llamado "combustión nuclear del helio", cuyo producto principal es el carbono (C). La producción de carbono parte de la fusión de dos átomos de He4 para dar un núcleo de Be8 inestable, que en el interior caliente de las estrellas de helio  persiste durante el tiempo suficiente para fundirse con otro átomo de He4, lo que da un núcleo de C12. Todo el carbono presente en la Tierra y en el universo entero proviene de las gigantes rojas.
   Debido a la tendencia del carbono a formar una amplia variedad de enlaces con el hidrógeno, el oxígeno, el nitrógeno, etcétera, no es sorprendente que a lo largo de los últimos treinta años los astrónomos hayan descubierto un vasto número de moléculas orgánicas en fase gaseosa en el espacio. Estas moléculas, con tamaños que superan los diez átomos, se concentran en regiones conocidas, las llamadas nubes interestelares, que contienen tanto material gaseoso como partículas de polvo. Las nubes interestelares pueden clasificarse en difusas o densas, dependiendo de su densidad de gas, las extinciones en el espectro visible y el rango de temperatura. Debido a estas restricciones, la química interna de estas nubes es significativamente distinta. Muchas de las reacciones químicas que tienen lugar en su interior conducen a la formación de moléculas orgánicas. Así pues, los compuestos orgánicos son ubicuos en el universo.
   La formación de estrellas y la formación de sistemas solares con planetas tienen lugar continuamente en las nubes interestelares densas. El material presente en estas nubes queda incorporado en los objetos formados durante el proceso. Por lo tanto, los objetos más primitivos del sistema solar (cometas, asteroides y satélites exteriores) contienen materia orgánica prístina o apenas alterada originaria de la nube de la cual proceden. La presencia de estos compuestos orgánicos en fragmentos de asteroides (y quizá cometas) puede investigarse mediante el análisis de meteoritos ( y, a veces, de muestras de estos cuerpos traídas por naves espaciales) en laboratorios de la Tierra. La caída de material meteorítico y cometario procedente del espacio puede haber contribuido al inventario de compuestos orgánicos de la Tierra primordial

Jeffrey Bada

1 comentario: