La pretensión de Rabat de ampliar su plataforma continental choca
con la solicitada por España justo en el lugar donde se sitúa el monte
Tropic, que contiene la mayor reserva del mundo del codiciado mineral
El Frente Polisario advierte de que el decreto marroquí es una "flagrante violación" del estatus del Sáhara Occidental como territorio no autónomo
La apropiación unilateral del mar del Sáhara Occidental por parte del Gobierno de Marruecos,
a través de un decreto aprobado el pasado jueves, ha reavivado el
conflicto sobre las aguas territoriales y la explotación de los recursos
submarinos. El sorpresivo anuncio de Rabat no ha provocado, de momento,
ninguna reacción oficial por parte del Gobierno español. Tampoco el
Ejecutivo canario se ha pronunciado. Quien sí lo ha hecho ha sido el
Frente Polisario. Su delegado en Canarias, Hamdi Mansor, ha advertido de
que se trata de una "flagrante violación" del estatus del Sáhara Occidental como territorio no autónomo y ha pedido al Gobierno regional que no acepte el decreto.
El Frente Polisario advierte de que el decreto marroquí es una "flagrante violación" del estatus del Sáhara Occidental como territorio no autónomo
Solapamientos entre las zonas de extensión de la plataforma continental de España con Portugal al norte y el Sáhara al sur Canarias Ahora |
En las Islas ha sido Nueva Canarias (NC), a través de su senadora, María José López,
la que ha alertado de que tras esas pretensiones expansionistas de
Marruecos se esconden "unos claros intereses económicos, más allá de los
estratégicos, que colisionarían con los intereses canarios tanto a
nivel de los recursos naturales como de protección de su medioambiente”.
En el centro de ese conflicto de intereses con las Islas se sitúa el mayor yacimiento de telurio del mundo, descubierto hace unos meses en montes submarinos localizados a 250 millas al suroeste del Archipiélago, las denominadas abuelas de Canarias. El telurio es uno de los minerales más codiciados del mundo por su valor para la alta tecnología.
El portavoz del Gobierno de Marruecos, Mustafa Jalfi,
explicó el jueves que la nueva normativa permitirá solicitar la
expansión de su plataforma continental, una pretensión que choca con los
intereses de España, que tiene la soberanía sobre las aguas del Archipiélago
(las 200 millas náuticas que forman parte de la Zona Económica de
Exclusión -ZEE) y que en 2014 solicitó formalmente a las Naciones
Unidas la ampliación hasta las 350 millas. Hasta que la ONU no resuelva
esta solicitud, ningún país puede reclamar el uso de los fondos marinos
de esa área.
El Gobierno español ya había presentado
en 2009 la primera petición de ampliación de plataforma continental, un
documento que recogía que su propuesta al sur podría “superponerse con
una eventual ampliación más allá de las 200 millas marinas de la
plataforma continental del margen continental saharaui”. En la de 2014
desaparece la referencia al Sáhara Occidental.
Los
países firmantes de la Convención de la ONU sobre el derecho del mar
pueden ampliar su plataforma continental más allá de las 200 millas
actuales, pero los estados deberán ponerse de acuerdo en caso de
conflicto. Y es ahí donde se sitúa el problema, ya que la expansión que plantea España colisiona con la que pretende acometer Marruecos,
tras apropiarse de las aguas del Sáhara, en los montes submarinos de
Canarias y, más en concreto, en el monte Tropic, que alberga el mayor
yacimiento de telurio del mundo.
“Entiendo que el
telurio les ha abierto los ojos y pretenden posicionarse desde la
perspectiva del Derecho Internacional. Han optado por mover ficha”, ha
declarado al periódico Diario de Avisos en
relación a Marruecos Fernando Ríos, profesor de Derecho Constitucional
de la Universidad de La Laguna y ex Comisionado del Gobierno de Canarias
para el Desarrollo del Autogobierno y las Reformas Institucionales,
labor en la que prestó especial atención al asunto de las aguas
territoriales canarias en relación a las prospecciones petrolíferas
autorizadas por el Gobierno español frente a las costas de Lanzarote y
Fuerteventura.
Ríos interpreta este movimiento de
Marruecos como una "huída hacia adelante" . “Estamos hablando de unas
riquezas que muchos consideran como el nuevo oro, algo muy valioso, y
Rabat considera que debía reaccionar ante lo avanzado de los trabajos
españoles en este asunto”, afirma.
Por su parte, el
ingeniero e investigador en Derecho Marítimo Ángel Cuenca ya advirtió el
pasado mes de abril que si se trazara una mediana en el rombo que se
conforma entre las dos posibles ampliaciones de plataforma continental
que se solapan, las de España y la pretendida por Marruecos, el monte
Tropic quedaría del lado del Sáhara.
El Instituto
Geográfico Minero sostiene que España tiene un argumento de peso para
reclamar ese monte submarino, y es que se trata de "una prolongación de
Canarias". Es decir, geológicamente no pertenecería al continente
africano sino que se trata de una isla sumergida de Canarias.
Siete países (España, Francia, Alemania, Rusia, China, Corea del Sur e
India) tienen permisos de exploración de metales en la dorsal del
Atlántico en la que han aparecido las potenciales 2.670 toneladas de
telurio.
En cualquier caso, el Gobierno español ya ha
reconocido, en respuesta a una pregunta parlamentaria formulada por el
coportavoz de Equo y diputado de Unidos Podemos-En comu Podem-En Marea,
Juantxo López de Uralde, que en la actualidad la explotación de telurio no es viable,
puesto que ningún país del mundo explota minerales submarinos fuera de
sus aguas territoriales y ha advertido de la necesidad de reformar la
legislación siguiendo las directrices de la Autoridad Internacional de
los Fondos Marinos y adaptar sus reglamentos a la legislación nacional
en el marco europeo.
Expolio a los recursos saharauis
El Frente Polisario y la ONG Western Sahara Ressources Watch han
denunciado ante tribunales de terceros países el comercio que compañías
marroquíes hacen con productos saharauis y que les ha llevado a litigar,
con diferente fortuna, en juzgados de España, Panamá y Sudáfrica, según
informa la agencia Efe.
El Polisario sostiene que
la misma explotación de los recursos es ilegal mientras que el
territorio esté bajo jurisdicción puesta en entredicho según estándares
internacionales. El diario Ajbar al Yawm ha
interpretado el último movimiento de Marruecos de apropiarse de las
aguas del Sáhara como un intento de "cortar el camino a las denuncias
del Polisario con respecto a los productos procedentes del Sáhara".
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