Un periodista de Rabat, detenido por "incitar a participar en la manifestación"
Los manifestantes pedían la liberación de los activistas encarcelados, la desmilitarización del Rif y derechos sociales
Los manifestantes pedían la liberación de los activistas encarcelados, la desmilitarización del Rif y derechos sociales
| La policía lanza gas lacrimógeno durante una manifestación en la localidad de El Hoceima, Marruecos. Los enfrentamientos entre la policía y los manifestantes marroquíes dejaron al menos 83 personas heridas en nubes de gases lacrimógenos y enfrentamientos en una manifestación no autorizada contra la desigualdad y la corrupción. ( AP / Teresa Di Campo | 
"Esto lo vamos a llevar hasta el final, y si tenemos que llegar a la situación de Siria lo haremos", sentenció duramente Hamadi, uno de los manifestantes de la marcha de Alhucemas del 20 de julio cuando la policía arrojó la primera bomba de gas lacrimógeno en el centro de la ciudad.
 El lanzamiento de gases se sucedió a lo largo de la 
tarde y noche. Los vecinos colaboraron desde sus casas lanzando cebollas
 por las ventanas o bajando coca-colas para combatir los efectos de los 
gases en la piel, ojos y fosas nasales. Una sociedad acostumbrada a 
lidiar con estas situaciones como recordaba Hamadi, "esto ya lo viví en 
la sublevación de 1958 y en la Revuelta del Pan".
 Los
 manifestantes no se rindieron y continuaron en las calles tapados con 
pañuelos o mascarillas, bajo gritos que pedían la liberación de todos 
los presos y desmilitarización del Rif, criticando al Majzén -oligarquía
 cercana al monarca- y condenando la represión.
 
Alhucemas comenzó la tarde del jueves en calma tras el cierre de todos 
los negocios. En el centro algunos ciudadanos sentados en los cafés 
convivían con las fuerzas del orden. Cada esquina, se parapetaba policía
 nacional y antidisturbios. De repente grupos de jóvenes empezaron a 
bajar corriendo por distintas calles coreando las insignias del 
Movimiento Popular del Rif. La manifestación prohibida por las 
autoridades seguía adelante.
 No habían pasado ni 
quince minutos y un oficial de policía llamó a dispersar la marcha y 
recordó con un altavoz los reglamentos que prohíben las manifestaciones y
 marchas no autorizadas. Tres recordatorios, y la policía intervino para
 dispersa la multitud. Los jóvenes se dividieron en grupos y siguieron 
adelante. A la salida de las mezquitas se unieron las personas que 
estaban rezando la oración de Al-Asr.
 No hubo una 
única marcha el 20J porque los activistas no lograron reunirse en la 
plaza Mohamed VI, rebautizada como la plaza del pueblo o de los 
mártires, completamente sitiada por la policía. Las autoridades 
dificultaron también el acceso a internet, instrumento de comunicación 
de los activistas.
 De hecho los miembros del Hirak 
habían hecho un llamamiento a la población para que dejaran abiertas las
 wifis y tener una mayor cobertura. Sin embargo, la red iba y venía, 
además en momentos de máxima tensión era imposible hablar incluso por 
teléfono.
 Así que las protestas se celebraron en 
varios barrios a partir de las 16 horas con itinerarios improvisados y a
 medianoche seguía la nube de gas alrededor del hospital.
| Una manifestante es ayudada durante la marcha en la ciudad norteña de Alhucemas, en Marruecos. Foto AP / Teresa Di Campo | 
"La policía actuó aplicando la ley"
 
 En respuesta a las críticas en las redes sociales, fuentes cercanas al 
Gobierno respondieron, "la policía actuó aplicando la ley. La gente 
debería estar en casa en vez de salir a la calle en una manifestación".
 Efectivamente, salir este jueves a la calle el jueves en Alhucemas 
parecía un delito. Las fuerzas del orden cargaron indiscriminadamente 
contra todas las personas que se manifestaron sin tener en cuenta la 
edad o su condición, si eran o no activistas.
 Del 
recuento de 83 heridos oficiales, la prefectura local asegura que 72 de 
ellos son miembros de las fuerzas del orden "en grado más o menos 
grave". Según estos datos oficiales, solo once manifestantes están 
heridos, y ya pasaron por la comisaría. Todos recibieron el alta médica 
excepto dos heridos graves, un policía y un miembro de la Seguridad 
Nacional, según informa la agencia MAP.
 Las 
autoridades locales justifican el uso de gas lacrimógeno porque los 
activistas "lanzaban piedras contra la policía". También denuncian 
desperfectos materiales, dos vehículos quemados en Adjir, un pueblo 
cercano a Alhucemas, según fuentes oficiales.
 El 
bombardeo de gas se mantenía a medianoche cerca del Hospital Mohamed V 
de Alhucemas, a donde era imposible acceder. En este centro sanitario 
entró en coma un manifestante herido en la cabeza, supuestamente "de una
 pedrada", y posteriormente fue trasladado al aeropuerto de Rabat en 
helicóptero. Desde el Hirak aseguran que "ha fallecido por el impacto 
del casquete de una bomba de gas".
 La mujer que tomó 
el relevó del líder Nasser Zafzafi tras su detención, Nawal Ben Aissa, 
también tuvo que ser atendida en urgencias tras recibir golpes en el 
estómago.
 El número de detenidos es indeterminado, 
entre ellos está confirmado el arresto del periodista Hamid El Mahdaouri
 del portal de información baldi.info, acusado de haber "incitado 
supuestamente a asistir a la manifestación a pesar de haber sido 
prohibida por las autoridades". Sin embargo, la línea editorial de este 
medio marroquí es cercana al pueblo rifeño mostrándose muy critico con 
los ministros implicados en los sucesos y detenciones en Alhucemas desde
 la muerte del vendedor de pescado Mohcine Fikri.
 El 
abogado de los detenidos del Hirak, Mohamed Ziani, considera que "en 
todo esto hay una falta de inteligencia política", y tiene claro que el 
único que lo puede parar es el monarca Mohamed VI. El letrado no pierde 
la esperanza de un indulto real con motivo de la Fiesta del Trono el 30 
de julio. Sin embargo, fuentes cercanas a Interior niegan a este medio 
que se vaya a dar la gracia real a los presos del Hirak, aunque no 
descartan la liberación provisional por problemas de salud de la única 
mujer presa, Salima Ziani, más conocida como 'Silya'.
 El miércoles el fiscal redujo la pena de los detenidos en la ciudad de 
Alhucemas de 18 a 7 meses con "un propósito político", aseguró el 
abogado en una entrevista telefónica con eldiario.es.
 El casi medio centenar de presos en la cárcel de Oukacha en Casablanca 
abandonaron la huelga de hambre el martes, víspera de la marcha del 20J.
Alhucemas sobrevive acorralada
 
 Acceder a la ciudad no resultó sencillo. A las obras en las carreteras y
 los controles habituales a las entradas y salidas de las poblaciones, 
se sumaron los controles extraordinarios de la policía, que sigue siendo
 numerosa en la región, para evitar la concentración en Alhucemas.
 Los taxis se unieron al boicot y no aceptaron a viajeros que quisieran 
unirse a la marcha porque las autoridades les habían amenazado con 
retirarles la licencia. Para llegar desde Nador, a solo una hora y 
media, fue necesario pasar al menos 5 ó 6 controles donde había que 
identificarse, además de dejar los datos personales previamente en la 
prefectura de policía.
  
 Desde Largüi, un pueblo cercano a Nador, se quejaron en un vídeo 
difundido en Facebook de no poder viajar para unirse a las protestas.  Después de comprar el billete de autobús, la policía les retuvo el carnet de identidad, y quedaron "atrapados".
  
 Los jóvenes se las ingeniaron para unirse a la protesta. Desde Tamsaman
 llegaron pateras al puerto de Alhucemas con activistas. Otros grupos lo
 hicieron a pie atravesando las montañas del Rif.
 
 Rostros conocidos del mundo de la cultura, como el director de cine 
Kamal Hachkar, también respiraron los gases. El realizador se manifestó 
en el centro de la ciudad para expresar su "solidaridad con las 
reivindicaciones del Rif, que son las reivindicaciones de todos los 
marroquíes, una mejor justicia social, más educación, más cultura, e 
igual acceso para todo el mundo", explicó a eldiario.es.
 
 Llegó desde Marrakech y se mostró solidario con las familias de todos 
los detenidos desde el 26 de mayo. "Espero que la manifestación permita 
hacer entender a las autoridades que hace falta que liberen a todos los 
prisioneros sin excepción porque Marruecos necesita a estos jóvenes".
 
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