Una señal indica el camino a la embajada de Catar en Baréin REUTERS/Hamad I Mohammed |
La crisis de Catar tiene todo el aspecto de tratarse de una maniobra dirigida por Arabia Saudí para forzar al presidente Donald Trump a tomar una actitud beligerante contra Irán y cuenta con la bendición de Israel,
un país que puede estar implicado en la operación según se desprende de
los documentos que varios medios de comunicación occidentales como el HuffPost, The Middle East Eye y The Intercept han publicado en las horas previas.
Después de la visita de Trump a Arabia Saudí
e Israel de hace dos semanas, Riad parece haber decidido que ha llegado
el momento de volcar a Estados Unidos contra Irán. Es cierto que
Trump ha realizado una serie de comentarios belicosos contra Teherán
desde la misma campaña electoral, pero lo que ahora pretende Riad es
incrementar la presión y empujarlo para que no se contente con las
palabras y pase a la acción.
La posición de Arabia Saudí sufrió un revés
hace dos años, cuando Barack Obama firmó el acuerdo sobre el programa
nuclear iraní. Entonces, como represalia, Israel y Arabia Saudí
enfriaron las relaciones con Washington e incluso lanzaron una campaña
internacional para desprestigiar a Obama en Estados Unidos y Occidente.
Fotografía de archivo fechada el 25 de marzo de 2014 que muestra al emir de Catar, Tamim bin Hamad Al-Thani (c), junto al emir de Kuwait Sabah IV Al-Ahmad Al-Jaber Al-Sabah (i) y al entonces príncipe saudí Salmán bin Abdulaziz (d), durante una cumbre árabe celebrada en Kuwait. Arabia Saudí, Egipto, Baréin y Emiratos Árabes Unidos, Yemen y Libia han decidio romper relaciones con Catar porque consideran que "socava la estabilidad" y no cumple con los acuerdos entre los miembros del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG). EFE/Raed Qutena |
A Catar se le ha acusado de fomentar el
terrorismo por el apoyo que desde este país se ha dado a los yihadistas
en Siria, lo cual es cierto, pero resulta que Arabia Saudí también ha
estado implicada en respaldar a los yihadistas que combaten en Irak y
Siria.
Lo que en realidad no se le perdona a Catar es que apoye a los islamistas no yihadistas como los Hermanos Musulames,
quienes defienden la corriente denominada “islam político”, tal como lo
han hecho en Egipto, así como permitir la difusión de una cadena de
televisión, Al-Jazeera, de propiedad catarí, que ha apoyado a los Hermanos Musulmanes en Egipto tras el golpe de Abdel Fattah al Sisi.
Hace solo dos semanas la agencia de noticias
catarí publicó unos supuestos comentarios del emir de Catar, el jeque
Tamim bin Hamad al Thani, críticos con Arabia Saudí. Los comentarios
fueron sacados inmediatamente de la página de la agencia y Catar dijo
que se trataba de una noticia falsa colocada por piratas informáticos.
La reacción de algunos países fue bloquear Al-Jazeera.
El objetivo de la campaña contra Catar puede
muy bien ser establecer un nuevo Oriente Próximo con la hegemonía
política y militar de Arabia Saudí e Israel. Precisamente este domingo,
un día antes del estallido de la crisis, los medios mencionados más
arriba se han hecho eco de un cruce de mensajes entre el embajador de
los Emiratos Árabes Unidos en Washington, Yousef al Otaiba, y un centro
de estudios estratégicos estrechamente vinculado con Israel. El contenido de los mensajes tiene que ver en gran parte con Catar.
El magnate Sheldon Adelson a su llegada al discruso del presidente Donald Trump en el Museo de Israel en Jerusalén en 23 de mayo de 2017 REUTERS/Ronen Zvulun |
El centro de estudios estratégicos responde al nombre Foundation for Defense of Democracy, financiada por Sheldon Adelson.
Adelson es un magnate americano que ha hecho su fortuna en el negocio
del juego y que está muy próximo al primer ministro Benjamín Netanyahu.
De hecho, es el propietario del diario gratuito Israel Hayom, el de mayor difusión en Israel, y defensor de todas las causas de Netanyahu.
En la última ocasión que visitó Israel,
hace dos semanas, Adelson participó en un acto con el presidente Trump,
de visita en el país, y fue interrogado por la policía israelí como
sospechoso en uno de los presuntos casos de corrupción que afectan a
Netanyahu. Adelson ha sido el primer donante para la campaña electoral de Trump.
El embajador de los Emiratos Árabes Unidos,
no solo mantiene una estrecha relación con la Foundation for Defense of
Democracy sino que también está en contacto permanente con el yerno de Trump, Jared Kushner, según ha publicado el New York Times.
No está claro qué interés puede tener la
Foundatión for Defense of Democracy con un país como los Emiratos Árabes
Unidos que no constituye un modelo de democracia. De hecho, los correos
filtrados no hablan en ningún momento de democracia sino de las
acciones que convendría tomar contra Catar y contra Irán. Uno de los
correos incluso menciona empresas de todo el mundo que hacen negocios
con Irán, como la europea Airbus.
Fuente: http://www.publico.es/internacional/oriente-proximo-crisis-catar-busca.html
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