Pero ¿hay hambre y subalimentación en lo que llamamos “primer mundo”? Ésta es la pregunta que trata de responder “A Place at the Table”, un excepcional documental dirigido por Kristi Jacobson y Lori Silverbush que analiza con crudeza y rigor qué sucede en Estados Unidos. Estrenado en marzo de 2013, “A Place at the Table” recorre la vida y sinsabores de 3 familias pobres y cuenta también con la participación, entre otros, del actor Jeff Bridges, el economista y escritor Raj Patel y el chef Tom Colicchio. ¿Cuáles son los principales mensajes de “A Place at the Table”?
El hambre es real en Estados Unidos. Casi 50 millones de personas están en una situación de “food insecurity”: es decir no saben cuándo y cómo podrán tomar su próxima comida. Y de estos 50 millones, un 25% son niños. Como dice Barbie, una madre soltera de Philadelphia: “cuando llega final de mes, siempre pienso qué le voy a dar de comer a mis hijos. No lo sé. A veces no tengo nada en la nevera. ¿Eso no es hambre?”.
El hambre cercena la igualdad de oportunidades. Rosie es una niña de Colorado que tiene 8 años. Su familia no tiene dinero para darle la comida que necesita, así que cuando Rosie llega a clase es incapaz de mantener la concentración: mientras su profesora habla, ella solo puede pensar en hamburguesas o fruta. Esto que parece una anécdota, no lo es. Una alimentación insuficiente o inadecuada provoca déficit de atención escolar así como problemas en el desarrollo cognitivo (por ejemplo dificultades para desarrollar el habla). Todos esos niños “malnutridos” están condenados a tener una peor educación y por tanto su futuro laboral no parece muy prometedor.
Para más inri, esa alimentación deficiente se traduce también en problemas de salud. Las familias con pocos recursos dedican su presupuesto de comida a alimentos “baratos” pero de poco valor nutricional, como la bollería industrial. El resultado es un aumento alarmante de los índices de obesidad o diabetes. El futuro se antoja pues desolador para estos niños: enfermos y, como señalábamos antes, sin apenas oportunidades laborales. ¿Vivirán en un ‘guetto’? ¿Serán desterrados? “Si otro país hiciera eso a nuestros hijos estaríamos en guerra con ellos”, señala Jeff Bridges, en una frase que podría ser parte de El Gran Lebowski.
Hay hambre, sobran alimentos. Todo este drama sucede en un país que despilfarra más de un tercio de la comida que produce. Cada día toneladas de alimentos acaban en la basura por razones que ya hemos explicado en este blog. Asimismo “A Place at the Table” desgrana qué hay detrás del precio de los alimentos: ¿por qué el precio de la fruta no ha dejado de subir si lo comparamos con la comida procesada? ¿es lógico que unas pocas corporaciones sean beneficiarias del 70% de los subsidios agrarios?
Una vez visto el documental, la pregunta que inevitablemente surge es ¿hay hambre o malnutrición en España? La falta de estadísticas fiables no ayuda a tener una respuesta concluyente, pero hay muchos indicios preocupantes. Por ejemplo, hace unos meses Rafael Ribó -Síndic de Greuges de Cataluña- advirtió que 50.000 niños catalanes sufren privaciones alimentarias. Algunos políticos cuestionaron estas cifras. Sin embargo, meses después, el “Conseller de Salut de la Generalitat Catalana” reconoció que un 3,7% de los menores de 14 años no desayuna nunca antes de salir de casa. ¿Darán prioridad nuestros políticos a este asunto? ¿Veremos un debate sobre este tema en el Congreso de los Diputados?
A continuación, un tráiler del documental “A Place at the Table”
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