Los mitos creacionistas....

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  Con frecuencia, los científicos se lamentan de que tan pocas personas comprendan a Darwin y los principios de la evolución biológica. Pero el problema es más profundo. Muy pocas personas se encuentran cómodas con cualquier tipo de manera de explicación de la evolución. No sé por qué tendemos a pensar de manera tan confusa en este campo, pero una razón puede residir en la atracción social y psíquica que sentimos por los mitos creacionistas de preferencia a las historias evolutivas; pues los mitos creacionistas identifican héroes y lugares sagrados, mientras que las historias evolutivas no proporcionan ningún objeto particular palpable como símbolos para la reverencia, la adoración o el patriotismo. Aun así, debemos recordar que la verdad y el deseo, el hecho y la comodidad, no tienen una correlación necesaria, o incluso preferida (por lo que hay que congratularse cuando efectivamente coinciden).

  Para manifestar un ejemplo evidente en nuestro momento actual de alborotos políticos: el crecimiento humano es un continuo, y no hay mito creacionista que pueda definir un instante correspodiente al origen de la vida de un individuo. Los intentos de los antiabortistas de designar el momento de la fecundación como el inicio de la personalidad (personhood) carecen de sentido en términos científicos. Hay que admitir que no todos los puntos de un continuo son iguales. La fecundación es un momento más interesante que la mayoría de los demás, pero no proporciona una definición más neta del origen; búsquese demasiado hacia atrás en el tiempo y se llegará al absurdo, se definirá como asesinato tanto a la masturbación como a la menstruación...; búsquese algo a medio camino, y no se encontrará nada más que la continuidad: siempre un significativo "antes", y siempre un más moderno "después".
  Y, además ¿por qué preferimos los mitos creacionistas a las historias evolutivas?. Sí, es cierto, los héroes y los santuarios están muy bien, pero, ¿acaso no hay grandeza en el recorrido de la continuidad?
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"Brontosaurus" y la nalga del ministro
Stephen Jay Gould