El FBI cierra Megaupload y detiene a sus responsables, por "delitos contra los derechos de autor" y otros asimilados. Siguen sin ver el presente, sin admitir que el mundo y sus modelos de negocio cambian, que los años pasan y la tecnología ha experimentado un cambio que ha transformado la información para siempre.
No se trata de una página más, sino del servidor de archivos más utilizado del planeta, con más recursos para la comunicación y el intercambio de ideas. Es, si quisiéramos simplificar, la propia esencia de la Red. Por ello, este movimiento va directamente contra todo Internet y cada uno de sus usuarios.
¿Cuántas personas dependen hoy en sus trabajos de los millones y millones de datos que almacenaba Megaupload en su espacio? ¿Acaso no pagamos una cuota por utilizar todos los días las autopistas de información? Esto ha sido una demostración de miedo, quizá la más evidente desde que los dirigentes quieren meterle mano a la herramienta favorita de entendimiento entre cientos de millones de ciudadanos en todo el mundo (algo que Castells ha repetido más de una vez).
Miedo, porque el dinero en sí no les importa, son el Poder mismo, y ética y moral, nunca las conocieron. No quieren que hablemos, que sepamos, que conozcamos, que difundamos. Pero sobre todo y ante todo, lo que más le asusta es que andemos compartiendo cosas: lo más opuesto, lo más peligroso, lo peor que podía empezar a ocurrir dentro de su sistema.
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