miércoles, 28 de diciembre de 2011

Los libros prohibidos del Opus

 Fuente:  http://yometiroalmonte.blogspot.com/2011/12/los-libros-prohibidos-del-opus.html

La censura no se crea ni se destruye, solamente se transforma. Igual que el acceso a los medios queda reservado para aquellos individuos que se mantienen dentro de la espiral sistémica, son muchas las publicaciones que aún padecen el ostracismo de la sin razón, razón de más para acercarse a sus páginas y dilucidar el porqué de tal necedad.

Un mundo feliz, el clásico de Huxley, no cae demasiado bien en los EEUU. Además de ser el tercer libro más censurado en sus bibliotecas, hay colegios que lo deben considerar peligroso, al bastar la queja de una madre para retirarlo de sus estanterías. Y claro que es peligroso: que no les de por pensar a los alumnos sobre la sociedad que aparece en la novela y en la que ellos viven, por aquello de que no busquen las semejanzas y diferencias...

En esta línea, Orwell debe ser una especie de maldición. Además de tener problemas con 1984, el autor también se las tuvo que ver con los censores por Rebelión en la granja. Ambas novelas, prohibidas aquí y allá, describen un mundo, y además se preguntan el porqué de ese mundo. O sea, más peligro. En cuanto a los seguidores de K. Dick, siempre nos quedará el consuelo de que es considerado una especie de tarado politoxicómano sin mucha idea de lo que escribía. Sí, amigos censores: este escritor es la pura inocencia. Que sigan traduciéndole y haciéndole películas, si total...

Pero si quisiéramos actualizar nuestra lista a este mismo año que termina, son los muchachos del Opus Dei los que se llevan la palma. Aunque permitan cosas como Los hermanos Grimm o Heidi, la tienen tomada con un largo número de autores. Desde Benito Pérez Galdós a Dan Brown, pasando por Juan Rulfo o García Lorca... Recordemos La casa de Bernarda Alba, un drama inquietante, duro, inconmensurable y sin compasión con una sociedad raída por la carcoma. Veamos qué nos dice el director espiritual:
Casi todo lo que sucede es triste, sórdido, cruel y amargo, y pretende ser una caricatura de la vida en los pueblos de pocos vecinos sometidos al convencionalismo. La psicología de las mujeres, considerada desde una perspectiva naturalista, resulta forzada y artificial.

¡Alegría! Si es que donde este Disney, que se quiten los dramones rurales. Por eso, García Márquez tampoco es santo de su devoción. Esto, sobre Cien años de soledad:

La novela aparece salpicada, frecuente y extensamente, de escenas eróticas relatadas con crudeza y a veces con minuciosidad. Raras veces aparece el amor, y cuando aparece es presentado por el autor como la simple atracción física, aun entre los esposos. Los personajes centrales carecen de virtudes. Todos parecen más bien movidos por la ambición, el orgullo, el odio o el resentimiento. Lo que parece diligencia es más bien temeridad, lo que semeja abnegación es codicia; y es tozudez irreflexiva la perseverancia. La carencia de valores humanos, el menosprecio de los sobrenaturales, y el exceso de descripciones eróticas, hacen que esta obra sea moralmente rechazable.
 
Es que la fantasía viste poco y mal. Investigar los laberintos sentimentales trae consecuencias indeseables. Si te enamoras, díselo inmediatamente al padre consejero, y acto seguido te vas a la cama a pellizcarte hasta el amanecer.¿Qué decir de Galdós? Pues parece ser que mucho, y poco bueno. Los de la Obra le tienen señalados nada menos que seis títulos: Doña perfecta, Fortunata y Jacinta, Gloria, La familia de León Roch, La Fontana de Oro y Tristana. Sobre esta última:

E
s característico de Galdós su anticlericalismo y repulsa de la sociedad tradicional. Esta obra, como todas las de su última etapa, ya no tiene la carga de crítica social y clerical tan fuerte como las de la primera época. Hay dos errores morales serios en la obra: a) el suicidio se ve como una solución para librarse de la contrariedad.
b)el segundo y más grave —por ser más persistente— es el ataque al matrimonio


Oh, maldito Galdós, que con tu prosa colaboraste al vicio libertino de la mujer y su sexo convertido en lascivo desenfreno. Todo es grotesco y horrible. Los libros, los novelistas, los poetas y dramaturgos, sólo quieren matarnos a mal gusto y asco. Afortunadamente, contamos con muchos miembros numerarios de la Obra dirigiendo nuestros destinos en los gobiernos, ayuntamientos y diputaciones de nuestra amada Hispanistán.

¿Acaso hay algo más hermoso que un joven trabajando 10 horas diarias por 400€ al mes? Eso es amor, señores, de gran pureza, por el esfuerzo, la dedicación y la perseverancia. Es el trabajo, hijos míos, lo que os hará libres. Olvidaos de los libros, y por supuesto, de la verdad.

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