jueves, 8 de diciembre de 2011

La educación del estoico

El escrúpulo es la muerte de la acción. Pensar en la sensibilidad ajena es estar seguro de no actuar. No hay acción, por pequeña que sea-y cuanto más importante, más cierto es esto-, que no hiera a otra alma, que no ofenda a nadie, que no contenga elementos de los que, si tenemos corazón, no nos tengamos que arrepentir. Muchas veces he pensado que la fisolofía real del eremita acaso consistiera antes en evitar ser hostil, por el simple hecho de vivir, que en tener cualquier pensamiento directamente relacionado con aislarse

Fernando Pessoa (1888-1935)

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