Un avión estadounidense lanzó una bomba sobre su casa en Mosul. Más de 200 civiles murieron el 17 de febrero en el mismo bombardeo sobre el barrio de Al Jadida.
Hawra no para de gritar pidiendo a su mamá. Todavía no sabe que ella murió en el ataque y ni siquiera han encontrado su cuerpo entero.
A diferencia de las batallas por la liberación de Ramadi, Faluya o Trikit, en Mosul el gobierno irakí pidió a los civiles que no huyesen de la ciudad. Todas las ONGs y las organizaciones humanitarias que trabajan aquí advirtieron que esa decisión crearía el desastre. A eso hay que añadir que ISIS ha comenzado a ejecutar a los civiles que tratan de huir del territorio bajo su control.
Ala, el padre de Hawra no pudo si quiera enterrar a su mujer. “Tapé sus restos para evitar que se lo comieran los perros”. Con su hija quemado en brazos, tardó dos días y dos noches en salir de Mosul, esquivando a los francotiradores de ISIS y a los francotiradores del ejército.
Hawra ya no puede ver. A ratos se tantea la cabeza con las manos y llorando pregunta qué ha ocurrido con su melena.
Ningún representante del gobierno iraquí, ni del gobierno estadounidense se han acercado al hospital para preguntarles si necesitan algo.
Ala no sabe qué hará el día que Hawra salga del hospital: su casa quedó destrozada, sus seres queridos han muerto, su niña está ciega. Durante el gobierno de ISIS en Mosul, fue condenado tres veces a latigazos. Ahora, durante la liberación, EEUU se ha llevado por delante a su familia.
“Si yo sigo viviendo es por darle un futuro a mi pequeña”.
[En este link podéis encontrar todas las entradas de la serie, “La Batalla por Mosul”]
Fuente: http://www.principiamarsupia.com/2017/04/04/hawra-el-rostro-de-un-bombardeo-americano-sobre-mosul-la-batalla-por-mosul-vii/
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