El 6 de noviembre se cumplen 40 años de
la triste y vergonzosa Marcha Verde, conocida como Marcha Negra para los
saharauis. Triste por que supuso el comienzo del calvario para los
saharauis, una parte se vio obligada a huir y vivir en campamentos de
refugiados o en la diáspora y otra parte a permanecer en las zonas
ocupadas del Sáhara, víctimas de la tortura, del acoso, del genocidio
perpetrado por el ocupante marroquí contra la población saharaui.
Vergonzosa por la actitud de España abandonando a los que en ese momento
eran tan españoles como un habitante de Albacete, Valladolid o de la
mismísima capital, cometiendo un acto de máxima traición hacia sus
nacionales.
Con la
Marcha Verde el régimen marroquí no hizo otra cosa que camuflar y
desviar la atención de la verdadera invasión que comenzó unos días
antes, el 31 de octubre, cuando regimientos de tanques y blindados del
ejército marroquí invaden el Sáhara Occidental, empezando por Hauza y
Djederia (este de Smara), destruyendo, matando y secuestrando a la
población saharaui
Con motivo de este fatídico aniversario
el sátrapa de Mohamed VI, rey de Marruecos, visitará la capital del
Sáhara Occidental, El Aaiún. Visita a la que Marruecos pretende dar un
carácter oficial, en contra de la legalidad internacional, ya que
debemos recordar que Marruecos solamente es la potencia ocupante, siendo
todavía España la potencia administradora, de iure, del territorio.
España en vez de ejercer como tal y exigir el cumplimiento de la leyes y
acuerdos que piden la celebración de un referéndum de autoderminación
para el Sáhara y elevar una protesta por esta visita, mira para otro
lado tal y como viene haciendo desde el primer día en que abandono el
territorio.
La población saharaui fiel a su carácter
de resistencia y protesta pacífica saldrá a la calle para demostrar su
oposición y rechazo a esta visita y a la ocupación del Sáhara Occidental
por parte de Marruecos. Las fuerzas de ocupación marroquíes conocedores
de la determinación de la población saharaui han enviado a El Aaiun
numerosas tropas auxiliares como refuerzo a las ya existentes,
convirtiendo la ciudad, todavía más, en una zona totalmente
militarizada. Marruecos dentro de esta política de cerrojo y opresión
está impidiendo la entrada de saharauis con pasaportes no hayan sido
expedidos como marroquíes. Está expulsando a saharauis del territorio
con el pretexto de estar trabajando como espías para el enemigo. Todos
estos actos suponen una violación y un atropello más de la población
saharaui.
Como consecuencia de la invasión
marroquí, de la cobardía de los gobiernos españoles y la apatía de los
organismos internacionales, que obliga a los saharauis a sobrevivir como
refugiados, estamos siendo estos días testigos de una tremenda crisis
humanitaria en los Campamentos de Refugiados Saharauis, crisis producida
debido a unas lluvias sin precedente en los 40 años de existencia de
los mismos. La situación en los campamentos, difícil ya de por si debido
a los recortes en ayuda humanitaria de estos últimos años, es estos
momentos muy complicada. Miles de damnificados que perdieron lo poco que
tenían, sus casas y pertenencias. Los almacenes de alimentos totalmente
destruidos, hospitales y dispensarios médicos desprovistos de los más
básicos medicamentos.
España debe, de una vez por todas,
condenar de una manera clara y concisa la invasión militar del Sáhara
Occidental, la Marcha Verde y adoptar las medidas oportunas, que como
potencia administradora le corresponden, para que el sufrimiento del
pueblo saharaui termine y pueda recuperar la tierra que por justicia le
pertenece.
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