| Hay temor en Europa a un gran apagón este invierno. (Fofo: JUSTIN TALLIS/AFP vía Getty Images) |
Tras un verano marcado por las olas de calor que han golpeado al continente europeo, la llegada del otoño y el invierno ha hecho que vuelva el temor a que se produzca un gran apagón. Un fenómeno que consistiría en la caída de la red energética a nivel mundial y de todos sus servicios asociados (Internet, comunicaciones, seguridad...).
Y es que las sociedades actualmente tienen una gran dependencia de la electricidad y la falta de ella podría provocar un enorme caos. Pero ¿cuánto de real y cuánto de psicosis hay detrás de la posibilidad de un verdadero apagón energético a nivel mundial?
¿El gran apagón es una posibilidad real?
Lo cierto es que es una pregunta difícil de contestar. Europa tiene los mejores gestores de red del mundo, por lo que parece muy complicado que se produzca un gran apagón, salvo causas extremas, como puede ser el caso de un atentado. Por lo tanto, es una posibilidad real, pero altamente improbable.
¿Va a haber apagones controlados?
Si bien es muy remota la posibilidad del gran apagón, sí que se podrían producir cortes de luz. De hecho, Reino Unido se está preparando para sufrir apagones de electricidad de tres horas en el caso de que Rusia corte completamente el envío de gas. Se producirían en horas puntas, esto es, por la mañana o entre las 16 horas y las 21 horas y siempre se avisaría a los consumidores con 24 horas de antelación.
¿Hay más medidas en camino?
Sí. Francia ha aprobado que Enedis, la empresa pública que gestiona la electricidad, pueda cortar los calentadores de agua caliente entre las 12 y las 14 horas para evitar apagones generalizados. Serían solo dos horas y no aplicarían para otros aparatos eléctricos como neveras o lavadoras.
¿Son exageradas las medidas?
En un escenario de gran incertidumbre, como el que estamos viviendo, es normal que los países contemplen a priori todos los escenarios, incluso los peores. De esta manera, si finalmente se produjeran estas situaciones estarían completamente preparados. La anticipación es clave para luego no llevarse sorpresas desagradables.
¿Debería acumular ropa de abrigo y alimentos?
En principio no se espera que haya falta de suministros ni que se produzca un gran apagón, por lo que no es necesario acumular leña y comida, tal y como están haciendo alemanes y británicos. Eso sí, hay que tener en cuenta que la factura de la electricidad y del gas va a subir considerablemente respecto a años pasados, por lo que las mantas nunca van a estar de más en el hogar.
¿Influye la guerra de Ucrania?
Aunque la subida de los precios de la electricidad y el gas ya era una realidad el año pasado, lo cierto es que la guerra en Ucrania ha empeorado las cosas. Las sanciones de la Unión Europea a Rusia han provocado que haya que buscar alternativas, al tiempo que se intenta reducir la dependencia rusa. Por tanto, la respuesta es un sí rotundo.
¿Se ha preparado bien la UE para lo que viene?
Sí. Ya desde el verano, los países miembros han ido fomentando las medidas de ahorro energético, como es el control de la temperatura de calefacción y aire acondicionado en edificios públicos o el apagón de escaparates por las noches. Es decir, han actuado con previsión. De hecho, las naciones han intentado hacer acopio de gas y, por ejemplo, España tiene sus reservas por encima del 90% de la capacidad disponible.
¿Pinta tan mal la cosa para España?
No. España tiene unas características que la hacen diferente del resto de países de la UE. Una muy importante es que los inviernos no son tan duros como en otras naciones (Reino Unido, Alemania o Dinamarca) por lo que puede sortear mejor la falta de gas.
Además, es un país en el que las energías renovables juegan un papel crucial, representando en 2021 el 48,4% de la generación de energía eléctrica. Por tanto, España llega a este invierno con una serie de fortalezas que la mayoría de sus vecinos no tienen.
¿Me va a salir más cara la luz y el gas?
Probablemente sí, así que lo mejor que puedes hacer es revisar las tarifas de electricidad y gas que tienes y buscar la que mejor se adapte a tu consumo para evitar sustos a final de mes. Pero de lo que no cabe duda, es de que estamos inmersos en una grave crisis energética y la van a sufrir los bolsillos de los consumidores.
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