martes, 16 de octubre de 2012
Sobre la naturaleza de las burbujas financieras
Fuente:https://www.facebook.com/luis.linares.39142?fref=ts
Una burbuja financiera se produce cuando el precio de un bien en el mercado de valores es demasiado elevado con respecto a su valor ‘real’, durante un periodo consistente de tiempo. Si pongo real entrecomillado es porque, en verdad, todos los actores económicos constatarían como verdadero el precio del bien en la Bolsa. De hecho, todos los compradores tienen la absoluta convicción de que podrán vender el activo a un precio superior al que ellos han pagado, cosa que mientras dure la burbuja pasa con facilidad. Ese precio, sin embargo, está absolutamente desfasado con los costes de producción y distribución del mismo, que en principio nos dan una aproximación adecuada a su valor en la economía real.
Lamentablemente no existe una definición científica más precisa para definir este fenómeno. Y eso no es todo: nadie sabe exactamente por qué se forma una burbuja hasta que no ha estallado. A toro pasado, se pueden analizar las causas que formaron determinada burbuja, su evolución y la razón de su estallido. Pero, por su propia naturaleza, es imposible conocer ninguna de estas cosas mientras la burbuja existe, así como es una quimera predecir con una precisión satisfactoria cuándo va a producirse una nueva.
El mercado de valores global es un ente de una complejidad abrumadora. Cualquier mercado de valores local, a lo largo de la historia, también ha sido lo suficientemente complejo como para estar gobernado por leyes oscuras, ajenas a la ciencia y economía clásicas. El nuevo paradigma científico conocido como la Teoría del Caos, así como la nueva rama matemática de la Teoría Fractal de la Naturaleza, están iniciando la aventura de intentar comprender este tipo de mecanismos que la ciencia clásica no puede ni acercarse a describir de manera correcta.
¿Qué nos enseñan las nuevas teorías sobre dinámica de sistemas caóticos y descripción de formas y sucesos fractales acerca del mercado? Podríamos empezar por una afirmación que por sí sola elimina de un plumazo la utilidad de prácticamente toda la economía clásica: la dinámica de los mercados se caracteriza por el azar salvaje. Los precios cambian de manera muy brusca en intervalos muy cortos de tiempo, no de manera lineal. Además se producen correlaciones y dependencia estadística entre ellos a largo plazo, es decir, los precios del año 2005, por ejemplo, pueden afectar a los de 2012. De modo que las herramientas de la estadística clásica que se enseñan en todas las facultades de ciencias económicas, y se usan en todas las entidades financieras, simplemente son palabrería. Desde el punto de vista científico moderno, tienen el mismo valor que un adivino que mirara en los posos de café y nos aconsejara después dónde invertir. Es el Caos quien gobierna el mercado. Y según sus leyes, que estamos empezando a descubrir, las burbujas son inevitables. Allí donde haya un mercado financiero habrá burbujas, habrá estallidos y, si la burbuja ha sido lo suficientemente grande, habrá cracks financieros que afectarán a la economía del ciudadano.
Burbujas financieras y especulación.
Una burbuja de un bien cualquiera, como la de la vivienda en España, se convierte en burbuja financiera cuando se ceba a través del crédito. En el momento en el que una mayoría de compradores se endeuda para comprar, la especulación sobre esa deuda puede poner en peligro a todo el sistema financiero. Esto es lo que ha sucedido con las burbujas inmobiliarias de Japón en los 90 y de EEUU, Irlanda, España y Reino Unido actualmente. También pasó en el crack del 29 y en la primera burbuja financiera registrada, la de los tulipanes en Holanda en el siglo XVII. Cuando una burbuja financiera estalla, puede producir un crack cuyas consecuencias se traspasan a la economía real, afectando gravemente al ciudadano. Los especuladores financieros ceban las burbujas para ganar miles y miles de millones, aunque no tienen la misma pericia a la hora de retirarse a tiempo. Nunca se sabe cuándo acabará una burbuja, cuándo llegará el momento en que aparezca el primer comprador que no puede vender a un precio superior, iniciando así el hundimiento de precios y, en ocasiones, un crack financiero.
Luis Linares
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