MEXICO, 1968. Los corredores T. Smith y J. Carlos reivindican en su saludo el Black Power, por los derechos de los afroamericanos. |
Fuente: http://www.revistaenie.clarin.com/ideas/Juegos-Olimpicos-Mucho-mas-que-deporte-y-lagrimas_0_740925910.html
En el podio de la carrera de los 200 metros llanos de los Juegos Olímpicos de México, en el fogoso 1968, los corredores afroamericanos Tommy Smith y John Carlos bajaron las cabezas y levantaron los puños cerrados enfundados en guantes negros (símbolo usado para reivindicar el Black Power). Protestaban por el trato que la comunidad afroamericana recibía en su país, los Estados Unidos. Las autoridades Olímpicas los vilipendiaron. Cuatro años más tarde, un grupo terrorista palestino masacró a 11 deportistas y entrenadores israelíes durante la cita olímpica en Múnich. El día después de la masacre, Avery Brundage, presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), declaró: “El show debe continuar”. Los Juegos Olímpicos constituyen el show global contemporáneo más espectacular: 4.500 millones de telespectadores siguieron la suerte de más de 10 mil deportistas durante su última edición en Beijing de 2008. Lo que allí se pone en escena trasciende los límites deportivos ya que en el escenario olímpico confluyen, resuenan y se disputan los conflictos distintivos de cada época, desde los políticos hasta los sociales. Los Juegos Olímpicos que se realizarán en Londres entre el 27 de julio y el 12 de agosto no serán la excepción.
El origen mismo de los Juegos Olímpicos modernos ejemplifica su complejidad. La Carta Olímpica, texto que rige el funcionamiento del Movimiento Olímpico, afirma que los primeros Juegos Olímpicos de los tiempos modernos fueron celebrados en Atenas en 1896, pero en verdad el interés por restaurar las célebres competencias que reunían deportistas de distintas ciudades-estados griegas durante la Antigüedad produjo intentos que se remontan a mediados del siglo XVII (las referencias literarias son inclusive anteriores: Shakespeare los menciona en Enrique VI , lo seguirían, entre otros, Milton y Voltaire). Dos de esos intentos motivaron vibrantes movimientos olímpicos nacionales en Grecia e Inglaterra.
MUNICH, 1972. Policías disfrazados de atletas toman el edificio donde un comando palestino secuestró a 11 deportistas israelíes. |
BERLIN,
1936. El estadounidense Jesse Owens, ganador de la medalla de oro de
salto en largo, junto al atleta alemán Lutz Long, quien hace el saludo
nazi.
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Coubertin era un anglófilo fascinado por los deportes de esa tierra así como por la ideología victoriana del amateurismo y del fair play . Hasta 1889 su principal interés por los deportes ingleses fue primariamente educativo y tenía como objetivo promover valores cívicos en la juventud francesa a través del sistema escolar. Al año siguiente Coubertin visitó a Brookes y fue testigo de los Juegos Olímpicos que éste organizaba.
Algunos historiadores creen que Coubertin tomó la idea de internacionalizar los Juegos Olímpicos de Brookes. Más allá de si fue éste o aquél quien imaginó tal internacionalización, el mérito de Coubertin radica en haberla concretado. Coubertin también articuló una visión para sus Juegos Olímpicos que enfatizaba el uso del deporte para impulsar lazos pacíficos entre los países así como la práctica deportiva igualitaria, justa y solidaria a la que denominó Olimpismo....Más información
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