domingo, 21 de marzo de 2021

Los días del Cáucaso

La primavera desplegaba una belleza particularmente desgarradora, promesa de una felicidad que no se cumpliría jamás. El aire se templaba, los brotes se hinchaban en los árboles. Los días en que el sol jugaba con las cosas, en que las criaturas y los gorriones cantaban a pleno pulmón, ajenos al hecho de vivir en el Cáucaso o en Francia, en que todo en la naturaleza parecía resplandecer para una gran fiesta de la que yo me sentía excluida, esos días eran los más terribles. Las profundidades azules del cielo guardaban el secreto de la felicidad, tan inaccesible y remota como el mismo cielo, y sin embargo siempre buscada, siempre esperada...

Los días del Cáucaso
Banine

 

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