Dos hombres observan un campo de refugiados en Tinduf Edu León |
Abeid Moulud intenta volver a Sahara para sumarse a la lucha. Su hijo ya
está en el frente. Gente de todas las edades se moviliza para apoyar en
la guerra con Marruecos, Moulud desgrana los motivos en esta
entrevista.
Abeid Moulud contesta al teléfono desde Bilbao, pero desería estar en el Sahara Occidental. A Euskal Herria le unen varias cosas: Bir-Lehru, la daira de la que fue alcalde entre 2010 y 2013, está hermanada con la localidad de Tolosa (Guipuzcoa). Su hijo, que hoy es uno de los jóvenes voluntarios que han acudido a la llamada a filas del Frente Polisario, pasó varios veranos aquí con el programa vacaciones solidarias. Lazos entre pueblos que no tienen su reflejo en la política estatal: solo un día después de conversar con Moulud, el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska se reunía con su homólogo marroquí para hablar mucho de inmigración y nada del Sahara Occidental, disipando ante las autoridades de Rabat cualquier inquietud que pudieran tener después de que Unidas Podemos haya reclamado un referéndum.
Han pasado ya varios días desde que el Frente Polisario declarase la Guerra a Marruecos, el pasado 15 de noviembre. Dos días después de que Marruecos atacara una manifestación pacífica en la brecha del Guerguerat. Moloud repasa los hechos con detalle, el suyo es un relato vehemente. Desde el otro lado del teléfono este veterano activista de la causa saharaui insiste en que su visión es personal. Y sin embargo su visión personal resuena a memoria y anhelos colectivos
¿Cómo se ha llegado de nuevo a la guerra?
Llevamos
más de 29 años con un alto al fuego en espera de un referéndum que las
Naciones Unidas debían organizar. Hay un actor designado para ello, la
MINURSO, la primera que estaba ahí el 6 de septiembre de 1991 para
firmar el cese al fuego entre el Frente Polisario y Marruecos. En todos
estos años no hemos visto ningún avance: acordamos poner fin a la guerra
y firmar el acuerdo del 91, pero con el objetivo de realizar un
referéndum de autodeterminación donde todos los saharauis puedan definir
su destino.
Sin embargo la MINURSO, en lugar de jugar su papel, su responsabilidad de velar por los derechos humanos en las zonas ocupadas, en lugar de evitar alienarse con ninguna de las partes, se convirtió en un soldado de guardia del ejército marroquí y funciona de acuerdo a sus intereses.
¿En qué sentido?
Para empezar, la brecha de
Guerguerat no está incluida en el acuerdo militar número 1. En este
acuerdo, firmado en 1991, solo se acordaron cuatro brechas para que la
MINURSO pueda entrar y salir entre las zonas liberadas donde está el
Polisario y las zonas ocupadas donde está Marruecos. La brecha del
Guerguerat la hizo Marruecos, no tiene un mínimo de legalidad para que
la MINURSO se presente y diga que este es un paso comercial ni nada por
el estilo.
La población saharaui se ha visto obligada a decirle al mundo entero que ahí pasan todos los países. Que le están dando a Marruecos el derecho de saquear las riquezas de los saharauis en las zonas ocupadas, mientras que hay miles de jóvenes saharauis que están desempleados en las zonas ocupadas, mientras que hay familias en las zonas ocupadas que no tiene para comprar pan. Su pesca, su fosfato, todo se saca y se vende.
¿Cómo fue la escalada en Guerguerat?
La
población civil ha decidido decir alto: esto se tiene que parar. Los
manifestantes son civiles. La MINURSO cuando se presentó a negociar con
ellos hizo muchas concesiones a Marruecos. Los marroquíes pensaron que
el Polisario no iba a responder. Cómo no vamos a responder si nuestros
ciudadanos fueron solo con banderas del Frente Polisario y sus manos
vacías. Cantando una serie de lemas que les dicen que dejen nuestra
tierra, que dejen nuestras riquezas, que no las exploten más, que
cierren esa brecha que es ilegal. Marruecos decide sacar al ejército
para atacar a una población pacífica. Normal que el Polisario responda
Marruecos ha cometido un error grave, que lo van a pagar solo ellos, porque fue quien interrumpió el cese al fuego, no los saharauis. Hemos estado 29 años soportándolo, pero eso se ha acabado y no fue por nuestra parte, fue por la parte de Marruecos. Hemos vuelto a la guerra y estamos más listos que nunca. No es que nosotros seamos amantes de la guerra, que nos guste matar, que se pierdan vidas, las nuestras o las de los marroquíes. Hemos retornado a la guerra por la obligación de defender nuestros derechos, defender nuestra soberanía y por defender nuestra dignidad.
Entráis en guerra ahora pero no se puede decir que todos estos años hayáis vivido en paz
Se
ha hablado mucho de la brecha de Guerguerat pero la forma en la que se
está planteando la cuestión no es justa. Porque si van a hablar de los
derechos humanos, si van a hablar del desarrollo del mercado, de que
mediante esta brecha se abastece a otros países. ¿Por qué no hablan de
un pueblo que lleva más de 45 años en el exilio? Si existen los derechos
humanos, ¿por qué no hablan de nuestros presos políticos? Los de Gdeim
Izik, que están condenados a cadena perpetua o a 25 y 30 años de
prisión solo porque han dicho que no son marroquíes, solo por haberle
dicho a Marruecos que salga de su país. ¿Dónde están esos derechos
humanos de los que habla todo el mundo?
¿Cómo se piensa en un futuro en este contexto?
Nosotros
el futuro que pensamos es que tengamos un país libre e independiente,
damos y daremos todo por él. Si no liberamos nuestro país, estamos
seguros de que no tendremos futuro ni lo tendrán nuestros hijos. El que
no tiene país, no tiene nada.
Nuestros jóvenes que nacieron durante la etapa de la guerra, y los que nacieron después, fueron los primeros voluntarios en incorporarse al ejército. Y todos los saharauis —y esto no es propaganda— todos, empezando desde mí aquí en España, pero también en Francia, en Alemania, en todas partes del mundo, estamos bajo la dirección del Frente Polisario, cuando nos lo digan estaremos presentes y tomaremos las armas para luchar contra Marruecos.
Esta guerra no es como la otra. Si hay negociaciones las habrá bajo las armas, ya no hay alto al fuego, ya no hay más engaños de las Naciones Unidas, ni de la comunidad internacional porque apoyan y le dan los derechos al fuerte. No creo (y esta es una opinión muy personal) que los saharauis acepten otro alto al fuego si no es bajo condiciones muy rigurosas.
Pero Marruecos cuenta con un ejército fuerte, ¿no temen combatirlo?
No
hay que creer su propaganda. Desde el primer día que abrió fuego el
ejército saharaui en Guerguerat los marroquíes están en condiciones
feísimas. Muchos se fueron de las trincheras en el muro según las
informaciones que se recolectan desde los frentes. Nosotros somos más
fuertes que todos los ejércitos del mundo porque luchamos por una causa
justa. No somos de los que piensan que van a morir y dejar riquezas, que
van a morir y dejar algo, nosotros estamos dispuestos a morir por la
patria, por nuestro territorio, lo defenderemos de cualquier manera.
Esta guerra no va a limitarse al muro, va a alcanzar a todas las zonas ocupadas, a las empresas que están en el mar... los días próximos lo van a mostrar. Nosotros no le tenemos miedo a las armas de Marruecos porque están en manos injustas. Están en manos de soldados y oficiales que defienden la injusticia. Nosotros estamos muy convencidos de que estamos luchando por algo justo.
Todos estos años de espera y de persecución política, parece que les hayan preparado para este momento
Nosotros
siempre hemos tenido en cuenta que algún día —visto el retraso en el
que han incurrido las Naciones Unidas y por el no cumplimiento de sus
promesas respecto al referéndum— volveríamos a las armas. Y hoy estamos
más preparados que nunca. Tenemos miles de jóvenes de todas partes del
mundo que se han incorporado o están dispuestos a incorporarse en el
ejército. Nuestros estudiantes en Cuba están llamando a incorporarse,
también nuestros estudiantes en Argelia, en España, en Francia. Toda
nuestra juventud y nuestros ancianos combatientes con su experiencia,
son los primeros que respondieron al llamamiento del Frente Polisario a
incorporarse a las unidades avanzadas. Estamos convencidos todos, hombres, mujeres, niños y ancianos de 90 y 100 años, de que estamos defendiendo algo justo, algo nuestro, nuestro territorio.
Fuiste alcalde, ¿cómo se gobierna un ayuntamiento en este contexto?
Gestionamos
de acuerdo a nuestras condiciones. Se sabe que un alcalde de un
ayuntamiento cuenta con un presupuesto, aquí la cuestión es así. Pero
nosotros tenemos a los alcaldes en condiciones de refugio, y gestionamos
a nuestra manera dentro de estas condiciones, intentando hacer posible
dar a la ciudadanía todo lo que se pueda, para fortalecerla y que pueda
resistir en estas condiciones.
¿Cómo se siente el contraste
entre la red de solidaridad en la población española y el abandono de
los sucesivos gobiernos? Y, hablando de solidaridad: ¿Cómo se vive el
programa Vacaciones Solidarias desde el lado de las familias que mandan a
sus hijos?
A las familias españolas les agradecemos mucho
siempre que cooperen y ayuden a nuestro hijos a poder salir y ver el
mundo. Viajar desde una zona inhóspita donde hay condiciones muy duras
es sinceramente muy fuerte, pero nosotros siempre hemos valorado esta
oportunidad muy bien, estamos muy agradecidos a aquellas personas que
colaboran con nosotros, aquellos que creen en la causa saharaui y la
defienden.
En general, la población española siempre ha sido amable, siempre ha sido simpatizante de la causa del Sahara porque sabe que es una causa justa. Saben muy bien que los gobiernos españoles se echaron atrás, nos traicionaron —no hay otra expresión que se pueda utilizar— empezando por Felipe González y continuando por Aznar, Zapatero y actualmente Pedro Sánchez.
Lo que yo no entiendo, a lo que no le puedo encontrar una explicación, es que un país que ha colonizado a otro durante 100 años le dé la espalda. Tampoco entiendo cómo un pais democrático, que dice que respeta los derechos humanos, no ve lo que está pasando en nuestras zonas ocupadas. Son los intereses, es el saquear nuestras riqueza, muchas empresas españolas que están en Marruecos faenan en la pesca saharaui.
Entonces, además de la presión institucional sobre el gobierno español, ¿habría que boicotear a esas empresas?
Ahora, las aguas del Sahara Occidental, el espacio aéreo y el espacio terrestre no son seguros, son zonas de guerra. Lo quiero dejar claro para que no pase lo que pasó en los años 80. Algunos barcos, que no contaban con que el Polisario les podía atacar, fueron entonces atacados y se apresó a los marineros. Actualmente se está repitiendo la misma situación, todos aquellos que faenan en las aguas del Sahara Occidental tienen que estar bien informados de que es una zona de guerra.
Ahora hay muchas personas y medios pendientes de esta
guerra. Pero sabemos que las cosas no duran mucho en la agenda
mediática, y que habrá gente a la que esta cuestión le resulta ajena, o
no entienden qué está pasando. ¿Qué le dirías a esa gente?
Les
digo que no somos nosotros los culpables de que se vuelva a la guerra,
nosotros hemos dado todo lo que podemos dar para que haya una solución
al conflicto, para que no haya guerra. Les digo que esta guerra si
continúa va a ser más fuerte que la otra, y que no habrá un alto al
fuego sin armas, una solución sin armas.
No era nuestro objetivo llegar a una guerra, pero las Naciones Unidas, España, Marruecos y Francia son las que nos han hecho retomar esta guerra: No han cumplido con sus deberes. Porque si alguien está bien informado sabrá que desde el 21 de octubre, cuando llegaron los manifestantes a la brecha del Guerguerat, la MINURSO, que representa a las Naciones Unidas para velar por el alto al fuego y los derechos humanos en las zonas ocupadas, ha sido un soldado de guardia de los marroquíes que trabaja a su favor. Porque ellos saben que esa brecha no existía, y es ilegal. Esas son nuestras fronteras, nosotros tenemos que defender nuestras fronteras.
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