El Premio Breakthrough es el que más dinero reparte entre científicos y detrás están grandes magnates y filántropos como Mark Zuckerberg, Sergey Brin, Priscilla Chan, Yuri y Julia Milner, y Anne Wojcicki
"Si mucha de la gente que trabaja en un mismo campo se reuniese en una habitación, dejando a un lado sus nombres, sus egos, sus cargos y se limitasen a pensar, alcanzarían soluciones para muchas cuestiones."
A las grandes compañías farmacéuticas "no les importa en cuántos comités estás incluida, cuantos artículos has publicado."
La científica húngara Katalin Karikó ha sido galardonada este año, junto a su colega en la Universidad de Pensilvania Drew Weissman, con el Premio Breakthrough en Ciencias de la Vida por su papel en el desarrollo de la tecnología de ARN mensajero. Tras años de escepticismo y menosprecio de la comunidad científica, las innovadoras vacunas desarrolladas por Pfizer/BioNTech y Moderna que han demostrado su eficacia contra el virus se basan en décadas de trabajo de Karikó y Weissman.
Dotado con 3 millones de dólares, el Premio Breakthrough es el que más dinero reparte entre científicos. Detrás están grandes magnates y filántropos como Mark Zuckerberg, Sergey Brin, Priscilla Chan, Yuri y Julia Milner, y Anne Wojcicki entre otros.
Tras recibir el premio, Karikó ha hablado con el diario The Guardian. Durante su entrevista, la científica pionera ha abordado el problema del ego y los títulos en el seno de la comunidad científica, y el freno que suponen para el avance y el progreso de muchas investigaciones.
"Si mucha de la gente que trabaja en un mismo campo se reuniese en una habitación, dejando a un lado sus nombres, sus egos, sus cargos y se limitasen a pensar, alcanzarían soluciones para muchas cuestiones, pero todos estos títulos y demás se convierten en un obstáculo", asegura Karikó a The
"Siempre he pensado que a quién le importa. En cien años nadie se acordará de mi nombre. Sin embargo, los títulos, los ascensos, los hombres más mayores, el poder, todo eso se convierte en un obstáculo", insiste. Karikó aclara que no sólo los hombres priorizan el poder al progreso, aunque "han tenido más tiempo para practicar ejerciendo el poder".
Toda esa lucha de egos desaparece cuando se pasa del entono académico a empresarial. A las grandes compañías farmacéuticas "no les importa en cuantos comités estás incluida, cuantos artículos has publicado. Lo que importa es dar con un producto que produce un efecto".
Un efecto que tras décadas de fracasos llegó tras comenzar a trabajar con Drew Weismann. Juntos consiguieron evitar el gran obstáculo al que se enfrentaban las vacunas desarrolladas con tecnología ARNm, la reacción inmune del cuerpo al recibirlas. Su trabajo fue la base en la que se sustentó el desarrollo de las vacunas contra el SARS-CoV-2 de Pfizer y Moderna.
Los tres millones de dólares de premio son el último reconocimiento a una científica con orígenes muy humildes, que llegó a Estados Unidos con lo que había conseguido al vender su coche usado y que tuvo que sobrevivir con los 17.000 dólares al año que le ofrecía el postdoctorado en la Universidad de Temple. Sin embargo, para Karikó el mayor homenaje son los cientos de miles de vidas que han salvado las vacunas contra el coronavirus y la prometedora posibilidad de que se pueda aplicar en la lucha contra el sida o el cáncer.
"Para mí, ningún galardón, ningún premio que puedan ponerme delante es comparable a eso", concluye.
Fuente: https://www.meneame.net/story/madre-arn-mensajero-tras-recibir-premio-3-millones-dolares-ego
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